La movilidad en España ha dado un paso hacia la modernización. El Consejo de Ministros aprobó el pasado martes la reforma del Reglamento General de Circulación, un cambio fundamental que actualizará el sistema de señales de tráfico vigente desde 2003. Este ajuste es el resultado de la creciente evolución de las infraestructuras, las tecnologías y los nuevos modos de transporte. Así, el nuevo catálogo de señales de tráfico busca mejorar la seguridad vial y garantizar que los mensajes sean claros, accesibles y comprensibles para todos los usuarios de las vías.
La adaptación a la realidad actual
En un contexto de constante cambio, las necesidades de señalización no son las mismas que hace dos décadas. El avance de los vehículos de movilidad personal, como los patinetes eléctricos o las bicicletas, así como los avances tecnológicos en los sistemas de tráfico, demandan nuevas soluciones. Además, la incorporación de la sostenibilidad y la accesibilidad como principios fundamentales de la política pública ha sido un factor clave en esta actualización.
El nuevo catálogo incorpora señales adaptadas a estos cambios, eliminando aquellas que han quedado obsoletas o que ya no responden a la normativa vigente. También se modernizan los pictogramas, mejorando su visibilidad y simplificando su comprensión. Todo ello con el fin de hacer el sistema de tráfico más eficiente y coherente a nivel nacional.

Un lenguaje visual inclusivo
Uno de los aspectos más destacados de esta reforma es la eliminación de connotaciones de género en las señales, lo que se enmarca dentro de un esfuerzo por promover un lenguaje visual más inclusivo. Esta modificación se alinea con los principios de la Convención de Viena sobre Señalización Vial, garantizando una mejor comprensión por parte de todos los usuarios, incluidos peatones, ciclistas y conductores.
Este cambio no solo busca facilitar la interpretación de las señales, sino también crear un entorno más respetuoso e igualitario en el ámbito público. Con este enfoque, las nuevas señales también tendrán un impacto positivo en la accesibilidad de las infraestructuras, algo esencial en una sociedad que busca ser cada vez más inclusiva.
Nuevas señales para una nueva era
El catálogo actualizado incorpora señales para regular modos de transporte emergentes, como los vehículos de movilidad personal (VMP). En un contexto urbano, donde el uso de patinetes eléctricos y otros medios de transporte alternativos está en auge, se hace necesario crear señales que los regulen. De esta manera, se busca asegurar una circulación segura y ordenada de todos los vehículos, evitando posibles conflictos entre diferentes tipos de usuarios de la vía.
Además, el diseño de estas nuevas señales se ha basado en un análisis exhaustivo de las prácticas internacionales, para garantizar que las señales sean universalmente comprensibles. Esto facilitará su interpretación no solo a los conductores nacionales, sino también a aquellos que visitan el país y que deben adaptarse rápidamente al sistema vial español.
El cambio también incluye una mejora en la sostenibilidad de la señalización. Se han ajustado los tamaños de las señales para favorecer su fabricación de manera más eficiente, reduciendo el consumo de materiales y optimizando los recursos públicos. Este enfoque responde al compromiso del gobierno con la sostenibilidad y la eficiencia en el uso de los recursos del estado.

Otro aspecto relevante es la actualización de las señales en estaciones de servicio, que ahora incluirán información sobre los nuevos tipos de combustibles, como el gas o el hidrógeno, que están ganando terreno en el sector de la movilidad. De este modo, los conductores podrán encontrar información más precisa sobre los medios disponibles para repostar, mejorando la experiencia en su viaje.
Proceso de implementación gradual
La entrada en vigor del real decreto está prevista para el 1 de julio de 2025, aunque el cambio físico de las señales se realizará de manera progresiva. Esto se hará de acuerdo con los ciclos de renovación habituales para minimizar las cargas administrativas y optimizar el uso de los recursos públicos.
A pesar de la pronta entrada en vigor de la reforma, los nuevos contenidos no se incorporarán de inmediato en los exámenes teóricos para obtener los permisos de conducción. El gobierno ha previsto un plazo mínimo de tres meses para permitir que los manuales de formación se actualicen adecuadamente y que los aspirantes tengan tiempo suficiente para adaptarse a los nuevos cambios.
Con este cambio, España se adapta a las nuevas exigencias de la movilidad y pone en marcha un sistema de señalización más moderno y eficiente. Las nuevas señales estarán en línea con los estándares internacionales, lo que no solo mejorará la circulación en las carreteras, sino que también impulsará la seguridad vial, un objetivo prioritario para cualquier país.
El futuro de la señalización vial ya no está marcado solo por las necesidades del presente, sino también por las tendencias globales que influirán en la movilidad en las próximas décadas. España ha dado un paso firme hacia la integración de estas tendencias, asegurando que sus carreteras sean más seguras, inclusivas y sostenibles.