Sofía Casanova: la primera mujer corresponsal en el extranjero

14 de Marzo de 2023
Actualizado el 02 de julio de 2024
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Libro Sofía Casanova

“Nos encontramos en la vorágine de un período transitorio, de renovación radical. En estos primeros días  de la resurrección de Polonia como Estado nos hallamos relegadas a un segundo plano en el gobierno”. Página 592 del libro "Sofía Casanova, de guerra, revolución y otros artículos"

En esta época de revisionismo cultural, se agradece la enorme labor de Amelia Serraller Calvo al traernos una antología con 150 crónicas de Sofía Casanova del período entre 1914 a 1944, donde no solo narró las dos Guerras Mundiales, la Revolución Rusa, la independencia de Polonia, sino, que sus escritos ponían en valor la importancia del feminismo y de la educación. Colaborando desde Varsovia con La Época, El Debate, El Mundo y especialmente en Blanco y Negro de ABC. Por todo ello, cedo mi columna a Amelia y a Joanna Kujawińska, tataranieta de Sofía:

¿Quién fue Sofía Casanova?

Joanna: Una joven poeta, obligada a vivir y encontrar su sitio en Madrid, arrancada de su querida Galicia natal, que encontró refugio en los círculos literarios de Campoamor y, entre el apoyo y la gran amistad que le unía con Alfonso XII y su mujer, lo que le ayudó a desarrollarse como escritora desde el punto de vista económico y literario. Esta joven poeta conoce en los círculos madrileños al gran filósofo polaco Wincenty Lutosławski, y a través del matrimonio con él, se convierte en súbdita de los zares de Rusia, ya que Polonia en aquel entonces, no existía en el mapa. La joven, metida en la vorágine histórica de Europa, tuvo valor, y gracias a sus contactos, pudo contar, a través de sus crónicas, la historia de Europa. Creo que nuestro deber es rescatarla del olvido. 

Amelia: Una escritora gallega nacida en 1861, que triunfó de joven como poeta en los salones madrileños, y por amor acabó en tierras polacas. Trabajadora infatigable, acompañó a su marido en sus diferentes destinos como profesor y diplomático, lo que enriqueció las novelas y artículos para la prensa que ella escribía. Ya en edad adulta y divorciada, quiso el destino que se encontrase en pleno frente oriental durante las dos guerras mundiales, así como en San Petersburgo durante la Revolución Rusa. Una mujer de carácter, capaz de colarse en el cuartel general bolchevique para entrevistar a Trotsky. Pero también una persona sensible, que fue cronista de su propio éxodo y el de su familia.

¿Qué representan las 150 crónicas recogidas en este libro?

Joanna: Siempre he pensado que, lo que transmitió Sofía en las crónicas, realmente representan una visión objetiva y realista de Europa en uno de los momentos claves de su historia contemporánea, tanto en la Revolución Rusa como luego en la Segunda Guerra Mundial. Pero habría que tener en cuenta las tormentas de la Europa de entreguerras, que ella vivió también. 

Amelia: Un testimonio sincero y desgarrador de todos los grandes acontecimientos de la primera mitad del siglo XX. No falta nada: las armas químicas dentro de la Primera Guerra Mundial, la caída de los zares y la Revolución rusa, precursora en llevar el comunismo a la práctica; el surgimiento y ascenso del fascismo en el período de entreguerras, nuestra Guerra Civil, los crímenes nazis y el Holocausto… Todo ello contado desde la perspectiva de una intelectual en el exilio, que era ante todo madre y enfermera.

Gracias Sofía por tus reflexiones y enseñanzas. 

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