Estrenamos la sección de Miradas Conscientes, en colaboración con el Fil De Ariadna, para abrir la puerta a voces que nos servirán de inspiración, conocimiento, y con quienes hablaremos sobre consciencia y distintas terapias que nos pueden ayudar a sanar y a vivir de una manera más saludable.
Hoy hablamos con Javier Melguizo
Javier Melguizo es artista interdisciplinar, pintor y escultor. Terapeuta Gestalt formado en Equipo Centro y CIPARH. Miembro Adherente de la Asociación Española de Terapia Gestalt (AETG). Licenciado en Bellas Artes por la UCM. Director de la Escuela Hephaisto, centro de Investigación y Formación en Arteterapia Gestalt con vocación innovadora que ofrece una visión original y profunda de la Arteterapia. Javier también es bailarín y formado en técnicas corporales, Bioenergética y meditación. Tiene 25 años de experiencia en conducción de grupos. Formador en expresión plástica-corporal y Arteterapia, ha colaborado con diversos centros en España.
Tras su larga trayectoria acompañando a personas a través de la terapia, la creatividad y el arte, Javier ha acabado fusionando sus dos caminos: el trabajo artístico y el autodescubrimiento. De aquí nace Retratos del Ser: una experiencia a través de la cual Javier acompaña a la persona a poner luz en aquellas partes de sí misma que no está pudiendo ver, que le producen conflicto o dolor, y que obstaculizan su camino de crecimiento y evolución.
Con Retratos del Ser, Javier invita a vivir una experiencia de autoindagación y transformación mediante una meditación interpersonal, una sesión de orientación en aquel ámbito o tema vital/emocional que se necesite atender, y finalmente la experiencia de un retrato al óleo en su taller. Un retrato que no se dirige a retratar el físico o a embellecer el rostro de la persona. Javier se abre en canal sin poner la mente, conecta con las percepciones más sutiles y profundas, y pinta sobre el lienzo los lugares del ser que necesitan ser vistos, aceptados, amados. Muestra, también, aspectos evolucionados de la persona.
Cuando la persona ve el retrato, tiene un impacto muy potente porque por un lado siente un reconocimiento interno que va más allá de lo físico, pero a la vez hay una extrañez que a veces se vive con maravilla o a veces con rechazo, dependiendo del grado de sombra y resistencia que le provoquen estos aspectos. Por eso, el retrato en sí no es el resultado final. Cuando la persona se lleva el lienzo en casa es cuando empieza un camino de consciencia y transformación que se basa en, cada día ir observando el retrato con una mirada curiosa, aceptativa y meditativa.
Si se realiza este proceso sin juicio, abriendo cada día un poco más el corazón y la mente, el retrato puede revelar información que aporta luz y comprensión, y la percepción va cambiando porque aquellas partes oscuras o rechazadas van iluminándose, van tomando otra forma, otro color, otro sentir… y finalmente el retrato en su plenitud puede llegar a ser íntegramente reconocido y amado. Se genera una alquimia sanadora que se manifiesta en la vida de la persona.
Entrevista
Pulsando aquí podrás ver la entrevista a Javier Melguizo, con quien hablamos del arte y de su capacidad de ser herramienta de sanación: la pintura, la danza y en definitiva, la expresión a través de elementos que nos permiten conectar con nosotros mismos y también con los demás.