La muerte del temporero abandonado en la puerta del hospital recuerda la falta de derechos humanos con este colectivo en las recolecciones en España

04 de Agosto de 2020
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La desgracia tenía que llegar tarde o temprano ante la faltade garantías sociales y de derechos laborales en las que desarrollan su trabajolos temporeros que llegan a España para trabajar en la recolección: yatenemos la primera víctima en España.

Hace escasos días que el Defensor del Pueblo ya advertía de este asunto y finalmente, la pasada semana, un temporeronicaragüense fue abandonado a la puerta de un hospital para evitarresponsabilidades laborales y penales de los patronos. El hombre murió alas pocas horas.

Fernández Marugán apenas unos días antes había pedido que se garanticen los derechos laborales y unas condiciones dehabitabilidad dignasde los temporeros.

 Para el Defensor del Pueblo, la pandemia ha puesto demanifiesto “con toda su crudeza problemas que permanecían más o menosignorados desde hace tiempo haciendo saltar las costuras del sistema”.

El Defensor ha recordadoque, durante semanas, mientras todo estaba parado por efecto de las medidas deconfinamiento, los temporeros han salido al campo a cosechar los frutosque en cada momento se encontraban listos para ello. En su opinión, esto haservido para visibilizar la situación de este colectivo, compuesto en su mayoríapor migrantes de distinta procedencia y que, con frecuencia, se ve sometido a condicioneslaborales y de vida deplorables.

Detención

Finalmente, LaGuardia Civil ha detenido al jefe del jornalero nicaragüense de 50 años, migrante en situación irregular en España que este sábadofue abandonado en un centro de salud deLorca tras ser sacado de una furgoneta con un severo golpe de calor por el quefalleció, según informa la Benemérita.

Fuentes de la Guardia Civil confirman que el hombre fue detenidoayer tarde en Lorca y se le acusa de undelito contra el derecho de los trabajadores. Hoy será puestoa dispisición judicial. El detenido residía en Lorca y la finca donde estabaeste trabajador irregular estaba en la pedanía de El Esparragal de Puerto Lumbreras.

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