José Dorrey González, de 20 años de edad y con antecedentes por violencia machista sobre una menor de 16 años, ha estado nueve días en paradero desconocido tras propinar una brutal paliza durante más de dos horas a su actual novia de 17 años en Jerez. El maltratador fue detenido en Córdoba este miércoles cuando intentaba renovar su DNI caducado. La titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Córdoba, Fátima Ortiz, lo puso en libertad con cargos y sin fianza a las pocas horas de su detención y ha remitido la investigación al Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Jerez.
La víctima presentó un parte médico donde se recogen las brutales secuelas de la paliza propinada por el maltratador: hematomas e importantes lesiones en la mama izquierda, el abdomen, la dorsal izquierda, la lumbar derecha, en los muslos y en la rodilla, a lo que hay que sumar desplazamiento de mandíbula y numerosas mordeduras recibidas, más de 50 según la madre de la joven menor de edad.
Fuente judiciales han confirmado que, tras ser detenido en la mañana de este miércoles en Córdoba, José Dorrey, de quien han circulado por las redes sociales su imagen y datos personales para ser localizado durante su huida de la justicia, fue puesto a disposición del Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Córdoba. A la vista del auto de 30 de marzo del Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Jerez, que contó con el visto bueno del fiscal, subrayan fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que ha sido puesto en libertad sin fianza, una vez verificadas las diligencias acordadas tras tomarle declaración como investigado, notificarle el auto de medidas cautelares y requerirle el cumplimiento de las mismas y notificarle el auto de requisitoria de detención. La jueza solo impone al agresor la obligación de comparecer ante el juzgado competente cuantas veces fuere llamado, una decisión que puede ser recurrida.
El agresor no declara
El Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Córdoba ha dictado una providencia este miércoles 6 de abril, en la que acuerda remitir las actuaciones con carácter urgente al Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Jerez. En su comparecencia ante la jueza de Córdoba, el investigado se acogió a su derecho constitucional a no declarar.
El Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Jerez citó a la víctima de la agresión el día 30 de marzo para explorarla y ese mismo día también tomó declaración a su madre, acordando que la joven fuera examinada ese mismo día por el médico forense. Ese mismo día el citado juzgado dictó un auto por el que se imponía al investigado la prohibición de comunicación y aproximación a menos de 200 metros de la víctima, lo que también contó con el visto bueno de la Fiscalía.