El ayuntamiento de Barcelona multó por primera vez en nuestro país a un propietario por negarse a alquilar su piso a un migrante. La sanción impuesta al dueño del piso ha sido de 45.000 euros. La víctima fue un joven ingeniero marroquí que llevaba tres años en la ciudad condal.
Racismo inmobiliario
Redouane Mehdi es el nombre de la víctima que por culpa de su nombre y apellido árabe un propietario y una inmobiliaria se negaron a alquilarle un piso dando lugar a una discriminación que no ha quedado impune, ya que ha provocado la primera sanción que ha dado lugar a un nuevo término: racismo inmobiliario
Soy gitano
Y no es sólo con el colectivo árabe, los gitanos también sufren una constante discriminación tal y como refleja el informe elaborado por la Fundación Secretariado Gitano y que indica que el colectivo tiene dificultades a la hora de acceder a una vivienda. “Nada más ver los apellidos ya te crucifican”, así de drástico se muestra a Diario16Ricard Valentí Gutierrez, vicepresidente del consell municipal del poble gitano del ayuntamiento de Barcelona y presidente de l'associació gitana del barri de gràcia de barcelona.
Estigmatizados
En España la estigmatización del pueblo Gitano se puede producir en el momento de leer los datos de un carnet de identidad: “tú no vas a los sitios con un cartel diciendo que eres gitano, pero a los que tienen apellidos como Montoya, Vargas, Cortes o Heredia se les detecta enseguida”. Pero el racismo y el rechazo son estructurales y no afectan sólo en un ámbito concreto: “También lo sufrimos en el trabajo. Se dan casos como presentarse a un trabajo un gitano con tres carreras y no darle el puesto por el hecho de serlo, mientras que ese mismo puesto se lo dan a lo mejor a un payo que no sabe hacer ni una ó con un canuto”, denuncia Ricard Valentí.
No eres lo que buscamos
En España el colectivo que sufre mayor grado de disctiminscion es el gitano. Así lo denuncian desde las entidades: “El antigitanismo está por encima de la islamofobia y el antisemitismo en nuestro país”, señala el activista por los derechos de los gitanos y continúa explicando cómo afecta el rechazo: “cuando te dicen que no eres lo que buscamos, o que no cumples los requisitos por el simple hecho de ser gitano, duele”. Desde el colectivo la medida de multar por casos de racismo inmobiliario ha sido bien acogida: “Nos parece una medida muy correcta”, concluye Valentí.