Además de ser cuestionada por prácticamente todos los partidos políticos parlamentarios, incluso por el ultraderechista Vox, a excepción del PSOE, la delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González, tendrá que preparar un informe requerido por la Fiscalía para que explique por qué dio el visto bueno a la manifestación nazi que protagonizaron unas decenas de personas en pleno centro de Madrid el pasado sábado, con simbología fascista y al grito de consignas como “fuera maricas de nuestros barrios”, “fuera sidosos de Madrid” o “España cristiana y no musulmana”. El Ministerio Público ha abierto diligencias por un posible delito de odio y también ha solicitado información de la polémica manifestación a la Brigada Provincial de Información de la Policía.
Precisamente los agentes de la Policía que estuvieron presentes en la protesta no realizaron ninguna identificación durante el tiempo que transcurrió entre el barrio madrileño de Chueca y la Puerta del Sol, pese a que sus participantes realizaron continuos saludos fascistas durante el trayecto hasta que concluyó en la Puerta del Sol, e incluso se coreó el lema nazi ‘Sieg Hiel’ utilizado habitualmente durante el Tercer Reich alemán con Hitler.
Abascal se demarca de la protesta mientras su medio de referencia, Intereconomía, jaleaba y promocionaba la convocatoria LGTBIfóbica
La protesta se disolvió sin ningún tipo de incidentes, aunque sí se contabilizó una detención. La portavoz del Gobierno del Ayuntamiento de Madrid y delegada de Seguridad y Emergencias, Inmaculada Sanz, informó de la detención de una persona durante la marcha “por agresión a otro manifestante”.
La Delegación del Gobierno en Madrid autorizó la protesta porque fue solicitada por un particular en representación de la asociación de vecinos San Blas-Canillejas y bajo el lema ‘Di no a la agenda 2030/2050’. Pese a estas explicaciones, la Fiscalía investiga si la protesta incurrió en un posible delito de odio y también quiere averiguar cómo es posible que la Delegación del Gobierno no se apercibiera de que detrás de los solicitantes de la manifestación se encontraba una desconocida agrupación de extrema derecha llamada Madrid Seguro, a la que se sumó el partido fascista España 2000.
El presidente del partido ultraderechista Vox, Santiago Abascal, se desmarcó completamente de esta iniciativa y aseguró que la protesta “apesta a cloaca socialista”. El líder de Vox añadió que los manifestantes que corearon lemas LGTBIfóbicos “no representan a ningún español” y los definió como “banda de locos y fanáticos que va gritando barbaridades”.
La decisión de la delegada del Gobierno en Madrid fue criticada tanto por los partidos de derechas como también por Unidas Podemos. La ministra de Igualdad, Irene Montero, retuiteó un hilo en el que se apuntaba que, en contra de las palabras del líder de Vox señalando al PSOE, la manifestación nazi de carácter LGTBIfóbica fue promocionada insistentemente por Intereconomía, medio de comunicación entre cuya cúpula directiva se encuentran destacados miembros del partido ultraderechista.
La protesta fue retransmitida íntegramente por un medio digital, Periódico Digital, que mantiene una inquebrantable línea editorial de apoyo a Vox, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el ex presidente de EEUU Donald Trump.