Víctor Yángüez es un joven estudiante que ha visto truncada una parte de su vida cuando su familia tuvo que ser desalojada y sólo tuvo media hora para sacar sus cosas de su casa. Es uno de los afectados por las obras de la Línea 7b de Metro de Madrid en San Fernando de Henares. Su edificio ha sido ya derribado y ahora se ve obligado a pagar el alquiler y la hipoteca de una vivienda que ha sido derruida.
Usted y su familia vivían en lo que se ha dado en llamar la zona cero. Su edificio fue el primero como bloque de viviendas. Antes del desalojo, ¿cómo era la vida, escuchando crujidos, sintiendo que se movía el edificio, cómo vivían en familia. esa situación?
Pues mira, es una pregunta que nunca me han hecho. Es otro drama también. Ya no solo vive el drama como afectado, ni la ruina que esto no supone económica y psicológicamente. En enero de 2021, después de Filomena, yo recuerdo que se estaba derritiendo la nieve. Desde ese mes sufrimos ese maltrato porque se empezaron a hacer las obras de consolidación del terreno alrededor de nuestro edificio, las mismas que se están haciendo ahora, sin previo aviso. Es decir, un día, nos levantamos vimos cómo empezaban a meter maquinaria pesada en la calle. Empezaron a invadir el portal y de la noche a la mañana se convirtió en una mina, literalmente una mina. Así estuvimos durante cuatro meses, hasta marzo o abril del 2021. Hubo hasta cortes de gas sin aviso. Cuando infiltraban alrededor del bloque para contener esa agua que se les estaba escapando hubo roturas de las tuberías de gas y sufrimos cortes. Los ruidos provocaban unas migrañas espantosas.
Apenas llevábamos un año viviendo en nuestra casa. Psicológicamente, mi familia y yo estamos muy afectados. Justo cuando se fueron las máquinas empezaron a salir las primeras grietas y ahí empezamos a vivir con miedo. Ni siquiera podíamos salir a la terraza porque empezaron los bloqueos en las ventanas y las puertas, algo que es muy común entre los afectados, porque los movimientos de los edificios provocan que se descuadren. Lo mismo sucedió con el ascensor. Se quedaba atrancado porque la puerta se había descuadrado. Por la noche no dormíamos porque escuchábamos los crujidos de las grietas.
Tras el desalojo, la Comunidad de Madrid os trasladó a un aparthotel. ¿Cómo fue tener que vivir en familia en una habitación o en un apartamento de un apartahotel?
Nosotros estuvimos nueve meses allí. No vivíamos en familia. Rompieron el vínculo familiar. El aparthotel no estaba habilitado para una vida familiar. En mi familia somos 3 personas y las habitaciones sólo tenían 1 cama. En ese tiempo yo no pude vivir con mi madre y con mi hermano. Nos pusieron en habitaciones distintas. Me tenía que recorrer una gran distancia de pasillo para ver a mi familia. Además no teníamos una planta sólo para nosotros para nosotros. Nos encontrábamos con la gente que estaba de vacaciones, muy desagradable. El trato fue inhumano. La comida que nos daban era de sobre y precocinada. Todo ello por no hablar de las condiciones higiénico-sanitarias. Llegamos a pensar en poner una reclamación para que hicieran una inspección de sanidad en el hotel. Los colchones tenían quemaduras, los filtros del aire estaban llenos de suciedad.
Una vez que termina el contrato de emergencia, en septiembre de 2022, la Comunidad de Madrid anunció que os darían una asignación o una ayuda de 798 euros mensuales. ¿Se está pagando esa asignación? ¿Es suficiente ese dinero para poder hacerse cargo del coste de un alquiler, tal y como están los precios en la actualidad?
Antes de septiembre, ni familia ya estaba harta del hotel. Reclamábamos que nos trasladaran a un piso. En mayo de 2022, cuando se produjo los desalojos de Pablo de Olavide la Comunidad de Madrid empezó a ceder un poco en este sentido. En junio nos pudimos trasladar a un piso en Madrid con un alquiler de 1.100 euros. La Comunidad se hizo cargo hasta septiembre y fue quien pagó la fianza al casero. Nos avisaron un día antes de que el contrato se acababa en septiembre. A partir de ahí el alquiler lo ha tenido que pagar mi familia. A esto hay que añadir que tenemos que seguir pagando la hipoteca de una casa que han derribado.
Respecto a la ayuda, hubo familias que sí la cogieron. En principio, mi familia decidió no aceptarla porque lo que queríamos era que la Comunidad se hiciera cargo de nuestro alquiler. Tuvimos que pedir un préstamo para poder hacer frente al pago del alquiler, porque lo nos hacía falta era otra mudanza. Pero han tardado mucho en pagar esa ayuda y, claro, las familias han tenido que estar todo ese tiempo adelantando el dinero de sus alquileres.
Por otro lado, no me quiero olvidar de los vecinos a los que la Comunidad no les ha concedido la ayuda porque no estaban empadronados en San Fernando. No es obligatorio estar empadronado donde vives. Lo que está claro es que estas familias son las que no van a cobrar nunca porque se les pone la pega del padrón.
Muchas de las familias, como es su caso, están ahora mismo pagando hipotecas de viviendas que han sido declaradas en ruina o, directamente, derruidas. A eso hay que sumar los alquileres. ¿Sabe si ha habido alguna intermediación de la Comunidad de Madrid con las entidades bancarias para que, al menos, se pare el cobro de esas hipotecas?
Esto es un verdadero drama. Muchas personas, algunas vecinas mías, se han tenido que ir a vivir a casas de familiares o a sus pueblos fuera de la Comunidad de Madrid porque no pueden permitirse estar pagando hipotecas y alquileres a la vez. Que yo sepa, no ha habido ninguna intermediación.
¿Y algún ofrecimiento por parte de alguna entidad bancaria?
Ofrecimiento como tal, no. Sé de algunos vecinos que han intentado llegar a algún tipo de solución a través de sus abogados. En nuestro caso, no nos han ofrecido ninguna solución. Seguimos pagando la hipoteca. Incluso nos continuaban pasando el recibo del seguro del hogar. Imagínate, tener que pagar el seguro de una casa que han derribado.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, en los últimos días, ha lanzado ataques contra la Plataforma de Afectados. Ella habló de un presupuesto de 122 millones de euros. Sin embargo, las cuentas no cuadran si el 90% de ese dinero va a ir destinado a reparaciones del Metro…
Sólo en mi bloque había 24 viviendas, dos locales y 39 plazas de garaje. Hay más de 600 viviendas afectadas por las obras del Metro. De momento, hay un total de 77 viviendas derribadas o con declaraciones de ruina. Pero llegarán más. Nuestro bloque fue el primero en ser derruido, porque si no lo hubieran hecho se habría caído solo. Pero ahora mismo hay muchos más que están en la misma situación y no los han derribado y que, creo, no lo harán hasta después de las elecciones. Tanto a los que nos han tirado las casas como a los que se les ha declarado en ruina nos van a indemnizar, pero si hacemos cuentas y dividimos esos 77 expedientes con el dinero que queda del presupuestado para indemnizaciones (12 millones de euros) tocaríamos a poco más de 155.000 euros.
Es decir, más o menos la indemnización mínima que anunció Ayuso de 135.000 euros…
Esto es muy duro. Mientras la Comunidad de Madrid anuncia a bombo y platillo esas cosas, como si fueran a pagar a todo el mundo el máximo, luego la realidad te muestra que no es así. Los afectados estamos en un constante vaivén porque no sabemos realmente qué creer, porque a nosotros no nos han dicho nada de ese dinero, de lo máximo y lo mínimo. Intuimos que ese dinero es por vivienda. Lo del máximo y el mínimo, por ejemplo, sí saldría para quienes tienen, por ejemplo, una vivienda y un local, que suman dos indemnizaciones. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando hay una casa que es más grande que otra? Eso es lo que aprovechan cuando dan sus ruedas de prensa y juegan con las cifras.
Al final, las indemnizaciones de Ayuso, ¿van a quedar por debajo del valor real de las viviendas?
Alrededor de un 40% del valor real de la vivienda.
El alcalde de San Fernando acusó a Ayuso de mentir cuando la presidenta afirmó que no os podía construir una vivienda nueva porque San Fernando no tenía suelo. ¿Qué harían si, finalmente, les ofrecen una solución de este tipo?
Esta solución la pusimos nosotros encima de la mesa cuando estábamos en el aparthotel en una reunión que tuvimos con Miguel Núñez, director de Infraestructuras. Fue denegada. Esto es algo que hemos planteado en varias ocasiones y la Comunidad de Madrid no ha cedido. Les sale más rentable darte una mierda que construir viviendas nuevas. Además, ahora mismo, ya llegarían tarde. Yo pongo el ejemplo de mi familia. Ya llevamos un año y medio fuera de casa. ¿Cuánto se tardaría en construir un bloque de viviendas? ¿Qué vamos a estar, otros cinco años más en la calle?
Da la sensación de que la Comunidad de Madrid sólo reacciona cuando hay alguna acción mediática por parte de los afectados…
Si hacemos ruido, ellos reaccionan. Hace unas semanas, el consejero dijo en una rueda de prensa que en enero iban a estar todos los vecinos indemnizados. ¿A qué están esperando? No nos han indemnizado nada y ha hecho falta una manifestación multitudinaria como la de la Puerta del Sol y que los vecinos hayan salido en los medios para que reaccione Ayuso. Ya se ha empezado a llamar a los propietarios de las plazas de garaje, las que, precisamente, no generan ningún drama familiar, para decirles que la documentación de la indemnización ya está lista. Pero no te dan una cifra concreta, como dijo el consejero, ni te hacen una transferencia directa. De hecho, el pago de la indemnización no es inmediata. Hay un plazo para alegaciones.