Jenni Hermoso: "Me besó mi jefe y esto no debe ocurrir en ningún contexto laboral"

El testimonio de la futbolista ante la Audiencia Nacional desmonta la versión de Rubiales y expone las presiones que sufrió tras el beso no consentido

03 de Febrero de 2025
Actualizado el 04 de febrero
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Jenni Hermosos
Jenni Hermoso, declarando en la Audiencia Nacional

Jenni Hermoso ha declarado en el juicio contra Luis Rubiales por el beso no consentido que le dio tras la final del Mundial de fútbol femenino en Australia. La futbolista ha sido tajante al afirmar que nunca dio su consentimiento y que en ese momento sintió rechazo y desprotección: "Sabía que me estaba besando mi jefe, y esto no debe ocurrir en ningún contexto laboral". Su testimonio ha sido clave para desmontar la versión del expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), quien aseguraba que el beso fue mutuo.

"No tuve capacidad de reacción"

Hermoso ha relatado cómo ocurrieron los hechos en el podio de la entrega de medallas: "Nos abrazamos, me dijo 'Hemos ganado este Mundial gracias a ti', y lo siguiente fue el beso. No tuve capacidad de reacción para apartarme". Según su testimonio, el gesto fue completamente inesperado y la dejó en estado de shock.

Hermoso también ha denunciado la presión que sufrió en los días posteriores, tanto por parte de Rubiales como de personas cercanas a él dentro de la RFEF. "En el avión de vuelta a España, empezó a haber mucho movimiento. Se reunieron en los asientos de Jorge Vilda y Rubiales, y luego me dijeron que hiciera un vídeo para restarle importancia al asunto. Me negué".

"A ti y a mí nos gusta lo mismo"

Uno de los momentos más impactantes de la declaración de Hermoso ha sido la referencia a una frase que Rubiales le dijo durante el vuelo de regreso: "Me dijo: 'A ti y a mí nos gusta lo mismo', dando a entender que el beso no tenía importancia". Esta afirmación ha sido interpretada como un intento de minimizar lo ocurrido y forzar un relato que beneficiara al expresidente de la RFEF.

El juicio también ha sacado a la luz el papel que jugaron otras figuras dentro de la Federación en la presión a Hermoso. Junto a Rubiales, están acusados Albert Luque, exdirector de la Selección masculina, Jorge Vilda, exseleccionador femenino, y Rubén Rivera, exresponsable de Marketing. La Fiscalía los acusa de coacciones por intentar que Hermoso justificara el beso de manera pública.

"Nadie de la RFEF me protegió"

Hermoso ha descrito cómo se sintió abandonada por la institución que debería haberla defendido. "Nadie de la RFEF me preguntó si estaba bien. Ni siquiera Jorge Vilda, que tanto decía que me apreciaba. Solo se acercaron a mí para salvar su reputación o su puesto". Además, ha detallado cómo su negativa a ceder a las presiones tuvo consecuencias en su carrera: "No fui convocada para la siguiente fecha FIFA tras el Mundial, a pesar de ser una jugadora habitual en el once titular".

Las declaraciones de Hermoso también han dejado en evidencia la estrategia de Rubiales y su entorno para presionarla indirectamente a través de su familia. Su hermano, Rafael Hermoso, también sufrió intentos de manipulación por parte de miembros de la RFEF, como Jorge Vilda, quien según la Fiscalía le advirtió de las "posibles consecuencias" si su hermana no colaboraba en exculpar a Rubiales.

Un juicio con gran repercusión mediática

El juicio contra Rubiales ha despertado un gran interés tanto en España como en el extranjero. Más de 70 medios de comunicación, incluidos al menos 15 internacionales, han solicitado acreditación para seguir el proceso. Este caso no solo trata sobre un hecho puntual, sino que se ha convertido en un símbolo de la lucha contra los abusos de poder y la impunidad en el deporte.

Mientras la Fiscalía pide para Rubiales una condena de 2 años y 6 meses de prisión, los otros tres acusados podrían enfrentarse a 1 año y 6 meses de cárcel por coacciones. Hermoso, además, ha solicitado que se le prohíba a Rubiales acercarse a ella o mantener contacto durante al menos 4 años.

"No es solo mi caso, es el juicio de un sistema"

Al finalizar su declaración, Hermoso ha querido subrayar la importancia de este proceso judicial: "No es solo mi caso, es el juicio que pone en evidencia un sistema que ha permitido estas actitudes durante años". La futbolista ha insistido en que su denuncia no busca solo justicia para ella, sino un cambio estructural en el fútbol y en la sociedad en general.

El juicio continuará con las declaraciones de otros testigos clave, entre ellos Alexia Putellas, Irene Paredes y Laia Codina, quienes respaldaron públicamente a Hermoso desde el primer momento. Las próximas sesiones podrían ser determinantes para la resolución del caso y para marcar un precedente en la lucha contra el abuso de poder en el deporte español.

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