El polémico vertedero de residuos tóxicos de Nerva, en Huelva, acoge a escasos 700 metros del municipio buena parte de las 110.000 toneladas de basuras peligrosas en total que debían llegar a sus instalaciones procedentes del desmantelamiento de un astillero en Montenegro, donde se construirá un puerto deportivo de lujo. Pero al menos la carga restante que debía llegar, unas 53.000 toneladas, no irán ya a Nerva en ningún caso. El Banco Mundial recomienda a las autoridades montenegrinas que gestionan estos residuos que construyan su propio vertedero o en todo caso la exporten a Bélgica, un destino mucho más cercano desde Montenegro, situado a casi 2.000 kilómetros, que el vertedero de Nerva, a unos 3.200 kilómetros de distancia.
Ecologistas en Acción y los restantes miembros de la Comisión por el Cierre del Vertedero de Nerva han accedido al informe del Banco Mundial para la reestructuración del proyecto de limpieza de los residuos industriales de Montenegro que fueron investigados en el puerto de Sevilla, tras ser paralizados su traslado por el Ministerio para la Transición Ecológica al detectarse numerosas irregularidades.
Ecologistas en Acción informa en una nota que el Banco Mundial ha prorrogado el plazo de ejecución de este traslado a Montenegro durante un año, pero con alternativas diferentes a la exportación a España, tras conocer la oposición frontal de los vecinos de Nerva a importar y enterrar 53.000 toneladas más de residuos tóxicos en estas colmatadas instalaciones desde hace años.
El informe publicado el pasado 30 de junio por el Banco Mundial recoge la situación en que se encuentra el proyecto para la limpieza de lugares contaminados de Montenegro. Este proyecto tiene una financiación de 60 millones de dólares, que incluye el astillero de Bijela y la gestión de residuos industriales.
La oposición vecinal e institucional de toda la comarca ha sido decisiva para frenar el envío de esta importante carga de basura a más de 3.200 kilómetros de distancia de Nerva
El documento hace referencia a las 110.000 toneladas de arenas y suelos contaminados que la empresa que gestiona el vertedero de Nerva pretendía importar para su enterramiento definitivo en el municipio de la cuenca minera de Riotinto. El Banco Mundial subraya que las autoridades españolas suspendieron los permisos de importación de más residuos de Bijela debido a infracciones de la normativa CE para el envío de suelo contaminado.
España y Montenegro acordaron que la posibilidad de reanudar las exportaciones de las 53.000 toneladas restantes de suelo contaminado, que el país balcánico insiste aún en trasladar a Nerva, ya no es una opción viable, según el informe de este organismo. El Banco Mundial justifica esta decisión en buena medida en la oposición frontal que la ciudadanía de la zona donde se encuentra el vertedero ha mostrado públicamente, que incluso convocó una multitudinaria manifestación a las puertas del Parlamento de Andalucía el pasado marzo.
Los vecinos de Nerva, con su alcalde al frente, el socialista José Antonio Ayala, apoyado por todos los restantes alcaldes y alcaldesas de la cuenca minera de Riotinto, contaron con la participación de la ciudadanía onubense y sevillana y numerosos colectivos de diversos ámbitos, cuando elevaron su voz en contra y se manifestaron a las puertas del Parlamento de Andalucía de la mano de la Comisión por el Cierre del Vertedero Ya. La voz de alarma saltó cuando se supo que esas 53.000 toneladas de residuos tóxicos iban a seguir trasladándose desde más de 3.500 kilómetros de distancia, en barco a través de Doñana, entrando por el río Guadalquivir hasta la ciudad de Sevilla y, desde la capital andaluza, por carretera a Nerva para ser enterrados definitivamente allí.
Ecologistas en Acción ha mostrado su satisfacción tras confirmarse que la movilización ciudadana, “junto con otras actuaciones de despacho”, ha sido un pilar fundamental para que se decida no importar 53.000 toneladas más de residuos peligrosos de Montenegro, que no vendrán a este vertedero de Nerva. “Es una buena noticia saber que la acción social tiene su efecto, aunque normalmente la propia ciudadanía no sea informada de estos logros”, señala la nota de Ecologistas en Acción.
Los conservacionistas insisten en reclamar el cierre definitivo de estas polémicas instalaciones de Nerva, protagonistas de incontables incidentes medioambientales en sus casi 25 años de existencia. “Hay que subrayar que supone un riesgo para la salud de las personas y el medio ambiente en Sevilla capital, donde se descargan los residuos en el puerto, y sobre todo en Nerva, donde se entierran a perpetuidad a 700 metros del pueblo”, señalan los ecologistas.
El portavoz de Ecologistas en Acción en Huelva, Juan Romero ha asegurado que “este negocio de mercadeo con residuos y sus instalaciones ha demostrado, durante sus 25 años de funcionamiento, que constituye una vergüenza para Andalucía y España, en tanto que se ha creado una zona de sacrificio, algo que difícilmente otro país europeo consentiría”.