Más de dos años después de que el Parlamento de Andalucía aprobara por unanimidad la primera ley española de bioclimatización para los centros escolares, apenas 159 colegios andaluces comenzarán el próximo curso académico 2022/2023 plenamente bioclimatizados, de los más de 6.000 en total con los que cuenta en las ocho provincias la comunidad más poblada del país, lo que representa apenas el 2.65% del total de centros educativos públicos, según los datos aportados este viernes por la consejera de Desarrollo Educativo y Formación Profesional, Patricia del Pozo, durante una visita al Instituto de Enseñanza Secundaria Virgen del Socorro de Rociana del Condado (Huelva).
Esta clamorosa realidad se da precisamente en el año histórico más caluroso y con temperaturas más extremas en todo el país, y muy especialmente en Andalucía, según certifican todas las estadísticas oficiales. Desde la llegada de Juan Manuel Moreno Bonilla al poder en Andalucía en 2018, el tema de la climatización de los edificios escolares públicos de la comunidad, los únicos que no cuentan con sistemas de bioclimatización en toda la red pública de edificios, ha sido claramente obviado pese a la urgencia en su aplicación a la vista de la realidad circundante. En la anterior legislatura, el departamento de Educación estaba a cargo de Ciudadanos en el ejecutivo bipartito, con la gestión del recientemente fallecido Javier Imbroda.
Menos de la mitad de los 450 centros que la Junta promete adecuar climáticamente antes de la primavera de 2023 están actualmente acondicionados
Pese a estos datos, la consejera de Desarrollo Educativo, ahora del PP, subraya “la apuesta de la Consejería de Desarrollo Educativo y FP por mejorar las condiciones de climatización de los centros educativos y en la eficiencia energética de los mismos, con un ambicioso programa que prevé finalizar las 430 actuaciones en la primavera de 2023, con una inversión de 140 millones”. De ese total de actuaciones de las que habla la consejera, menos de la mitad, 159 en concreto, “están ya en una fase muy avanzada de construcción, mientras que las restantes estarán iniciadas antes del final del presente año”, ha concretado Del Pozo.
La consejera, que ha estado acompañada por la viceconsejera, Macarena O’Neill, y el director general de la Agencia Pública Andaluza de Educación, Manuel Cortés, ha subrayado “la importancia de la mejora de la eficiencia energética de los centros en el actual contexto geopolítico, con el precio de la energía disparado. Hemos apostado por los paneles fotovoltaicos que alimentan el sistema de refrigeración adiabática, más eficaz y saludable y que permite la apertura de puertas y ventanas sin perder eficacia”, ha explicado Del Pozo.
Todos votaros a favor pero casi nadie creyó en la ley
La iniciativa ciudadana surgida de la asociación Escuelas de Calor en 2017 se vio cristalizada en una ley aprobada por la unanimidad de la Cámara andaluza pese a que la inmensa mayoría de sus representantes nunca creyó en ella. Más de dos años después de la puesta en marcha de esta ley, y en el año más extremo climáticamente de la serie histórica en todo el país, sus resultados son tan ridículos como insuficientes en la inmensa mayoría de los más de 6.000 centros escolares públicos con que cuenta la red educativa andaluza, que cuenta con un total de 1,8 millones de escolares y más de 100.000 docentes. “La apuesta de la Junta por la mejora de las infraestructuras educativas a través de la energía limpia y los sistemas sostenibles es una realidad”, ha insistido este viernes la consejera de Desarrollo Educativo.
La Junta ha explicado en un comunicado que la refrigeración adiabática consigue bajar la temperatura interior de las aulas mediante la evaporación de agua. Sus principales ventajas son el bajo consumo eléctrico (hasta un 80% inferior al del aire acondicionado) y las menores emisiones de CO2. Asimismo, funciona con las ventanas abiertas y utiliza siempre aire fresco, sin recirculación, mejorando su calidad. Otras de sus características son que no emplea líquidos refrigerantes, no reseca el ambiente y evita cambios bruscos de temperatura.