El facherío mundial se la envaina ante el imponente legado de Francisco pese a sus sombras

Los líderes conservadores mundiales y ultras se pliegan al reconocimiento de la figura del papa fallecido pese a practicar políticas ultraliberales, negar el cambio climático, promover el genocidio de Gaza o fomentar el armamentismo

22 de Abril de 2025
Actualizado el 23 de abril
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Milei se reverencia ante el papa en el Vaticano.
Milei se reverencia ante el papa en el Vaticano.

Pese a todo y pese a todos los que intentaron torpedear con fuego ‘amigo’ desde el facherío mundial su mensaje hacia los más desfavorecidos y olvidados del planeta, con reflexiones en defensa del medio ambiente, la igualdad y la lucha de clases, la sombra de Francisco comienza a ser muy alargada apenas unas horas después de su fallecimiento. Y ante tan torrencial y prácticamente unánime veredicto, los ultras no han tenido otra que plegarse a la ola de reconocimiento planetario hacia la figura de un papa que, pese a sus no pocas sombras, ha cambiado, se supone que para siempre, el rumbo monocorde y unidireccional de la Iglesia católica, acartonada y anclada en tiempos pretéritos sin que nadie osara mover sus fuertes cimientos inmovilistas de siglos y siglos.

Hasta la llegada de Francisco, los ultras siempre tuvieron en el Santo Padre un mentor incuestionable que los guiaba espiritualmente por la senda del bien y las buenas costumbres cristianas a través del dogma cristiano. Pero en apenas 12 años y 39 días de papado de Bergoglio, todo cambió para los líderes mundiales que sólo conjugan el significado sacrosanto de la libertad como sinónimo de beneficio económico por encima del bien y del mal, ya pase la humanidad hambre, guerras y otras injusticias de diferente cariz.

Los mismos líderes mundiales, muy cristianos todos ellos, que demonizaron su “comunismo” rampante, hicieron mutis por el foro cuando Francisco se acantonó en contra de la eutanasia, el aborto o la igualdad real en el seno de la Iglesia

Francisco ha dado voz a los parias de este mundo, ha puesto en el epicentro del foco mediático la injusticia de las guerras, la insaciabilidad del capitalismo salvaje, el ansia de los migrantes por la búsqueda de un mundo mejor… En definitiva, un jesuita con los pies en la tierra, cercano y afable, que siempre estuvo ahí para lavar los pies de personas en los márgenes como acto de humildad y servicio. Y claro que sí, aquellos líderes mundiales, muy cristianos todos ellos, que demonizaron su “comunismo” rampante, hicieron mutis por el foro cuando Francisco se acantonó sin dudarlo un instante en contra de la eutanasia, el aborto o la igualdad real entre hombres y mujeres en el seno de la Iglesia católica. Ahí todos sí, unidos en una misma causa, imploraron a coro “amén” y se persignaron al unísono.

La presidenta madrileña, durante su recepción con el papa Francisco.
La presidenta madrileña, durante su recepción con el papa Francisco.

Nunca vieron venir todos esos liberales de pro, ultranacionalistas y ultracatólicos de golpes en el pecho y cilicio, los Milei, Trump, Vance, Orban, Le Pen y Meloni de turno, que el orbe mundial rendiría entregada pleitesía a un papa del que todos destacaron, cuanto menos, que fue “un buen hombre”, como ha tenido que reconocer con la boca pequeña el propio Trump al poco del fallecimiento del obispo de Roma. El mismo presidente estadounidense que arma hasta los dientes al estado de Israel para facilitar el genocidio de Gaza, o la misma Meloni que busca ansiosamente un Guantánamo particular en pleno Mediterráneo para sus migrantes indeseados. O el mismo Milei, que saca la motosierra para quebrar aún más la desigualdades lacerantes de un país que no sale del hoyo ni rezándole a su papa, el mismo Francisco en el que el presidente argentino creyó ver al “representante del Maligno en la Tierra”.

Los conservadores españoles, liberados

No mucho mejor ha sido la imagen dada por la bancada conservadora española, la ultra y la moderada, en la despedida de Francisco, ya que prácticamente al unísono ha dado el pésame más casi como una liberación que como una fatalidad del destino. Tanta ha sido la compostura que han debido adoptar los Abascal, Ayuso y Feijóo de turno que lo más destacado que han visto en el papa argentino es que habla español. De nuevo, el patriotismo de banderita que no falte ni siquiera ante un papa yacente.

Los Abascal, Ayuso y Feijóo de turno han dado el pésame al unísimo más como una liberación que como una fatalidad del destino. Tanta ha sido su compostura que lo más destacado que han visto en el papa argentino es que habla español

Al líder del principal partido de la oposición en España se le entiende mejor por lo que dice que por lo que piensa, siendo esto último un expediente equis de difícil revelación divina. Así, no cabe reinterpretación posible en este hierático pésame vía X: “El Papa que hablaba español y a punto estuvo de peregrinar a Santiago de Compostela. Ha servido al mundo y a la Iglesia desde sus convicciones y pensamiento hasta el último instante”. Que traducido al español de la calle viene a decir que menos mal que hablaba español y Galicia tiene una joya como es el Camino de Santiago, que si no, a ver cómo podríamos digerir un papado ajeno a los principios liberales, porque “sus” convicciones y pensamiento nos venían haciendo la puñeta al negocio desde que asumió el anillo del Pescador.

 

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