La ONU, a través de la relatora sobre la violencia contra la mujer, da un toque a España por el caso de Irune Costumero, la madre a quien la Diputación de Bizkaia arrebató a la fuerza a su hija de cinco años por el falso Síndrome de Alienación Parental.
Que el servicio de menores al completo, con su diputado de Acción Social a a cabeza -Sergio Murillo- estén imputados por un juez por esta polémica decisión- no ha ayudado a que Irune recupere aún a su hija. Ahora, a punto de que vuelva a celebrarse un juicio -previo al de la imputación- para las medidas cautelares urgentes, esta mujer, filóloga y profesora de euskera, vuelve a recuperar la esperanza y parte de su sonrisa.
Tres años y tres meses lleva Irune sin su pequeña. Demasiado tiempo en el que sólo la ha podido ver, primero con vigilancia de la Diputación Foral, y ahora únicamente dos horas y dos días a la semana, pero ya sin carabina. Demasiado tiempo para una madre que, pese a tanta angustia, ha mantenido la cordura, su trabajo y su lucha sin rendirse.
La relatora
Así, la relatora de la ONU, a la que Irune reconoce haber escrito "casi cada día en castellano y en inglés" para que conocería su caso, lamenta el alto índice de utilización del falso argumento del Síndrome de Alienación Parental, y recuerda que ya en 2014 España fue condenada por el caso de otra madre en una situación similar, sin que en este tiempo nuestro país haya adoptado las medidas propuestas entonces.
La relatora contra la violencia de género muestra su preocupación a España "por la integración física y mental de la señora Costumero" y también de la niña.
Además, la relatora insiste también en su preocupación por el "uso del presunto Síndrome de Alienación Parental, contra la madres y la falta de credibilidad que algunos de los tribunales otorgan al testimonio de los niños...". A su juicio, en este duro escrito, insiste también en que "los mecanismos legislativos actuales no abordan adecuadamente la consideración que debe la existencia de violencia doméstica a la hora de determinar la custodia de los hijos".
Irune Costumero reconoce a Diario16 que este toque de la ONU "ha sido una alegría inmensa porque ya no sabía que más hacer para recuperar a mi hija". Según explica esta madre coraje, "esto abre la puerta para recuperar a mi hija y para muchos niños y niñas más".