En su segunda declaración ante el juez, Manuel García-Castellón, el inspector del 'caso Gürtel' ha acusado al partido Popular (PP), de intentar provocar en 2012 una detención sin pruebas del ex tesorero del PP Luis Bárcenas para provocar la nulidad de sumario.
El inspector Manuel Morocho atribuyó la responsabilidad de este plan a toda la cadena de mando policial, incluido el ministro del Interior, Fernández Díaz. En su declaración de esta mañana ante la Audiencia Nacional, ha continuado explicando la estrategia que desplegó el Gobierno presidido por Mariano Rajoy, para boicotear el sumario de Gürtel.
Grabaciones
Hoy han salido a la luz las grabaciones del primer testimonio. En las grabaciones se puede oír cómo “el Partido Popular maniobró para que no incluyera el nombre de Mariano Rajoy en sus informes sobre la trama Gürtel. Pero sobre todo, cómo intentaron comprar su silencio ofreciéndole jugosos puestos en embajadas, todo bajo la supervisión del entonces ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz”.
Morocho, al igual que hizo en su primera declaración, prestada en calidad de testigo, atribuye la responsabilidad de este plan a toda la cadena de mando policial incluido el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. Al que acusa de haber intentado interferir en un informe que elaboró la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) sobre las constructoras donantes, que realizaban donativos en negro al PP.
Constructoras donantes
Morocho y sus policías rastrearon todos los contratos de cada una de las constructoras que aparecían como donantes del Partido Popular con la Administración. Se trataba de esclarecer las posibles relaciones entre las entradas de dinero negro a la caja B del PP y las adjudicaciones.
El amplio trabajo no permitió establecer que las donaciones fueran finalistas, lo que provocó que el juez Pablo Ruz, con el acuerdo de la Fiscalía, archivara la causa contra una veintena de poderosos empresarios al no encontrar indicios suficientes de delito.
Le podía ocurrir como a Baltasar Garzón
Morocho también ha declarado “que tuviera cuidado porque le podía ocurrir como al juez Baltasar Garzón, primer instructor de la causa, que acabó siendo inhabilitado”.
Morocho ha sostenido que recibió “un domingo una llamada de su entonces jefe, el comisario José Luis Olivera”. En ese momento “se encontraba a punto de hacer deporte” y que, el entonces director de la UDEF, Olivera le indicó “que el extesorero se encontraba en el aeropuerto en la puerta de embarque a punto de volar hacia Suiza y que temía que se pudiera fugar”. Ha añadido que “consultó con el juez Pablo Ruz, que instruía en ese momento la causa, y que no lo vio necesario”.
También ha reseñado que todas las injerencias que recibía para introducir modificaciones en los informes afectaban siempre a elementos sustanciales de los mismos y siempre, “para beneficiar al PP y encubrir los presuntos delitos de sus altos cargos”.
Encabezamiento de la UDEF
Morocho ha explicado al juez que le obligaban a quitar el encabezamiento de la UDEF de los informes y que “así lo hizo una sola vez”. Esa orden se la trasladó el propio jefe de la unidad, “Manuel Vázquez”, que sustituyó al recién imputado José Luis Olivera en el puesto. Olivera, investigado por obstruir la investigación de la caja B del PP, pidió a Morocho el teléfono de Rosalía Iglesias, mujer de Bárcenas, sin ser un mando implicado directamente en la operación.
La trama Kitchen se habría dedicado a sabotear el caso que se abrió con las revelaciones contenidas en los 'papeles de Bárcenas'.