Isabel Mastrodomenico¿Por qué hay tanto material dirigido a padres y adultos y tan poco para los chic@s de entre 14-18 años?Pues es un fallo, porque ya estamos hablando de edades donde es fundamental dirigirnos a las y los adolescentes, sin dejar de lado a padres y madres que deben conocer la realidad y sobretodo hablar con confianza y claridad del tema. Al final el problema no es una cuestión de prohibición y el hecho de que la mayor parte del material no se dirija a quienes consumen la pornografía genera un vacío, y más en esas edades, en las que ya empiezan a actuar de manera más independiente y en ocasiones las prohibiciones se entienden como una incitación.¿De qué manera se les puede explicar que lo que ven les influye en algo tan básico e importante como las relaciones de pareja?Desde mi experiencia como pedagoga, considero que la mejor manera de sensibilizar en esas edades es evidenciar la situación a través de las realidades que tienen en su cotidianidad. La cosificación y sexualización del cuerpo de las mujeres y niñas está a la orden del día, así pues enfrentar la distorsión frente a sus expectativas o experiencias sexuales producidas por el consumo del porno, es muy evidente. Así como el hecho de llevarles a reproducir modelos de relación y sexualidad que les negaran la posibilidad de vivirlas con naturalidad y felicidad real.
Las chicas que ven porno se crean la falsa idea de estar allí para satisfacer los deseos de su pareja, incluso a costa de aguantar vejaciones, porque es lo que han visto¿Cómo se puede hacer ver a un adolescente los efectos a largo plazo?Desafortunadamente una gran parte de los problemas a los que nos enfrentamos como sociedad, donde la desigualdad y la violencia contra mujeres y niñas es una pandemia y además está normalizada, tienen sus cimientos en cómo se ha construido el concepto de la sexualidad. Es necesario evidenciar esto y la gran carga de consecuencias que arrastra. La principal, vivir una sexualidad que finalmente nunca satisface y negarse la posibilidad de educarse sexual y afectivamente para poder vivirla con plenitud.Me gustaría matizaras el mensaje que se recibe cuando quien ve porno es chico o chica.Ellos asumen que las mujeres estamos para su complacencia y se cree en el falso mito de que una erección seguida de una eyaculación es el placer que deben alcanzar, con adornos más, adornos menos, pero desconocen la esencia del placer compartido, de una serie de acciones físicas y afectivas que conllevan a un verdadero disfrute; esto sin hablar de aquellas líneas del porno donde la violencia es parte del relato y que les llevan a confundir conceptos y más adelante acciones. Por ejemplo que la violación es una fantasía que las mujeres deseamos. Hace pocos años, tuve la posibilidad de leer un informe de un estudio realizado con adolescentes que había agredido sexualmente a sus parejas o compañeras y algunos argumentaban que ellos tenían entendido que eso "les ponía".En ellas, aunque me atrevo a afirmar que eso va remitiendo sustancialmente, se crean la falsa idea de estar allí para satisfacer los deseos de su pareja, incluso a costa de aguantar vejaciones, porque es lo que han visto en el porno. Además de la perpetuación de los estereotipos de belleza femenina.¿Dirías que es insano ver pornografía a tan temprana edad pero que es imposible con las nuevas tecnologías?Desafortunadamente con las nuevas tecnologías es más difícil de controlar, por lo que la mejor salida es la educación sexual y afectivay en el entendimiento de este material, al igual que de toda la información que a diario reciben.¿Poner restricciones a las páginas web para que sean más difíciles a acceder es una solución?No lo creo así, al final siempre consiguen saltar todas las prohibiciones. Creo que la mejor estrategia es la comunicación en su entorno y la educación. Si queremos evitar que lo consuman, la mejor forma es que entiendan porqué y eso se consigue educándoles.