El Ejército quiere expulsar por sus opiniones en Diario16 al militar que preside la Asociación “45 sin despidos”

Cuesta entender cómo el Ejército lleva tres meses de suspensión al cabo del Ejército de Tierra, Jenner López, a quien incluso condecoró con la medalla al Mérito Militar y como Caballero Legionario Paracaidista y quien estuvo destinado en Bosnia Herzegovina.Según explica el propio afectado a diario16.com, “llevo 3 meses cobrando 300 euros por "medidas cautelares" que no se tomaron ni con los de los 217 kg de cocaína del Juan Sebastián El Cano, ni con el militar violador de la manada, ni por el presunto homicida del legionario Alejandro, ni tampoco con los 9 presuntos encubridores”. Pero para el Ejército, Jenner López ha hecho algo mucho peor, sacar a relucir los trapos sucios de unas Fuerzas Armadas que tras sus muros -todavía hoy infranqueables- se cometen abusos de autoridad, acoso laboral y sexual y muchas injusticias que en el código penal están tipificadas.López preside la Asociación “45 Sin Despidos”, la entidad que defiende que la tropa no sea expulsada a la calle sin indemnización alguna del Ejército tras cumplir 45 años, tal y como hoy está establecido.

Incansable

Incansable luchador contra las causas perdidas, en sus numerosos expedientes se deja claro que “es perjudicial para el servicio”.La gran decepción para Jenner López es la ministra de Defensa, Margarita Robles, con quien se ha reunido y comunicado en varias ocasiones y quién no ha movido un dedo, según el militar afectado, por cambiar la situación. “Tampoco para evitar acosos e injusticias por mis compañeras en un Gobierno que se dice feminista”, aclara.Jenner López es un incansable luchador por los derechos humanos de los y las militares. No deja de denunciar una injusticia que caiga en sus manos y ha realizado requerimientos al propio Ejército, al Ministerio de Defensa y a toda institución que, de momento, ha mirado para otro lado ante lo que está ocurriendo.Tres meses sin sueldo por hablar para Diario16 y otros medios de comunicación que, acabarán, lo tiene casi claro: con un despedido de las Fuerzas Armadas.Jenner entró en el Ejército en el 95 y ya desde 1999, con 19 añitos, estuvo destinado en Ceuta ya como cabo, donde realizó puestos de servicio de frontera. Un servicio a la patria que puede acabar con un despido de agradecimiento.“Tengo un hijo y una hipoteca”, explica, quien espera el siguiente movimiento del Ejército.