El arraigado amor de la buganvilla y el platanero

26 de Diciembre de 2024
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Maria Ponsà

Maria Ponsà tiene una floristería en la esquina de Rambla Catalunya con la calle Còrcega, en el Eixample de Barcelona. Estos días, ha iniciado una campaña de recogida de firmas para salvar la majestuosa buganvilla, que ha crecido abrazada al platanero de delante de la tienda. Árbol y arbusto conviven entrelazados desde hace 24 años.

Maria, me imagino que llevas unos días con estrés y con falta de descanso

Bueno, la ocasión lo merece, porque estamos luchando por salvar un espacio icónico en la ciudad de Barcelona. Una buganvilla amada por la ciudadanía, un espacio que se conoce como el túnel de la felicidad.

¿Qué ha pasado? ¿Por qué la estáis salvando?

El sábado pasado, hubo unos fuertes vientos y como previsión, para que nadie tuviera el más mínimo problema, perimetramos nosotros mismos la buganvilla con unas cintas. Le cortamos dos ramitas, que bajaban 20 centímetros, y la dejamos como estaba antes de los fuertes vientos. Pero, a pesar de las cintas, la gente continuaba pasando. Así que, por precaución, decidí llamar a Parcs i Jardins de Barcelona. Al día siguiente, ya la habían perimetrado para que la gente no pasara por debajo. La idea era cortarla, después.

¿La buganvilla está en la entrada de tu floristería?

Sí, justo delante, compartiendo espacio con el árbol.

¿Y cómo llegó allí?

Pues, formaba parte de un grupito de buganvillas que compré en el Mercat de les Flors, hace 24 años. Y ésta era el “patito feo”. Todas sus hermanas tenían muchísimas flores y hojas. Ella sólo tenía dos hojitas y unas flores y nadie la quería. Entonces pensé: “pobrecita la voy a plantar en el hueco del árbol”. Precisamente, había en ese momento en Barcelona un proyecto para que la ciudadanía plantara plantas en los huecos de los árboles. El mismo Ayuntamiento hacía la donación de unas plantas para que fueran plantadas. Fue un poco desastre el proyecto.

¿Por qué?

Porque las plantas se tienen que ir cuidando, no es sólo plantarlas. Y no tuvo buen recorrido el proyecto, pero la buganvilla sí, porque la cuidamos y creció, creció y creció…y se enraizó a la tierra fértil de Barcelona e hizo una pérgola.

Sí, parece que su manera de estarte agradecida ha sido floreciendo esplendorosa. Está preciosa.

Sí, y mira que era la más fea y la más pequeña.

Puede que no quisiera mostrar su belleza hasta que no percibiera una buena ocasión para hacerlo. Deja que imagine que la buganvilla, también conocida como trinitaria o veranera, sintió que el árbol podía ser un buen compañero. Es un platanero, ¿verdad? Sí, es un platanero. Las buganvillas no son como las hiedras. Las hiedras se agarran a los árboles, los ahogan y los matan. La buganvilla crece al lado del árbol, pero dejando siempre unos centímetros, cinco o incluso diez centímetros, no se apoya en el árbol en ningún momento y no lo perjudica.

Comparten tierra y espacio. No se invaden, se respetan. Veo una relación de amor, convivencia y respeto. Sin duda, es una historia de amor preciosa.

Sí, ¿qué bonito verdad? Es una historia de amor entre un platanero y una buganvilla.

¿Le llaman el túnel de la felicidad al espacio formado debajo de la pérgola de la buganvilla?

Sí, la ciudadanía lo ha llamado el túnel de la felicidad. Empezó Johannes, un niño-señor que nació con una minusvalía física y psíquica y que va en silla de ruedas. Él siempre le pide a su madre que lo pase por debajo del túnel. Hay personas que cambian su ruta para pasar por este túnel, cuando se sienten un poco deprimidas o tristes. Muchísimos transeúntes nos dan las gracias y nos explican que pasan expresamente y no por casualidad. La cuidamos, la alimentamos y la regamos. Y en épocas de sequía la hemos regado con el agua sobrante de los jarros de las flores ya vendidas, en vez de tirarla por las cañerías. El proyecto no puede ser más ecológico. Da felicidad a todo el mundo.

¿Es la primera vez que te movilizas para salvar la buganvilla ?

No, no, no…Es la segunda vez. La primera fue en el 2018 cuando las entidades del Ayuntamiento multaron a todas las floristerías por tener plantas en la calle.

floristería
floristería

¿Y cuál fue el motivo?

Parece ser que el gremio de floristas protestó, porque consideraban un intrusismo profesional que los comercios chinos de Barcelona tuvieran plantas. Pusieron denuncia y entonces el Ayuntamiento hizo retirar todas las plantas de la calle. Yo pagué 1800 euros de multa y retiré las plantas. La retirada de plantas incluía la buganvilla plantada en el hueco del árbol. No recuerdo entonces lo que medía la planta, pero tenía que ser retirada y, claro, la única manera era cortándola. Y ahí sí que puse toda mi energía y mi firme determinación para salvarla.

Y lo conseguiste

Sí, porque una cosa es retirar unas flores y entrarlas dentro, aunque no me parece muy lógico porque las flores embellecen la ciudad. A los floristas no se nos puede tratar como si fuéramos la terraza de un bar, donde cobras por un servicio. Tenemos el mismo cash si las plantas están fuera o están dentro. Yo creo que hacemos un servicio a la ciudad y deberíamos ser galardonados por ello. No sé si hay otras ciudades donde se multe a los floristas por embellecer la ciudad.

No lo sé, tendría que investigarlo.

A mi tampoco me molesta que un comercio chino venda una planta. Porque lo que yo hago es muy diferente a vender. Yo asesoro, confecciono y personalizo un trabajo. Nuestra formación como floristas nos defiende de todo, nosotros cuidamos a nuestros clientes y a las plantas. No compramos y vendemos, simplemente.

¿Desde cuándo eres florista y desde cuándo estás aquí, en la esquina de Còrcega con Rambla Catalunya?

Vengo de la cuarta generación de floristas, una antepasada mía que se llamaba como yo, fue florista en el Palacio de Buckingham, en Inglaterra. Pero, como mis padres querían que estudiara, me licencié en psicología e hice dos cursos de historia del arte y trabajé como psicóloga infantil. Entonces, a raíz de una enfermedad familiar, falleció mi padre. Y para que mi madre no sufriera, pedí una excedencia con la intención de mantener la tienda en pie. Fue así como me enamoré de las flores. Vi que era mi verdadera vocación y que podía hacer un trabajo de ayuda muy importante a la gente. Hace ya 45 años que estoy en esta esquina en Rambla Catalunya.

He leído que en la medicina tradicional mexicana el té de buganvilla es preciado. Es antipirético. Se usa para problemas respiratorios, como la tos, el resfriado y la congestión.

Exactamente, pero no sólo el té. Porque el té entra por las papilas gustativas, por la boca, pero tenemos otras ventanas: la nariz, los ojos, los oídos. Entonces, cuando tú estás delante de un vegetal, que tiene unas determinadas cualidades, lo puedes recibir por el tacto y por todos los sentidos. Todo son ventanas para que traspase el cuerpo físico y llegue a tu interior. Es como medicina para el alma y para el cuerpo.

Es de energía poderosa, la filosofía china dice que abre las puertas a la abundancia. La Medicina china y todos nuestros grandes sabios que nos han precedido. Yo tenía una tía que era trementinaria. Recogía esencia de trementina de los árboles y, a pie y cargándola, la bajaba a Manresa, casi desde Andorra, para que sirviera de desinfectante en cirugía. Y, también, para que los pintores la mezclaran con las pinturas. O sea para la salud y para el arte.

Hace pocos días que empezaste la campaña para salvar a la buganvilla. ¿Cuál ha sido la respuesta de la ciudadanía? ¿Cuántas firmas has recogido?

Casi 5000 firmas. Después de la publicación en los medios de comunicación, la venida de la gente ha sido masiva para que la buganvilla no sea talada.

¿Has tenido respuesta del Ayuntamiento?

Bueno, los que la iban a cortar son Parcs i Jardins, que son los que se encargan de “proteger” los vegetales. Se personó una técnica y me dijo que no pensaban cortarla, que buscáramos una solución y me propusieron que hiciera un proyecto. Esa misma tarde, les presentamos un anteproyecto, simplemente para que nos dijeran si íbamos bien y podíamos seguir trabajando. Pero, ha habido silencio por respuesta y no he recibido nada escrito, tampoco.

¿Qué falta? ¿Qué necesitas?

Un compromiso escrito de que no van a cortarla. Hasta ahora, los mensajes han sido verbales y un poco confusos, del tipo “Sí, bueno, no la cortaremos, pero, bueno, como comparte hueco con el árbol quizás perjudica al árbol… ” Y no lo perjudica, sino que lo beneficia. Esto pueden estudiarlo, ellos son técnicos, y seguramente peritos agrícolas, lo pueden comprobar.

Se están retroalimentando la buganvilla y el platanero. Se están queriendo.

Sí. Y ahora porque es invierno y todos los plataneros están con la hoja caduca. Pero, de todos los árboles de la cercanía, el más bonito es el que está con la buganvilla.

Está contento.

Claro, porque está enamorado.

Me haces sonreír. Vamos a titular por aquí.

Me parece perfecto.

Así que un compromiso por escrito del Ayuntamiento es lo que necesita la buganvilla. Un compromiso por escrito de que no va a ser cortada y que exista una excepcionalidad sobre la norma, no sólo para mí, sino para todas las personas que quieran tener algo tan bonito en nuestra ciudad y en todas las ciudades del mundo. De hecho, en Berlín hay plantas plantadas que cuidan los mismos vecinos y están protegidas por sus ayuntamientos. Hablé ayer de esto con Clementina Milá, hermana de Mercedes y Lorenzo Milá. Clementina y Mercedes se están implicando mucho en la movilización. Me gustaría que, sobretodo, quedara claro que las firmas no las recojo para ir en contra de nadie. Sino a favor de las entidades de esta ciudad. Nosotros la cuidamos y la regamos. Es tener la ciudad bonita a coste cero. Y mira, hablando con ella ayer…

¿Con quién?

Con la Buganvilla…

¿Hablas a menudo con ella?

Sí, hablo con ella cada día. Y me dijo: “Maria, ¿y las demás plantas, qué?¿No las vamos a proteger? Y le dije que sí, que claro. Esta historia de amor no tiene que ser única y exclusiva. Se tiene que expandir. Imaginemos cómo sería que en todas las calles hubiera plantas bonitas y cuidadas, cumpliendo normativas, todas protegidas. El oxígeno de las ciudades cambiaría.

Sí. Querías añadir algo.

Sí, por favor, una pequeña notita de admiración para una de las hijas de Félix Rodríguez de la Fuente, Leticia Rodríguez. Que hace un trabajo precioso en la naturaleza plantando plantas silvestres. Me gustaría darle las gracias por la conciencia con la que trabaja el mundo vegetal, porque la siento y la vivo como a una hermana. Cuando la oigo es como si me oyera a mi misma. Me encantaría conocerla y abrazarla.

 

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