Sabe Fernando Alonso, y lo sabe también cualquier persona que sepa mirar por dentro a sus semejantes, que su séptimo puesto en el inolvidable Gran Premio de China 2024 tiene mucho más valor, más magia y más sabor que el del ganador oficial de la carrera:
el pobre Verstappen,
que ya haga lo que haga al final de las carreras de Fórmula 1 no puede evitar tener que esforzarse para que no se le vea demasiado el bostezo descarado.
En cambio Alonso: ¡qué fin de semana épico!: en la doble clasificación para las carreras Sprint y Oficial entre los tres primeros. Con lluvia, por sus manos prodigiosas (quedó delante de Verstappen), y sin lluvia… ¡otra vez por sus manos prodigiosas!, porque el coche está claro que no es mejor que muchos de los que quedaron detrás de él clasificados.
Fernando Alonso: ¡Aullando!
Fernando Alonso que consigue hacerse con la vuelta rápida de la carrera. Lo único que le puede quitar otro piloto a Verstappen y su súper coche imbatible en el Gran Premio de China.
Imaginemos por un instante que el resultado se diese la vuelta por completo y lo conseguido por Alonso fuese el resultado de Verstappen y viceversa.
Indudablemente la celebración de Fernando Alonso si hubiese ganado la carrera sería inenarrable. Salvaje del todo. La tierra temblando.
Pero si Verstappen hubiese quedado séptimo… simplemente habría estado un poco molesto. Para Verstappen entre quedar primero y quedar séptimo el estado de ánimo apenas habría variado.
En cambio si Fernando Alonso hubiese ganado la carrera…. Cuesta hasta imaginárselo.
¡Habría bailado el mundo entero!
Pero ahí sigue estando como objetivo y como sueño: la 33. Y mientras tanto: Fernando Alonso felicísimo, absolutamente orgulloso de sí mismo.
¡AULLANDO!
Tigre Tigre
La felicidad no reside en ser el número uno, sino en sentirse vivo y con ganas de luchar. Ese es el estado de Maravilla Alonso en el momento actual. Tigre Tigre