Un cumpleaños puede llegar a ser una suerte de boda con uno mismo. Tú y tú celebráis conoceros y haber tenido la suerte de pasar un año más.
Ese era el ambiente en casa de la actriz Arantxa de Juan el sábado cinco de octubre.
Se comía, se reía..., se conversaba y sonreía.
A la mayor parte de las personas que estaban allí no las conocía, aunque muchos eran gente de la profesión, gente del cine y del teatro y del arte, a quienes casi cualquiera es capaz de poner nombre.
Pero la magia no necesitaba de nombres concretos para que todos nos sintiéramos felices. Todos. Aunque sí quiero mencionar a Cristina Suñé, mi muy querida Cristina Suñé, a la que dirigí en THE LONG HELLO, el muy sui generis largometraje que rodé en Nueva York hace ya bastante rato (a ver si un día me alcanza la voluntad y al menos lo subo a Youtube).
Y por supuesto también hay que hablar de la chica que cumplía años: Arantxa.
Es una fuerza de la naturaleza.
Quien no la haya visto en la inolvidable MAGNANI APERTA, escrita, interpretada y dirigida por ella misma, se ha perdido algo único.
Una obra de teatro que hacía en su propia casa, en la que era su casa antes de mudarse a al actual, donde el sábado montó la fiesta de cumpleaños más alegre y entrañable a la que he asistido en mucho tiempo.
Podría dar muchos más datos de ella, pero quien quiera que se mete en Internet e investigue y bucee. Podría también contar alguna anécdota de las muchísimas que conozco, o de las que oí durante la fiesta. O hablar de su un muy mítico padre.
Pero no.
Sólo un feliz cumpleaños y una gran sonrisa.
Felicidades, que cumplas muchísimos más y hagas muchísimas más fiestas. Mi amiga de Nueva York, gran actriz y -es necesario volver a decirlo- alguien imparable, una auténtica fuerza mágica de la naturaleza.
Excelsior