El taxi tradicional solo puede “adaptarse o morir”

17 de Septiembre de 2018
Actualizado el 02 de julio de 2024
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Taxi
El dicho de “adaptarse o morir” es el que mejor define a un sector como el del taxi. Un nicho empresarial que muchos tiene su tiempo contado. El sector del taxi está en peligro de extinción y para el creador del exitoso método 10 Business Factor, Juan Merodio , la única opción que les queda es transformarse digitalmente.“Que el taxi tradicional no mire más allá, siga exigiendo estar regulado por una ley como un monopolio o crea que es suficiente con ofrecer una app sin adaptarse a la trasformación digital como cualquier otro mercado, va a suponer a medio plazo su evaporación” asegura Merodio.No cabe duda de que el sector está inmerso en un proceso de transformación marcado por la digitalización y en un futuro a medio plazo su lucha no será la de compartir el pastel con Uber, Cabify o coches de alquiler por minutos como Car2Go, sino que “la competencia estará en nuevos players como son los coches no tripulados o coches sin conductor, que ya están operando en pruebas en algunos países”, explica.En las numerosas protestas que se han desarrollado a lo largo del país encabezadas por el sector del taxi, el argumento que más se ha repetido es el hecho de que ellos pagan impuestos en España frente a grandes compañías que no lo hacen y que tienen beneficios fiscales.Para trasladarlo a otro escenario, Merodio lanza un ejemplo que permite comprender la situación: “Es como decir si es justo que Amazon venda en España y entregue en 2 horas a domicilio, mientras un pequeño comercio no puede hacerlo. Que algo estuviese en el pasado no significa que deba seguir estando. Muchas personas en España que trabajan para estas empresas, son autónomos como lo son los taxistas y pagan igual sus impuestos aquí”.Y es que para Merodio el que el sector del taxi, en lugar de transformarse digitalmente, siga gastando sus fuerzas en mantenerse, es una guerra perdida. “Ya hay prototipos como cabinas sin conductor para diez pasajeros para las calles o drones para la movilidad inteligente que de aquí a menos de lo que nos creemos estaremos usando. La movilidad inteligente abarata costes para el usuario y los repercute en él para ofrecerle un mejor precio y una mejor experiencia. De hecho es más económico tener un coche privado con conductor hoy que lo era hace 10 años”, añade dicho conferenciante.Además cree que el  argumento de que la nueva economía hace flaco favor a los derechos de los trabajadores, depende “de cómo se regule y se piense en el trabajador, los derechos de los trabajadores no dependen de tecnologías o de las nuevas economías, sino de la regulación que se les dé y de la mentalidad de cada empresario”, finaliza Merodio.
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