Juana Rivas, la madre coraje de Maracena, condenada a dos años y medio por sustracción de menores, ha entrado a las diez de la mañana en el Centro de Inserción Social "Matilde Cantos" de Granada. Está penada por ocultar a sus hijos durante un mes a su padre. Ella siempre ha mantenido el maltrato del progenitor, en el verano de 2017.
Rivas entra en prisión mientras la Audiencia Provincial estudia su recurso pidiendo esperar un posible indulto en libertad.
Madre Coraje
El Tribunal Supremo rebajó a la mitad la condena de Juana Rivas por un delito de sustracción de menores, una condena firme de dos años y medio de prisión que ahora empezará a cumplir.
Mientras tanto, Juana Rivas ha solicitado un indulto al Gobierno para evitar la cárcel, que no ha llegado a tiempo y ha pedido a la Justicia poder esperar la decisión en libertad.
Hasta la fecha el juzgado de lo penal de Granada se ha negado a concederlo y Rivas ha recurrido la decisión a la Audiencia Provincial.
Su defensa, representada por el abogado Carlos Aránguez, ha informado de su entrada, a la vez que la propia Rivas ha emitido un comunicado.
En el texto, su letrado asegura que insistirán en que pueda esperar una decisión en libertad: "Utilizaremos todas las vías legales para que esta situación dure el menor tiempo posible, especialmente la estimación de nuestro recurso contra el citado Auto, la clasificación en tercer grado penitenciario y la concesión del indulto total". La medida de gracia ya ha empezado a tramitarse en el Ministerio de Justicia.
COMUNICADO DE JUANA RIVAS
“Quiero agradecer las numerosas muestras de cariño que he recibido en estos días. De mis seres queridos y de muchas personas, algunas organizadas y otras desconocidas, que me han ayudado y dado ánimos. Y ello me da las fuerzas que necesito para seguir. Nunca voy a dejar de luchar por mis hijos.
Estos son momentos muy difíciles. Voy a ingresar en prisión. Jamás en mi vida hubiera pensado que nos pasaría algo así. Creo que principalmente está condena es para mis hijos.
Voy a cumplir con una decisión que considero muy injusta, pero que no voy a desobedecer.
Por muy duro que sea entrar en la cárcel, para mí, los momentos más terribles de mi vida han sido los que en numerosas ocasiones os he narrado y cuando no tuve más remedio que entregar a mis hijos al Sr. Arcuri. La justicia así me lo exigió. Pero en cambio, mi denuncia por maltrato contra el Sr. Arcuri estuvo 13 meses guardada en un cajón. Para después de 30 meses más, ser archivada sin escucharme siquiera.
Tengo fe y esperanza de que el Gobierno me conceda el indulto, y eso me permita seguir luchando por mis hijos y pedir que se le reconozcan sus derechos en Italia. Hemos sufrido mucho, parece ser que nos queda bastante aún, y eso no puede quedar en el olvido.
No me voy a rendir nunca. Se lo debo a mis hijos. Me lo debo a mí como persona, mujer y madre. Seguiré luchando para que mis hijos tengan algún día una vida más tranquila, aunque hay daños ya irreparables.
Os mando un abrazo inmenso a todos aquellos que nos queréis a mis niños y a mi, y mando otro fuerte a los padres y las madres que puedan encontrarse en mi misma situación”.