El curso político arranca con un vuelco inesperado en el panorama electoral español. Según la encuesta de 40dB publicada por El País y la Cadena Ser, Vox alcanza su mejor resultado desde las elecciones generales de 2023 y se consolida como la tercera fuerza, amenazando directamente al Partido Popular (PP). Los de Alberto Núñez Feijóo retroceden con fuerza, marcando su peor dato en más de un año, mientras que el PSOE de Pedro Sánchez consigue detener su desgaste y recuperar algo de oxígeno.
Los datos reflejan que, si hoy se celebraran elecciones, el PP sería la lista más votada con un 30,7% de apoyos, pero pierde casi tres puntos respecto a julio. Le sigue el PSOE con un 27,2%, recortando distancias tras haber sufrido el golpe del ‘caso Cerdán’. El gran protagonista, sin embargo, es Vox, que sube hasta el 17,4% y consolida su ascenso gracias al trasvase de votantes populares.
Vox se nutre del desgaste popular
El sondeo revela que casi dos de cada diez votantes de Feijóo en 2023 optarían ahora por la papeleta de Santiago Abascal. Esa fuga masiva de apoyos explica por qué los populares no logran capitalizar el desgaste del Gobierno y, en cambio, se ven sobrepasados por la fuerza de la ultraderecha.
Los datos no solo muestran una transferencia significativa hacia Vox, sino también una notable fidelidad de su electorado: el 87% de quienes apoyaron al partido en las últimas generales repetirían voto. Un contraste con el PP, que apenas retiene al 71% de los suyos.
El PSOE, por su parte, consigue contener la hemorragia: solo un 5% de sus antiguos votantes se irían ahora al PP, una cifra mucho menor a la registrada meses atrás.
Sumar y Podemos, débiles pero presentes
A la izquierda del PSOE, la situación sigue siendo complicada. Sumar sube ligeramente hasta el 6,6%, pero se mantiene muy lejos de convertirse en una alternativa sólida. La coalición que lidera Yolanda Díaz pierde apoyos respecto a las generales de 2023, aunque muestra cierta recuperación frente a julio.
Podemos, ya desligado de Sumar, desciende al 3,4% y evidencia un retroceso constante. La fragmentación en este espacio complica las opciones de reeditar un Gobierno de coalición progresista, ya que la suma de PSOE, Sumar y Podemos apenas llega al 37,7%, frente al 48,1% que sumarían PP y Vox.
Un país dividido por edades y género
La encuesta también ofrece una radiografía detallada de las preferencias según edad y género. Vox lidera entre los más jóvenes, especialmente en la franja de 25 a 34 años, donde supera el 28% de intención de voto. En contraste, el PSOE se impone entre los mayores de 55 años, mientras que el PP concentra sus apoyos en la población más envejecida, aunque sin liderar en ningún tramo.
En cuanto al género, el contraste es claro: Vox es el partido favorito entre los hombres (22,3%), pero se desploma entre las mujeres (13,1%), donde el PSOE logra imponerse con un 21,5%.
El voto territorial cambia de rumbo
En el reparto por comunidades autónomas también se observan cambios significativos. Vox sería primera fuerza en Andalucía y Comunidad Valenciana, donde supera el 21% de intención de voto, un hecho inédito que confirma su expansión territorial.
El PSOE avanza en Galicia y Castilla y León, territorios donde el PP sufre el desgaste de su gestión en plena crisis de incendios. En Galicia, los socialistas alcanzarían el 22%, superando a los populares, que caen hasta el 17%.
En Madrid, feudo tradicional del PP, los populares resisten con un 23,7%, pero ya no doblan a los socialistas, que suben hasta el 20,2%. Vox, con un 17,7%, también gana terreno en la región y reduce aún más la hegemonía conservadora.
En el País Vasco y Cataluña, los partidos nacionalistas continúan siendo mayoritarios, aunque el PSC de Salvador Illa se consolida como alternativa en Cataluña con un 23% de apoyos.
Feijóo, en la cuerda floja
El retroceso del PP no solo cuestiona la estrategia de Feijóo frente al Gobierno, sino que le coloca en una posición de debilidad dentro de su propio partido. El líder popular ha intentado acercarse al discurso de Vox para frenar la sangría, pero los datos demuestran que esa táctica no solo no funciona, sino que refuerza a su competidor.
La encuesta muestra el peor pronóstico para el PP desde las elecciones de 2023. Con un 30,7%, está más cerca de los resultados de Sánchez (27,2%) que de las expectativas que manejaban hace apenas unos meses, cuando llegaron a superar el 35%.
El PSOE respira, pero no despega
Pedro Sánchez consigue frenar la caída provocada por el caso Cerdán y gana siete décimas respecto al barómetro de julio. Sin embargo, sigue lejos del 31,7% que logró en las últimas elecciones y no logra recuperar el terreno perdido.
Su resistencia, no obstante, mantiene abierto el pulso con el PP y refuerza la idea de que no hay un liderazgo claro en el bloque de derechas. El presidente apuesta por agotar la legislatura hasta 2027, confiando en que la recuperación económica y la estabilidad institucional jueguen a su favor.
Una batalla abierta
El sondeo de 40dB refleja un escenario en el que la derecha sigue sumando más que la izquierda, pero también evidencia que la competencia interna entre PP y Vox es cada vez más dura. El partido de Abascal emerge como el gran beneficiado, mientras que Feijóo se hunde en sus peores números.
La izquierda, por su parte, no logra articular una alternativa sólida: el PSOE resiste, pero sus socios no despegan. El resultado es un tablero político fragmentado, con una ultraderecha en auge que amenaza con condicionar cualquier futuro gobierno.
Lo que parece claro es que, tras un verano marcado por los incendios, los disturbios xenófobos y la polémica de los currículos falseados, la política española se adentra en un curso convulso. Las encuestas marcan tendencia, pero también dejan una certeza: el mapa electoral está lejos de estabilizarse y los próximos meses serán decisivos para determinar quién capitaliza el malestar ciudadano.