“Incluso cuando van las cosas bien uno se pregunta si no podrían haber ido mejor”

La docena de relatos de ‘Un lugar mejor’, lo último de Pedro Ugarte, indaga en lo cotidiano para extraer lo extraordinario de vidas anodinas que siempre tienen pasado, mentira y frustraciones que exorcizar

16 de Febrero de 2025
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El escritor Pedro Ugarte. Fotos: Fotos: E. Moreno Esquibel

Como un entomólogo que aproxima la lupa a su pieza más codiciada, la literatura del escritor bilbaíno Pedro Ugarte (1963), uno de los referentes actuales del relato en España sin duda alguna, busca siempre el detalle en lo doméstico, aquello que a primera vista pasa desapercibido pero que deja sin remisión un poso ineludible en las interrelaciones personales de los personajes que protagonizan sus historias. Y siempre con la piedad como eje vertebrador de la actuación de seres en busca de ese “lugar mejor” que siempre se hace un poco más lejano por mucho que nos empeñemos en su captura y consecución. En esta ocasión, Ugarte ha estructurado esta docena de relatos en cuatro grandes apartados interconectados entre sí por hilos finos. El pasado, la mentira, las frustraciones y una “última estación” reparadora articulan una absorbente aproximación a relatos hilvanados con una maestría al alcance solo de un puñado de elegidos.

Sus cuentos, pegados a la más cotidiana realidad, están atravesados por un poso de inquietante melancolía que tienen tanto de reconfortantes como de catárticos. ¿Por qué?

Creo que un escritor, realmente, no puede elegir sus temas, tampoco modelar sus intenciones. Todo viene dado, pero eso no es fruto de ninguna clase de acontecimiento mágico: es fruto de la cotidianeidad, del trabajo, de la constancia. Empiezas a escribir, vas aprendiendo las artes del oficio, te decantas por ciertos temas, ambientes, personajes… Y, sin premeditarlo, acabas gestando un mundo literario en el que habitarás para siempre.

El conjunto de relatos de Un lugar mejor está perfectamente compartimentado en cuatro grandes líneas temáticas: memoria, soledad, mentira y “última estación”. ¿Una forma de guiar al lector o más bien de ofrecerle un muestrario diverso de situaciones cotidianas?

En efecto, son apartados temáticos. Creo que hay una diferencia fundamental entre la elaboración de una novela y la elaboración de un libro de relatos. En la novela, la planificación precede a la ejecución. En el libro de cuentos es al revés: la ejecución precede a la planificación. En este último caso, vas elaborando cuentos y más tarde, poco a poco, surge la idea del libro y de su ordenación. Y he de decir que en esta tarea el editor de Páginas de Espuma, Juan Casamayor, se implica de forma total, participa, habla, discute con el autor… Al fin y al cabo, hay un largo trayecto entre el manuscrito y el libro publicado, un trayecto que escritor y editor transitan juntos.

“Habitemos donde habitemos, siempre está en nuestra conciencia la expectativa de un lugar mejor”

Sus historias nos demuestran que cualquiera de nosotros es un cuento andante, si verdaderamente nos paramos a pensar dos veces. ¿En su día a día es donde halla la inspiración para ellas?

Tengo claro que, en el eterno debate entre fondo y forma, la literatura se funda en la forma. Todavía más, es la forma (el estilo, el lenguaje) lo que justifica la utilización de cualquier contexto humilde, escasamente épico, para configurar una buena historia.

Asegura que Un lugar mejor se diferencia de otros libros suyos por su versatilidad y variedad de registros. ¿En qué sentido?

En Un lugar mejor he explorado, en términos estilísticos, más allá del que siempre ha sido mi estilo habitual. Hay pequeños, a veces casi imperceptibles, homenajes a grandes figuras literarias; y sobre todo, en algunos cuentos, he recurrido a un estilo más sobrio, más contenido, que el que suelo practicar.

Usted, como narrador de historias de gente cotidiana y perfectamente reconocible, adopta un distanciamiento relativo sobre sus personajes y, sobre todos ellos, ejerce una especie de piedad sobre sus actos u omisiones. ¿Busca con ello algún tipo de reacción en el lector?

El escritor siempre busca influir en el lector. Se presume que sus historias persiguen algún objetivo: sorprender, conmover, interesar, aturdir, divertir… Yo no tengo un objetivo demasiado claro, pero es verdad que mi mirada sobre los personajes, incluso los más negativos, intenta ser compasiva y piadosa. No todo se puede justificar en términos morales, por supuesto pero, si acercas la lente todo lo que sea necesario a la realidad, las cosas que ocurren sí resultan, al menos, explicables.

“En la novela, la planificación precede a la ejecución. En el libro de cuentos es al revés: la ejecución precede a la planificación”

El título que aglutina esta docena de historias sobrevuela todas ellas. Parece que quiere decirnos que todos intentamos empeñarnos siempre en buscar con ansia un resquicio por el que huir de nuestra cotidianidad hacia “un lugar mejor”…

Sí, la composición “un lugar mejor” aparece en todos los cuentos del libro. He comprobado que mucha gente se ha dado cuenta, lo cual, como autor, me satisface. Coincido con esa explicación. En cierto modo, este es también un libro sobre la esperanza y sobra la otra cara de la moneda: la desesperanza. Ambas interactúan a lo largo del libro, desde la portada hasta la última página.

Familias, relaciones paternofiliales, parejas… Mundos interrelacionados que ponen a prueba nuestra resistencia vital a diario. ¿Sus cuentos son un intento de mostrarnos las minas que encontramos desde que nos levantamos de la cama?

Sí, estoy de acuerdo con esa idea. La vida en las sociedades desarrolladas, para la gran mayoría de las personas, transcurre sin peligros o amenazas de tipo físico. Esas mismas sociedades son tan complejas que las amenazas, las coacciones, adquieren un carácter invisible, abstracto, pero no por ello menos real. La amenaza sigue ahí, aunque acaso no se ve, y el miedo también sigue presente, a modo de alerta. A veces he dicho que la vida en nuestras sociedades transcurre como un tranquilo paseo en bicicleta, en efecto, pero que a los lados hay terribles abismos, y basta un solo error para caer a los infiernos.

Abunda también en historias de parejas que, llegadas al ecuador de su trayectoria vital, necesitan una catarsis, y, en no pocas ocasiones, esta llega a modo de indeseada explosión. ¿Elegimos siempre el peor camino de todos los posibles?

¡No! ¡Siempre no! Pero incluso cuando van las cosas bien uno se pregunta si no podrían haber ido mejor. Así como la esperanza y la desesperanza se enfrentan constantemente, lo mismo ocurre con, en palabras de Luis Cernuda, la realidad y el deseo. Por eso mismo, habitemos donde habitemos, siempre está en nuestra conciencia la expectativa de un lugar mejor.

Un lugar mejor Pedro Ugarte Páginas de Espuma 208 páginas 17 €
Un lugar mejor Pedro Ugarte Páginas de Espuma 208 páginas 17 €

 

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