Golpe a una red criminal que robaba a menores de los centros de protección para tráfico de seres humanos

17 de Septiembre de 2019
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POLICIA Policía Pederastia
Agentes de la Policía Nacional, en colaboración con EUROPOL, han desmantelado una red criminal dedicada principalmente al tráfico de seres humanos y a la sustracción de menores de los centros de protección, con destino a Francia y Bélgica. Para ello, utilizaban autobuses de empresas ubicadas en Marruecos, España y Francia cuyo punto de partida era el Puerto de Almería. La organización contaba con una red de captadores especializados por nacionalidades: marroquíes, argelinos, malienses y sirios. Uno de sus miembros sustraía a menores malienses de un centro de protección de Almería para ser traficados a Europa.La investigación comenzó cuando la Policía de Francia comunicó a la Policía Nacional que un ciudadano español había sido detenido por conducir un autobús donde viajaban 22 inmigrantes irregulares, entre ellos 6 menores de distintas nacionalidades africanas. Se inició un operativo en diversas ciudades españolas con la finalidad de identificar a los miembros de una organización criminal que estaban favoreciendo la inmigración clandestina haciendo uso de empresas de autobuses ubicadas en Marruecos, España y Francia. Se descubrió que el administrador único de las empresas era un ciudadano marroquí, presunto jefe del entramado criminal.

Rutas de Almería con destino a Francia o Bélgica

El punto de partida era el Puerto de Almería. Desde allí, varios de los detenidos captaban a inmigrantes que acababan de llegar a España en patera o de otra forma clandestina. Les ofrecían llevarles en autobús hasta Francia o Bruselas cobrándoles hasta tres veces más que a un pasajero regular.Estos captores formaban grupos especializados en nacionalidades, dividiéndose en marroquíes, argelinos, malienses y sirios. El grupo especializado en malienses, se dedicaba a sustraer menores extranjeros no acompañados de un centro de protección de Almería. Para fugarse del centro, los menores empleaban la violencia contra los trabajadores sociales.Igualmente en Almería, la organización criminal contaba con los servicios de una persona que ofrecía alojamiento a los inmigrantes irregulares en sus pisos a cambio de una elevada contraprestación económica, teniendo que pagar por dormir hacinados en habitaciones Además, los captores controlaban el contrabando de tabaco, tráfico de hachís y especies cinegéticas en el puerto.

“Taquillas Black”

Desde Almería, los autobuses iniciaban dos rutas, una con destino a Estrasburgo (Francia) y otra con destino a Bruselas (Bélgica). Ambas rutas tenían numerosas paradas a lo largo de la costa mediterránea para la subida de más inmigrantes. Son las denominadas “taquillas black” y se situaban en hoteles o locutorios, conocidos por los inmigrantes, localizados en Murcia, Alicante, Barcelona y Tarragona. Llegaron a profesionalizar el negocio en las estaciones de autobuses de Madrid, Barcelona y Murcia contando con sólidos contactos criminales que les conseguían pasajeros irregulares y menores extranjeros no acompañados.Cuando se aproximaban a la frontera entre España y Francia, extremaban las medidas de seguridad para no ser detectados. Enviaban coches lanzadera o se salían en pueblos adyacentes para evadir el control policial. Al llegar a La Junquera, se bajaban todos los pasajeros irregulares y los separaban en grupo para que continuaran en taxi hasta la primera estación de servicio en Francia, donde volvían a subir al autobús para continuar el viaje.
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