“No soy una delincuente, soy una madre que quiere una vida digna para sus hijos”

15 de Julio de 2018
Actualizado el 02 de julio de 2024
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Desde que Juana Rivas denunciara hace más de 700 días a Francesco Arcuri, su expareja y padre de sus dos hijos por violencia de género, los quebraderos de cabeza y las noches sin dormir se le han acumulado a partes iguales. Y es que esta madre granadina tiene que lidiar desde hace dos años por un lado con “la dura espera” por el proceso legal en Italia que dirima la custodia de sus hijos, y por otro con los juicios pendientes en España, así como con la falta de recursos económicos. Pero sobre todo por lo que más lucha y lo que más le duele es por no poder estar junto a sus dos hijos. “Saber que están en Italia y que no están siendo cuidados con el amor y el cariño que merecen y necesitan, es lo más triste de todo. Estar separados de ellos es muy doloroso”, reconoce a Diario16.A pesar de ello Rivas no se rinde. Tiene claro, como decía Eleanor Roosevelt, que debe hacer las cosas que piensa que no puede hacer, para un día “lo más cercano posible al presente pegar un portazo al pasado marcado por los malos tratos y vivir en paz con mis dos hombrecillos, Partir de casi cero para volver a respirar y vivir tranquilos todos”. Hablamos con ella para saber cómo está y cómo enfrenta su día a día. “Acabo de terminar de limpiar la casa. Es la forma que tengo de desahogarme, de tratar de no pensar. Quiero que la encuentren limpita a su vuelta”, reconoce. Un orden que trata de inculcar a sus pequeños. “Cuando estamos juntos les enseño a que recojan sus juguetes y que lo coloquen todo. Y lo hacen, sobre todo mi mayor. Son muy bien mandados. Son unos hombrecillos”, sonríe mientras les recuerda. Tras dos años transcurridos desde que presentaste la denuncia en la que manifestabas la situación de malos tratos en la que vivías ¿sientes aun que eres tú la tratada como delincuente en lugar de como víctima? En mi sentir, en mi corazón no me siento delincuente. Lo que siento es mucho acumulo de dolor. El sufrimiento que me ha provocado y me provoca tener que volver a ver a mi maltratador es como una bola de fuego dentro de mí. Estar sin mis niños me duele demasiado. Siento que no estoy siendo tratada de forma justa. A esto sumo el dolor que me provoca como se me está juzgando en Italia, donde no parece que se estén interesando en ver el fondo de todo, que es una situación de violencia de género. Allí están enfocándose en datos aislados. También me afecta mucho pensar en el hecho de que yo tuviera que irme a vivir a Cerdeña porque le den la custodia a él. Estar cerca de alguien que se mueve y vive con la violencia es muy duro. Así siempre me darán a mí los palos. Además mi historia está partida por dos lados, Por dos bandos. Quienes están conmigo y quienes creen que odio a los hombres. Y esto no es así porque estoy rodeada de hombres: mi padre, mis primos, mis amigos. A esto sumo a los hombres más cercanos e importantes de mi vida que son mis hijos, no quiero nada feo para ellos. Hablar tan claro de que no se está tratando tu caso en Italia con perspectiva de género es algo que has preferido mantener en silencio ¿has perdido ahora el miedo a contarlo?Voy superando el miedo. Por eso ahora lo cuento. Y lo hago por el deseo que me mueve y que me hace pedir a esos profesionales que tienen en sus manos la decisión del futuro de mis hijos que actúen con el corazón en la mano. Que saquen la profesionalidad que llevan dentro. Tienen que ver que yo no soy ninguna delincuente, ni que estoy fuera de ley. Soy una madre, soy una buena mujer que siempre ha luchado por hacerle la vida digna a sus hijos, que quiere preservarlos del miedo, de los malos tratos y hacerles llegar y enseñar los valores más importantes de la vida. Tienen que saber que yo no lucho por querer ganarle a ningún juzgado ni a él, yo solo quiero ganar la paz de mis hijos. ¿Solo quien te quiere y está a tu lado tu familia, amigos y abogados, saben de lo difícil que es tu día a día?Nadie se puede imaginar lo que es esto. Solo ellos, que están siempre conmigo saben la verdad. Lo que yo quiero que sepa todo el mundo es que no hay día que no me levante con ese algo de más que pueda hacer para estar ya tranquila con mis niños. Pero sí, lo que pasamos de puertas para dentro es sobrevivir a una pesadilla. ¿Maltratar sale muy barato al maltratador?Al maltratador le sale muy barato pero al resto nos sale muy caro. Los hijos son los primeros que pagan ese precio. Yo podría haber aceptado quedarme en una casa con un hombre que me maltrataba, habría resistido y aguantado lo que hubiera hecho falta si a mis hijos les hubiera dado una vida digna, si ellos no tuvieran que levantarse con miedo, si la casa hubiera sido el lugar más seguro para ellos.
“A Pedro Sánchez le pido que me apoye a mí y a todas las Juanas Rivas de este país porque por desgracia son muchas, demasiadas”
 ¿Ante esa barbarie respondes con feminismo?Estoy orgullosa de una palabra tan bella como la del feminismo. De que se lleve luchando por un término que necesita tanto esta sociedad. Pero tú hace cinco años no te considerabas feminista… Así es. Antes veía a las feministas como extremistas. Sin embargo ahora me reconozco y abrazo en el feminismo. Es una lucha en la que estoy conociendo a muchas y muy grandes luchadoras y luchadores que me están dando energía. Una energía que tendría que estar más cerca de todo el mundo. Ahora más que nunca veo que todo por lo que luchamos es posible, que podemos alcanzar la igualdad. Por eso es importante que las feministas sigamos soñando. Están sucediendo muchas cosas, estamos empoderándonos, estamos aprendiendo a no hacernos culpables de nuestras circunstancias. Yo he aprendido que no podía quedarme estancada en el maltrato, que tenía que salir de él. Y eso ha sido gracias al feminismo. ¿A quienes te critican por la decisión que tomaste o por los abogados que te asesoran qué les dices?Les digo que no me juzguen porque solo cuando se sufre violencia se sabe por lo que se pasa. Lo único que he hecho en cada momento es tomar decisiones pensando que eran la mejor salida. Y las decisiones que he tomado junto a todo mi equipo de abogados eran y son con toda la información que tenemos en cada momento. A todos ellos les digo que siempre decidía en base a una cosa: la esperanza. No es que un día me levantara de la cama y tomase una decisión caprichosa. Tanto yo como mis abogados hemos querido defender los derechos de dos niños. Yo no siento que haya nada malo. No me fui para desaparecer. Me fui para salvaguardarlos del daño de la violencia. ¿Crees que el momento es más propicio para ti por el cambio de gobierno y por los nuevos aires feministas que corren con él?Así lo siento, de verdad que sí. Ahora que tenemos un gobierno feminista tengo más esperanzas. ¿Qué le pedirías a Pedro Sanchez? Que me apoye a mí y a todas las Juanas Rivas de este país porque por desgracia son muchas, demasiadas. Me acuerdo de un acto que vino a Granada hace unos meses y ahora le veo en la presidencia y me digo ¡las vueltas que da la vida! Me gustaría conocerle y contarle que yo solo quiero el final de todo esto por mis hijos. Que ni soy tozuda ni estoy encerrada en un camino sin razón. Lo que trata de hacer es proteger a mis pequeños y a las madres que nos dejen seguir la vida, que sigamos hacia adelante sin la zancadilla del maltrato. Deseo que tanto este gobierne como los jueces sean capaces de ver la realidad de las maltratadas y que nos den una esperanza. La esperanza de un futuro en paz.
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