Gene Hackman ha muerto junto a su esposa, la pianista Betsy Arakawa, en su domicilio en Santa Fé, Nuevo México. Según han informado las autoridades policiales, se desconocen las causas de las muertes aunque no se aprecian indcios de que se hubiera cometido ningún tipo de delito. Hackman fue uno de los actores más versátiles y respetados de Hollywood, ha dejado una huella indeleble en la historia del cine. Con una carrera que abarca más de cinco décadas, Hackman ha demostrado su habilidad para interpretar una amplia gama de personajes, desde el detective rudo hasta el villano más despiadado.
Nació en enero de 1930 en San Bernardino, California. Tuvo una infancia difícil porque su familia se mudó frecuentemente debido a la inestabilidad laboral de su padre, y finalmente se establecieron en Danville, Illinois. A los 16 años, Hackman mintió sobre su edad para unirse al Cuerpo de Marines de los Estados Unidos, donde sirvió durante cuatro años.
Después de su servicio militar, estudió periodismo y televisión, pero su pasión por la actuación lo llevó a inscribirse en el prestigioso Pasadena Playhouse. Allí conoció a Dustin Hoffman. A pesar de que inicialmente se les consideró a ambos como los "menos prometedores", Hackman perseveró. Su carrera despegó en la década de 1960, con pequeños papeles en televisión y cine. Su primer papel importante llegó en la película Bonnie and Clyde (1967), donde interpretó a Buck Barrow, el hermano de Clyde. Su actuación le valió su primera nominación al Óscar como Mejor Actor de Reparto.
En 1971, Hackman alcanzó el estrellato con su icónica interpretación del detective Jimmy "Popeye" Doyle en The French Connection. Su actuación le valió su primer Óscar como Mejor Actor. La película no solo consolidó su estatus como una estrella de cine, sino que también destacó su capacidad para interpretar personajes complejos y profundos.
A lo largo de su carrera, Hackman ha trabajado con algunos de los directores más renombrados de la industria, como Francis Ford Coppola, quien lo dirigió en The Conversation (1974), y Clint Eastwood, con quien trabajó en Unforgiven (1992). En esta última, Hackman interpretó al villano "Little Bill" Daggett, un papel que le valió su segundo Óscar, esta vez como Mejor Actor de Reparto.
Entre sus papeles más memorables se encuentran su interpretación del despiadado Lex Luthor en Superman: The Movie (1978) y sus secuelas, y su papel como el entrenador de baloncesto en Hoosiers (1986), una interpretación que le valió una nominación al Premio de la Academia.
En 2004, Hackman anunció su retirada de la actuación, dejando atrás una carrera llena de aclamaciones y premios. Su legado continúa influyendo en generaciones de actores y cineastas. En lugar de descansar, Hackman se dedicó a la escritura, publicando varias novelas de éxito.
Su estilo de actuación se resume en el naturalismo y la autenticidad. Siempre evitaba la sobreactuación y se centraba en la verosimilitud. Su habilidad para la sutileza le permitía transmitir mucho con gestos y expresiones faciales mínimas. En este sentido, se inspiró mucho en Marlon Brando. Por otro lado, también fue un actor de gran versatilidad en diferentes géneros.