Cuando se hace cualquier tipo de construcción como una simple acera o se va a colocar una casa prefabricada, no se puede poner directamente en la tierra y aquí es donde entran las soleras de hormigón.
Una solera no es más que una plataforma sólida sobre la que se coloca otra estructura (a veces es solo el hormigón), que gracias al trabajo previo que se ha hecho en el terreno con la solera no sufre la inestabilidad del suelo (la tierra se mueve, se hincha con la humedad, se contrae con las sequías, etc.)
¿Cómo se hacen las soleras de hormigón?
Al ser uno de los elementos constructivos más utilizados, la creación de una solera está bastante estandarizada y cualquier albañil sabe qué pasos tiene que seguir.
Todo comienza con lo que se denomina “explanada”, que es la primera capa de la solera. En ella se compacta toda la tierra que va a recibir la carga con el fin de que la estructura que va a ir encima no se hunda.
Para no tener que perder tiempo retirando la tierra de la obra, lo que se suele hacer es reutilizarla para hacer la solera, compactando las capas necesarias hasta obtener una buena explanada.
Si encima no se va a colocar una gran carga el hormigón se puede poner encima, mientras que si vamos a colocar encima algo muy pesado hay que seguir otro proceso.
La subbase granular cuando hay que colocar cargas pesadas en la solera
Cuando la solera tiene que soportar cargas pesadas, después de la explanada se pone la subbase granular. Este nombre tan raro esconde otra capa más de tierra y arena que se mezcla con grava y su finalidad es repartir mejor la carga en la solera.
Hay separar bien las capas y evitar que se mezclen al compactarlas, de forma que se coloca un geotextil entre medias, una separación que se repite cuando se pone el hormigón encima, pues se pone una lámina de polietileno entre la subbase y la capa de hormigón.
Con esto, el hormigón se desliza mejor y la humedad no se filtra a las dos capas de tierra compactadas, pues de lo contrario esta humedad sube al hormigón por capilaridad y la solera puede romperse.
Se puede usar hormigón armado para que la solera sea más resistente
La solera de hormigón es muy resistente, pero a veces se puede agrietar debido a los fenómenos atmosféricos, algo que se evita armando la solera con mallazo, aunque también hay una variante en la que se coloca el hormigón mezclado con fibras (en algunos casos se usan los dos métodos).
El mallazo tiene que estar en la parte alta de la solera y se usan unos separadores para que siempre quede a la misma altura, lo que contribuye a que las grietas no aparezcan y la solera no colapse.
Si la solera se va a ver se pueden hacer con varios acabados
En ocasiones, sobre las soleras no se coloca nada, sino que es una zona que va a quedar a la vista. Esto ocurre mucho en los pavimentos, para los cuales existe lo que se llama “hormigón impreso” que, con una serie de moldes, imita a otros materiales como la piedra o el gres.