St. Pedro no es lo que parece a primera vista: ese típico «chico guapo», de camisa florida y mirada intensa ante la cámara, que pudiera parecernos un producto comercial. De esos que cantan lo que les dice la moda. No. Detrás de esa imagen comercial, hay un músico, que se ha formado desde bien pequeño y que sabe de música.
Pero lo más importante, es que también se ha preocupado por conocer «el negocio», por saber de qué manera un artista tiene que defender su producto, su trabajo, y lo que es aún más importante: el trabajo del equipo, de la gente que le ha acompañado desde sus inicios.
St. Pedro estudió percusión clásica, estudió piano, y es evidente que domina perfectamente la voz. Un músico multidisciplinar que entendió cómo comenzar «desde abajo» y apostar por su trabajo: sin miedo, pero con tesón y esfuerzo. Un picapedrero del arte, ni más ni menos.
Que ha sabido también ser empresario, sortear las trampas, informarse bien y preocuparse por saber gestionar y mover su producto.
El próximo 22 puedes verle en la Sala El Sol, dentro del marco de Momentos Alhambra, en Madrid.
Y en esta conversación hablamos de todo ello. No te lo pierdas.
