El despropósito legal e institucional al más alto nivel se ha ejecutado: María Salmerón, víctima de violencia machista, ha ingresado en prisión este jueves, condenada a nueve meses de prisión por incumplir el régimen de visitas de su hija, ya mayor de edad, con su progenitor maltratador, condenado a 21 meses de prisión por violencia física y psicológica sobre esta mujer indultada hasta en tres ocasiones por el Gobierno de España. Él jamás ha pisado la cárcel. Hoy jueves, su hija Miriam, que en escasos diez días cumplirá 22 años de edad ha remitido una estremecedora carta a los medios de comunicación en la que explica sentirse “rota y llena de rabia e impotencia”. Además, exige la dimisión de la ministra de Justicia, Pilar Llop, por negar el indulto solicitado.
“Pido la dimisión de la ministra de Justicia, no sólo responsable de enviar a mi madre a la cárcel, sino de humillarnos en medios de comunicación achacando la denegación del indulto a unos supuestos ‘antecedentes’ -sin especificar de qué para ensuciar su imagen- de desobediencia ya prescritos. Se están vulnerando todos los derechos de mi madre, quien ni si quiera ha recibido una resolución de dicho indulto y cuyo expediente se le está ocultando ilegalmente. Ella no es ninguna delincuente, porque querer a una hija y anteponerla a todo no es ningún delito”, ha escrito la hija de María Salmerón.
La Plataforma en apoyo a María Salmerón ha informado en una nota de prensa que esta víctima de violencia machista ha ingresado este jueves en el centro penitenciario de Alcalá de Guadaíra, en Sevilla. “En estas circunstancias asistimos a una nueva revictimización de una ciudadana por el solo hecho de haber protegido a su hija de los encuentros con un padre maltratador a instancias de la propia niña. La valentía que siempre ha mostrado María la ha llevado, a pesar de las consecuencias, a lograr su objetivo que no ha sido otro que crear y mantener un espacio amoroso en el que la menor ha podido crecer con estabilidad emocional. Además ha conseguido abrir un camino para otras mujeres en su misma situación y unir en torno a su causa a gran parte del feminismo de España y de fuera, haciendo visible la violencia institucional”, señala esta plataforma de apoyo a Salmerón.
La hija de Salmerón exige la dimisión de la ministra de Justicia por enviar a su madre a prisión y humillar a la familia
Su hija Miriam ha escrito: “En el día de hoy mi peor pesadilla se ha hecho realidad. He tenido que ser testigo del ingreso de mi madre en un centro penitenciario. He observado paralizada como se cerraban tras ella las puertas de ese sitio que su maltratador, pese a ser condenado, nunca pisó. Estoy rota y llena de rabia e impotencia. Finalmente, esa persona que se propuso arruinarle la vida a mi madre hace más de veinte años y con la que comparto apellido, ha conseguido separarnos. Me ha arrebatado al pilar de mi vida, a mi protectora, la mujer que me trajo al mundo y que desde ese día no ha parado de luchar por mi felicidad ni un solo instante”.
Carta íntegra de Miriam, hija de María Salmerón:
“En el día de hoy mi peor pesadilla se ha hecho realidad. He tenido que ser testigo del ingreso de mi madre en un centro penitenciario. He observado paralizada como se cerraban tras ella las puertas de ese sitio que su maltratador, pese a ser condenado, nunca pisó. Estoy rota y llena de rabia e impotencia. Finalmente, esa persona que se propuso arruinarle la vida a mi madre hace más de veinte años y con la que comparto apellido, ha conseguido separarnos. Me ha arrebatado al pilar de mi vida, a mi protectora, la mujer que me trajo al mundo y que desde ese día no ha parado de luchar por mi felicidad ni un solo instante. Pero no sólo eso, los representantes del gobierno y jueces implicados lo han permitido. La Ministra de Igualdad dijo públicamente “hemos fallado” en cuanto a la no concesión del indulto a mi madre, pero nadie ha puesto solución ni corregido dicho fallo. Pido la dimisión de la Ministra de Justicia, no sólo responsable de enviar a mi madre a la cárcel, sino de humillarnos en medios de comunicación achacando la denegación del indulto a unos supuestos ‘antecedentes’ -sin especificar de qué para ensuciar su imagen- de desobediencia ya prescritos. Se están vulnerando todos los derechos de mi madre, quien ni si quiera ha recibido una resolución de dicho indulto y cuyo expediente se le está ocultando ilegalmente. Ella no es ninguna delincuente, porque querer a una hija y anteponerla a todo no es ningún delito.
No puedo evitar sentir que soy yo la que debería estar allí dentro, pues siempre he sido yo la que me he negado a ver a aquel que nunca se ha comportado como un padre conmigo. Fui yo la que le supliqué cientos de veces a mi madre que no me llevara a ese infierno. Y es ella ahora la que, con 58 años y problemas de salud, es castigada y arrancada de su casa por protegerme. No hay forma de reparar esta injusticia, nadie puede borrar todo lo que hemos sufrido ambas, pero sí pueden dejar libre a mi madre y devolverla a mi lado.
En 10 días cumplo 22 años y mi madre no va a poder darme un abrazo. Supongo que ese es el primer y único regalo de cumpleaños que recibiré por parte de mi progenitor, la tremenda infelicidad de no poder estar con la persona a la que más quiero.
Hace 7 años escribí: ¿Cuándo va alguien a ayudarme? Lo único que quiero es vivir tranquila junto a mi madre y que nadie nos moleste, ¿es mucho pedir? Si realmente mi progenitor quisiera mi bien, pararía de hacerme daño y me dejaría llevar una adolescencia normal, después de que la mayor parte de mi infancia fuera fastidiada por el mismo.
Ojalá pudiera decirle a esa Miriam de 15 años que todo va a ir a mejor, que por fin conseguiría descansar. Pero sería mentira. Me siento desamparada y sumida en un inmenso dolor. Pido justicia y medidas urgentes para devolver a mi madre a mi lado”.