Francisco Piniella nació en Cádiz en el año 1961 y cursó estudios de Náutica en la Escuela Superior de Marina Civil de Cádiz, donde obtuvo los títulos de diplomado y licenciado. Estuvo embarcado en flota mercante hasta el año 1991, fecha en la que se incorporó a la Universidad de Cádiz (UCA) como profesor asociado, hasta el año 1996 en que logra la plaza de profesor titular en el departamento de Ciencias y Técnicas de Navegación, área en la que accedió posteriormente a catedrático. Durante seis años (1998-2004) fue decano de la Facultad de Ciencias Náuticas y responsable de diferentes proyectos de investigación y cooperación internacional. Entre 2006 y 2014 ocupó la dirección del Departamento de Ciencias y Técnicas de Navegación.Piniella, además, tiene una amplia experiencia en la auditoría de titulaciones académicas no sólo en la UCA, sino como miembro del panel de expertos de ANECA. En la actualidad, desarrolla su actividad docente en el Máster de Gestión Portuaria y Logística, y en la coordinación del Grado de Náutica y Transporte Marítimo. Forma parte de la Comisión Académica de la Escuela Internacional Doctoral del Mar.«A lo largo de mi vida profesional y académica he tratado de cumplir día a día con las obligaciones docentes, investigadoras y de gestión que he ido asumiendo, intentado en todo momento vivir mi trabajo con ilusión e ilusionar a las personas con las que he trabajado. La ilusión en un proyecto saca de nuestra candidatura lo mejor de nosotros y de nosotras». Una afirmación que es coherente con lo incluido en su programa.Piniella es un candidato que, por su experiencia, conoce tanto las necesidades de la universidad como las de personas, porque un centro universitario no es sólo un lugar donde dar clase sino que es un punto de encuentro de la sociedad civil fundamental para el desarrollo de un país y, sobre todo, de una provincia como Cádiz.
Francisco Piniella junto a Manuel Domínguez Moreno en un momento de la entrevista
Existe un centro de investigación en Cádiz, el CEIMAR, que es una de las joyas de la UCA, y sabemos que el laboratorio de investigación marina lleva cerrado más de un año. ¿En su programa hay algún tipo de medida para solucionar esta situación?Nosotros queremos potenciar el campus de excelencia internacional del mar, entre otras cosas porque es una de las apuestas estratégicas de la UCA, no la única, pero sí una de las más importantes. Todo lo relacionado con el mar nos parece que tiene vital importancia incluso a nivel de la UE, con la potenciación de la economía sur. Nosotros quisiéramos darle al CEIMAR un aspecto más multidisciplinar. Es cierto que ya lo tiene, pero quizá ampliar esa visión del mar a otras disciplinas más técnicas, a las ingenierías, a las ciencias náuticas, a la ingeniería naval que en estos momentos no tiene el protagonismo que debería tener. La recuperación de los laboratorios, darles a los institutos de investigación el carácter de centro para que puedan optar a las convocatorias de otros centros, como facultades o escuelas técnicas. Potenciar el
CEIMAR, abrir su visión y darle un aspecto más institucional desde la UCA, que no es la única universidad que está en el
CEIMAR.
Uno de los ADN de nuestra candidatura es la política de igualdad e inclusión
Conocemos que ya tiene prácticamente completado su equipo rectoral y el organigrama del mismo. Esto ha llamado la atención. Lo habitual es hacerlo público una vez ha sido elegido rector. ¿Esto es una estrategia electoral?Hay dos tipos de elecciones: las del Rectorado y las de cada centro. Son independientes. El rector se elige por toda la comunidad de la Universidad y las del decano en cada centro. Nosotros llevamos en el equipo rectoral que proponemos como vicerrectores a profesores y profesoras que son o han sido decanos, que ya han tenido experiencia de gestión en el decanato. Yo mismo he sido decano en Ciencias Náuticas. Llevamos decanos actuales, como el de Ciencias de la Educación que está propuesto en la candidatura como vicerrector. Si ganamos, este profesor dejará el decanato para optar al vicerrectorado, entonces se convocarán elecciones al decanato en esa Facultad. También llevamos a la decana de Enfermería y a la de Ciencias del Mar y Ambientales.
Ha sido publicado en prensa que desde el año 2006 se han producido presuntas irregularidades por parte de un catedrático de la UCA. ¿Hubo dejadez o relajamiento de responsabilidades por parte de las instituciones o, si así hubiese sido, qué medidas planteará si es elegido rector de la UCA?Esto es un caso que ha ocurrido anteriormente. Somos un equipo que nada tiene que ver con la administración anterior. No tenemos mucha información sobre si ha habido o no ha habido dejadez. Nosotros en el programa llevamos propuestas de mayor control e inspección por parte, no sólo de temas docentes e investigación, sino también de servicios. El tema que planteamos de la inspección general es mucho más exigente y con mayores competencias para la inspección general. Hasta ahora sólo existe un inspector general. Nosotros proponemos en nuestro programa una inspección general con una inspectora general y dos inspectores ordinarios. La inspección general no puede ser sólo una persona sola, sino que tiene que ser más completa, una inspección de servicios, de auditoría, que detecte este tipo de irregularidades y que no se tarde tanto en reaccionar como en este caso.
No hay que caer en el mercantilismo de la universidad
En su programa lleva la creación de nuevos grados no ofertados por la UCA y que son muy demandados por los alumnos, y con buenas perspectivas laborales. Por ejemplo, hablo del Grado de Educación Social. ¿Qué le ha motivado a ello?La política que tenemos de títulos está basada en datos objetivos. Ha habido una etapa en que las titulaciones se decidían de una forma poco racional, basada en decisiones políticas de apoyo a determinados centros. Pensamos que la política de títulos no puede estar basada en lo que le guste o no al rector o la vicerrectora, sino que debe estar basada en análisis de demanda, en estudios serios de cuál es la demanda de esas titulaciones en el campus de Cádiz, en el campus de Jerez, en el campus de Algeciras o en el campus de Puerto Real, da igual. Nosotros apoyaremos las titulaciones que tengan un análisis de demanda que justifique esa titulación. Sobre todo, con un análisis de coste beneficio. El dinero público debe ser tratado de forma coherente, no poner en marcha titulaciones que no tienen basamento social.
En la UCA hay grados con escasa demanda. ¿Considera que dichas titulaciones deben seguir ofertándose?El mapa de titulaciones de la UCA debe mantenerse y hay que tener cuidado porque no hay que caer en el mercantilismo de la universidad. Hay titulaciones que son minoritarias pero que son esenciales para el alma mater de la universidad porque ésta debe ser la cuidadora del conocimiento. Estoy hablando de las humanidades, por ejemplo, donde el número de alumnos son escasos, pero no podemos dejar que la universidad española deje estudios que son clásicos y que hay que mantener en unos altos niveles de formación.
La Junta de Andalucía financia asignaturas optativas con solo cinco alumnos. ¿Estas asignaturas son deficitarias y necesarias de mantener?Las asignaturas optativas cumplen su misión en algunas especialidades. Deben tener una demanda. La Junta estableció en su momento el mínimo de cinco alumnos, pero lo que es verdad que todas las titulaciones tienen un sistema de calidad que hace que cada año se realicen unos autoinformes por cada titulación y ahí es donde se debe analizar si esa optativa merece o no la pena. Lo que no puede ser es que esa asignatura optativa sea ad hoc para un profesor que sea especialista en un tema pero, a lo mejor, ese tema no es interesante para la sociedad. Habrá que ver cuáles son las que realmente valen la pena desde la especialización de una titulación. Con la reforma de los planes de estudios, las optativas han disminuido mucho, incluso hay titulaciones que no tienen optativas.
No se puede cambiar de gobierno y cambiar proyectos que ya estaban en marcha
En algunas titulaciones de la UCA hay grupos de clase con un excesivo número de estudiantes. ¿Estos grados están aplicando la filosofía del Plan Bolonia? ¿Se puede articular la docencia de créditos CTS con clases que rozan o superan los cien alumnos?El número de alumnos viene marcado por los criterios de la Junta de Andalucía, a quien habría que exigirle una revisión del catálogo del número mínimo de alumnos que está basado en coeficientes de «experimentalidad». También hay que tener en cuenta que Bolonia planteaba una enseñanza más personalizada, de evaluación continua, que con cien alumnos es imposible llevar a efecto. Es imposible evaluar todos los días a cien alumnos. Eso creo que está dentro de la política española con relación a las universidades. Hay que plantear que la universidad necesita de un sistema de financiación que requeriría de mayor profesorado y mucho más estable. Tenemos un problema de precariedad muy grande.
Cádiz es la provincia con más paro de España y la universidad tiene una obligación de dar transferencia de conocimiento y generar emprendimiento
Se está trabajando en el traslado de algunas facultades a Cádiz. Si fuese nombrado rector, ¿lo llevaría a efecto?Si yo soy nombrado rector, yo tengo una deuda de lealtad a la institución. Si la institución ha puesto en marcha ese traslado me parece muy bien, lo mismo que la política de la ciudad de Cádiz del cinturón universitario que vaya desde el Reina Sofía hasta Valcárcel. La cuestión sería el compromiso que tenía la Junta con Susana Díaz con respecto a la financiación de ese edificio, un edificio histórico cuya restauración tendría un coste de 20 millones de euros, si la nueva Junta se va a comprometer con esas inversiones. Incluso, con Susana Díaz no existía un programa plurianual de inversión de universidades. Lo único a lo que se comprometió fue la financiación del proyecto. Ahora tenemos el proyecto. ¿Se va a comprometer el nuevo gobierno con ese proyecto? Nosotros vamos a estar dando la lata recordándole al nuevo gobierno de la Junta la lealtad institucional. No se puede cambiar de gobierno y cambiar proyectos que ya estaban en macha. Esperemos que Rogelio Velasco cumpla con lo comprometido.
El problema de transporte de los distintos campus es recurrente. ¿Contempla su programa alguna medida para paliar esta situación gravosa para los alumnos y alumnas?La UCA no tiene un servicio de autobuses ni de trenes, pero sí tiene la presión social ante el consorcio de transporte. A nosotros nos parece que la situación de transporte entre campus es muy deficiente. Esto produce que muchos alumnos hayan abandonado el transporte público para ir a las escuelas. El transporte público tiene que funcionar. Hay que exigir al Consorcio, al igual que tienen otras comunidades autónomas, una tarjeta de transporte multimodal, que te sirve para el tranvía, el autobús lanzadera, etc. No quiero ser demagógico diciendo que yo lo voy a arreglar, pero la UCA sí que tiene que hacer presión para que esto sea así.
Somos una de las universidades que más Erasmus atrae. Es una pena que lo que hace la Menéndez Pelayo no se pueda hacer aquí
En una ciudad como Cádiz, con una industria poco desarrollada, ¿considera que el Centro de Transferencia Empresarial de la UCA se convertiría en un agente dinamizador de la comunicación con empresas y favoreciendo el desarrollo de éstas? ¿En qué medida prevé que esto pueda ser posible?Creo que la UCA, en general, tiene una obligación con la provincia importantísima. Cádiz es la provincia con más paro de España y la universidad tiene una obligación de dar transferencia de conocimiento y generar emprendimiento y relaciones con la empresa. Ese centro puede servir. Lo importante no es el centro en sí, lo importante son las políticas que se pongan en marcha. Nosotros apostamos por cambiar el modelo actual en el que había un vicerrectorado de investigación y otro de transferencia separados. Pensamos que tienen que ir en un mismo vicerrectorado de política científica y tecnológica, porque hoy en día no se entiende la investigación sin transferencia ni transferencia sin investigación. Ese centro puede ser un paso más para esa relación. La provincia de Cádiz tiene que resaltar las relaciones con el campus de Algeciras, donde hay un primer puerto del sur de Europa. Por eso lo importante no es que el centro de transferencia esté en Cádiz o en Algeciras. Eso es lo de menos. Lo importante es que haya transferencia. Hay que aunar esfuerzos para que la UCA no se quede en una urna de cristal, sino que esté en contacto permanente con la sociedad. Una universidad del siglo XXI no sólo tiene que dar grados y máster, sino que debe dar formación continua, actualizada y ser un referente a la empresa y la industria. Sin olvidar los astilleros, puesto que el de Cádiz es referente en temas de reparación y puntero en reparación tecnológica de los buques gaseros.
Uno de los mayores obstáculos para la labor docente y de investigación es la excesiva burocratización. ¿Considera un problema?Hay una excesiva burocratización de toda la gestión de la universidad, especialmente en la gestión de la investigación, en tener que justificar un paquete de folios. La gente se pregunta, ¿cómo se puede estafar un millón de euros y la de pegas que se ponen para gestionar un pequeño proyecto o un desplazamiento? Pongo un ejemplo en primera persona. Tuve que entrevistarme con el presidente de la Autoridad Portuaria de Huelva y tuve que pedirle un papel a la secretaria para que se justificara que yo había estado allí. Es un poco deprimente a un presidente de una Autoridad Portuaria tener que pedirle un papelito para justificar el kilometraje. Esa burocracia parece excesiva y parece la ley del péndulo. La burocracia no frena la corrupción, lo que frena la corrupción es el control y los sistemas de auditoría. Hoy día hay muchos métodos y muchas posibilidades, a nivel de herramientas informáticas y a nivel de app, que rebajarían y facilitarían la burocracia más de lo que se hace hoy día en la tramitación de los procesos administrativos. Nosotros llevamos en el programa incorporar convocatorias de proyectos de innovación en procesos administrativos de la universidad, es decir, que también haya innovación por parte del parte del personal de administración y servicios que puedan facilitar y reducir esa burocracia.
La investigación redunda en la docencia. En muchos casos la focaliza con objeto de análisis fuera de los programas docentes. ¿Qué opinión sobre la calidad de la docencia se viene dando en la universidad española cuando al profesorado se le contempla la investigación interna como un requisito de promoción interna?Un profesor universitario tiene docencia e investigación y transferencia. Un profesor de instituto sólo tiene docencia. Hemos pervertido el sistema y hemos convertido a la docencia en un castigo. De hecho, la forma de castigar al profesor que no hace investigación es darle más docencia, con lo cual lo metes más en el hoyo porque esa dinámica de tener que preparar clases y le impide poder investigar. Es un concepto pernicioso. No podemos perder de vista que la universidad es para los estudiantes, si no hay estudiantes no hay universidad y están aquí para recibir docencia. La investigación, además, se realiza para que el profesorado esté actualizado para que la docencia sea de calidad. Se da la paradoja de que hay profesores que investigan en ámbitos que nada tienen que ver con su docencia. Al final estamos convirtiendo a profesores en generadores de PayPal para conseguir unos premios de productividad que son los que le van a hacer escalar en su posición de posición titular, de catedrático, etc. Se está olvidando la docencia y eso es muy pernicioso. Los alumnos perciben esto, que no les dan clases los mejores.
Hay que ir a la proyección internacional de la UCA como universidad de verano
Esto lo va a considerar, ¿verdad?Como rector puedes hacer cosas en tu universidad y puedes exponer tu modelo en la conferencia de rectores. Una de las cosas que se pueden hacer es el sistema de evaluación de la docencia, lo que opinan los alumnos y ver realmente cuál es la calidad de la docencia y que salten luces rojas en casos en los que la docencia no debería ser como debiera ser.
¿Cuáles son las propuestas con el fin de potenciar actividades de políticas educativas en favor de la igualdad real?Uno de los ADN de nuestra candidatura es la política de igualdad e inclusión. De hecho, queremos cambiar cómo está estructurada ahora mismo la unidad de igualdad y crear una delegación del rector para las políticas de igualdad, de la cual dependa la unidad de igualdad y también el secretariado de políticas de inclusión para temas de discapacidad, de diversidad funcional, de temas LGTBI, temas que son importantísimos para que una universidad del siglo XXI los tome como bandera. En el equipo hay una presencia femenina potente. La número dos y la número tres son catedráticas muy potentes, y llevamos en el equipo a una candidatura muy feminista e inclusiva, además de muy social.
No podemos dejar que la universidad española deje estudios que son clásicos y que hay que mantener en unos altos niveles de formación
Al margen de lo que pueda ocurrir en las próximas elecciones, tenemos que hablar de que la UCA se puede convertir en un referente de modelo de universidad que puede implantar en esos foros donde esté representada. Eso es muy importante, crear referentes y encender luces rojas donde está apagadas. Las conquistas de las mujeres, el feminismo de los derechos humanos, es algo irreversible. El feminismo, ¿cómo lo vais a utilizar como un fin o como un medio?Tenemos que impregnar de feminismo todas nuestras acciones. Yo entiendo que cualquier persona que apueste por los derechos humanos es feminista. Parece que el concepto feminista es un concepto radical. Yo no lo entiendo así, sino como un concepto de derechos humanos. Nadie se plantea que un hombre negro es inferior a uno blanco. ¿Por qué nos vamos a plantear que una mujer es inferior a un hombre? Hay un objetivo que es el de feminizar las políticas en general, las universitarias y las sociales.
Le hago esta pregunta porque uno de los valores fundamentales por el que valoramos distinguir a la UCA como mejor Universidad para Diario16 fue la acogida que tuvo el Foro 16 de formación sobre Igualdad Real tuvo en una de sus facultades sobre feminismo de los derechos humanos, aunque en otras no había sido aceptado, incluso por personas con responsabilidades de igualdad.No pensemos que esto está conquistado. Hay conductas en profesores y profesoras que uno se plantea que hay mucho que hacer. Se equivoca quien piensa que ya estamos en una sociedad en la que no hay machismo ni violencia de género. Siguen haciendo falta acciones positivas, sigue haciendo falta la paridad, romper los techos de cristal. Eso es un objetivo del equipo y mío personal.
¿Yo me puedo levantar de esta entrevista creyendo que las alumnas y alumnos de la UCA van a tener una atención de una dirección rectoral en favor de la igualdad real? Totalmente. También en temas de LGTBi. Yo tengo una hija trans y una hija con síndrome de Down. Yo lo vivo en mi casa, yo vivo la inclusión, la igualdad, el rechazo a lo diferente. Uno se empapa de su vida personal y eso implica también unas políticas y acciones en favor de la igualdad y los derechos humanos en general. Somos una candidatura de igualdad y sensible con la diversidad.
Veo que en Cádiz existe una potencialidad enorme para una universidad de verano rompedora, comprometida con Latinoamérica y la libertad, que de común acuerdo acuerdo con el Ayuntamiento hagan posible una Universidad internacional de verano, más aún si consideramos el capital humano, histórico, de libertad de la ciudad de Cádiz. ¿Se contempla en su programa actuaciones al respecto?Llevamos un Vicerrectorado de Cultura precisamente para cumplir un objetivo nuestro que es que la UCA tiene que ser un motor cultural. La UCA y el campus de Cádiz tiene una atracción por parte, por ejemplo, de los Erasmus. Somos una de las universidades que más Erasmus atrae. Es una pena que lo que hace la Menéndez Pelayo no se pueda hacer aquí. Creo que hay que apostar y hay que presionar un poco al Ayuntamiento. Yo tengo buena relación con el Ayuntamiento, pero hay que colaborar con él para potenciar y que Cádiz tiene que apostar no sólo por sol y playa sino por una oferta cultural participativa con la UCA.
Hay muchos elementos en la historia de esta ciudad que se puede llevar a la excelencia, incluso para superar a otras universidades nacionales e internacionales...¿Por qué no? Nos plantearemos unos cursos de verano de carácter internacional sin duda. Hay que ir a la proyección internacional de la UCA como universidad de verano.
Para finalizar, ¿desea incidir en algún tema que no se haya tratado hasta ahora?Nosotros somos, como dice la candidatura, «UCA ilusiona». Tenemos mucha ilusión porque es el motor del cambio. Somos un grupo muy concienciado con la UCA, con mucha experiencia de gestión y gente nueva que no ha estado en el puesto de vicerrector o de gestión directa, pero con muchas ganas de cambiar. Como todas las instituciones, no se puede caer en el continuismo sino buscar propuestas nuevas y buscar resolver lo que hasta ahora no se ha resuelto. Creo que de vez en cuando las instituciones tienen que abrir las ventanas para que entre aire fresco. Nosotros representamos esa renovación con un proyecto bastante progresista en el sentido de relacionar la universidad más con su entorno, reconociendo el papel motor de la UCA. Ahí está la cuestión más importante y, sobre todo, no olvidar que la universidad está constituida por personas porque hay mucha gente con contratos precarios, mal pagadas, sin estabilidad. Cuando una persona no tiene estabilidad y ni siquiera sabe si va a estar o no aquí al año que viene, es una persona que no está a gusto con la institución y que trabaje de forma eficiente. La precariedad nos preocupa mucho tanto en el profesorado como en el personal de administración y servicios que lleva muchos años sin saber si al curso siguiente va a seguir dando clases o no. Eso no se puede descuidar en una institución pública que debe dar ejemplo de condiciones laborales dignas.