En la era digital, el acceso a internet ha revolucionado la vida de millones de personas, proporcionando una vasta gama de servicios y accesos inmediatos a la información. Sin embargo, junto con estos beneficios, también ha aumentado el riesgo de fraudes por internet. La suplantación de identidad, el phishing y la venta de productos falsificados son solo algunos ejemplos de cómo los delincuentes explotan la red para cometer estafas. Este artículo explora los tipos más habituales de fraudes en línea y cómo protegerse contra ellos.
Los fraudes por internet son muy comunes
Internet ha supuesto una gran revolución para la sociedad. El acceso a la información y los servicios en línea de forma inmediata ha supuesto una mejora sustancial en la calidad de vida de los ciudadanos. No obstante, este avance también ha traído consigo un lado negativo: la proliferación de distintos tipos de fraudes por la nube. Millones de personas en el mundo han sido víctimas de estas estafas. Por ello, es crucial conocer los diferentes tipos de estafas que existen y cómo protegerse contra ellos.
El fraude por internet se define como una actividad fraudulenta o delictiva que utiliza dispositivos digitales para engañar a las víctimas.
Phishing
El phishing es uno de los fraudes más comunes en internet. Se basa en el envío de correos electrónicos que parecen provenir de una fuente confiable y tienen una apariencia creíble, como una administración pública o una empresa conocida. Estos mensajes suelen contener enlaces maliciosos o archivos adjuntos diseñados para robar información personal, como contraseñas o datos bancarios, que luego se utilizan para defraudar a la víctima.
Este tipo de fraude busca obtener acceso a nuestras cuentas y, a partir de ellas, a otros servicios asociados. En caso de sospecha, siempre es recomendable verificar la dirección de correo electrónico del remitente y evitar hacer clic en enlaces sospechosos o descargar archivos adjuntos.
Smishing
El smishing es una práctica fraudulenta que contacta a las víctimas a través de sistemas de mensajería, como WhatsApp, Telegram o SMS, para obtener información confidencial. Los estafadores se hacen pasar por entidades legítimas, como administraciones o empresas, que normalmente utilizan estos canales para confirmar citas, enviar códigos y contraseñas, o publicitar ofertas.
Para protegerse contra este fraude, es fundamental desconfiar de mensajes no solicitados que piden información personal o financiera y verificar la autenticidad del remitente antes de proporcionar cualquier dato.
Malware
El malware y los virus son programas informáticos maliciosos que se infiltran en dispositivos electrónicos como ordenadores o teléfonos móviles para dañar, robar datos o tomar control del sistema. Este tipo de software malicioso se puede transmitir a través de archivos adjuntos en correos electrónicos, anuncios maliciosos, unidades USB y aplicaciones infectadas.
Para evitar estos fraudes, es esencial mantener el software antivirus actualizado y evitar descargar archivos de fuentes no confiables.
Tiendas online fraudulentas
Este tipo de fraude se lleva a cabo a través de sitios web que suplantan la identidad de empresas confiables y ofrecen productos a precios muy bajos. Los productos nunca llegan a enviarse, y cuando la víctima se da cuenta, la web ha desaparecido con su dinero.
Para evitar este tipo de fraude, es recomendable realizar compras en sitios web confiables y verificar las opiniones y calificaciones de los vendedores antes de realizar una transacción.
Premios fraudulentos
Los ciberdelincuentes prometen grandes premios a cambio de una tarifa o el suministro de información personal. Utilizan mensajes de texto, correos electrónicos o llamadas telefónicas para engañar a las víctimas.
Para protegerse, nunca se debe compartir el DNI o similares o financiera con desconocidos que prometan premios inesperados. La máxima de "si parece demasiado bueno para ser verdad, probablemente lo sea" es especialmente aplicable aquí.
Ransomware
El ransomware es uno de los métodos más críticos utilizados para cometer fraudes en internet, especialmente contra entidades públicas como hospitales y ayuntamientos. Este tipo de fraude encripta todos los datos de un equipo o dispositivo, imposibilitando el acceso a ellos, y los atacantes exigen un rescate para proporcionar la clave de desencriptación.
Para prevenir estos ataques, es importante realizar copias de seguridad periódicas y extremar las precauciones al abrir correos o descargar software de fuentes no confiables.
Consecuencias Legales del Fraude
El fraude se encuentra tipificado en el artículo 248 del Código Penal como delito de estafa. Según la ley, las personas culpables de cometer fraude pueden ser castigadas con una pena de prisión de seis meses a tres años. Para determinar la pena, se tiene en cuenta “el importe de lo defraudado, el quebranto económico causado al perjudicado, las relaciones entre este y el defraudador, los medios empleados y otras circunstancias que valoren la gravedad de la infracción”.
Internet ha transformado la manera en que vivimos y trabajamos, pero también ha abierto nuevas vías para la actividad delictiva. Los fraudes por internet son una amenaza real y creciente que puede tener consecuencias devastadoras para las víctimas. Conocer los tipos de estafas más comunes y tomar medidas para protegerse es esencial para navegar por el mundo digital de manera segura. La educación, la precaución y la actualización constante de las medidas de seguridad son las mejores herramientas para prevenir estos delitos y minimizar su impacto.