Perfil Óscar Iglesias

22 de mayo: el deber de la unidad y la fraternidad en el PSOE

17 de Mayo de 2017
Actualizado el 02 de julio de 2024
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Urna PSOE
El próximo domingo, los militantes socialistas están llamados a las urnas para elegir a quien será su secretaria general los próximos años. Y lo hacen, en un clima de expectación y tensión que debe ser encauzado hacia la unidad cuando se conozcan los resultados de la votación, y hacia la lealtad de todos los militantes aceptando, y no cuestionando, los resultados, sean los que sean.En el primer caso, esto significa, que quien resulte elegido debe tender la mano a los otros dos candidatos con el objetivo de construir un PSOE que sea alternativa de gobierno en el menor tiempo posible. Porque lo necesitan España y los españoles, pero también porque lo necesita una militancia muy castigada durante los últimos años.En el segundo caso, la lealtad de todos los militantes tiene que dar como resultado la aceptación formal y real del resultado, para que la nueva secretaría general pueda conformar un equipo plural y con los mejores, que sea útil a la sociedad española y que recomponga una fortaleza interna en el PSOE, que es imprescindible y muy necesaria.No hacerlo, abocará al PSOE a una división interna sin precedentes en décadas, que se trasladará tanto a los congresos regionales y provinciales, como a las primarias que dentro de un año habrá que celebrar para elegir a los cabezas de listas en las elecciones municipales y autonómicas. Y todo ello, con la posibilidad de que puedan también celebrarse elecciones generales, con sus consiguientes primarias para elegir la candidatura a la Presidencia del Gobierno.Una vez celebrado el debate entre candidatos, y a pesar de la expectación y de las encuestas publicadas, es oportuno y obvio recordar que todos los que el día 21 de mayo van a votar son militantes del Partido Socialista Obrero Español. No podrán ir a la urna, en las casas del pueblo, ni los votantes ni los simpatizantes del partido.Por tanto, hay que abandonar una dialéctica de vencedores y vencidos, hay que abandonar las descalificaciones y los insultos entre compañeros, porque de esa manera será imposible construir nada ni en el Congreso Federal, ni en los posteriores congresos regionales que se celebrarán a continuación.En este sentido, sería muy duro que tuvieran vigencia las palabras de Winston S. Churchill, cuando en 1925, en el ayuntamiento de Battersea, decía que “las locuras de los socialistas son inagotables. Hablan de camaradería y predican la fraternidad de los hombres…¡Después hablan de fraternidad universal! Entre ellos mismos tienen veinte facciones discordantes que se odian las unas a las otras, incluso más de lo que nos odian a nosotros”.Quedan pocos días para llegar a un momento determinante en la historia del PSOE y también de España. Ante ese desafío, el PSOE debe dejar atrás los peores años de su historia reciente. El PSOE debe abrir sus puertas y ventanas para ofrecer a la sociedad española un mensaje de renovación de la vida política, social y económica que contribuya al bienestar de los españoles.¿Con qué objetivo? Brindar a los españoles, con una nueva secretaría general, una alternativa de cambio en una sociedad donde las diferencias son cada día más profundas entre una riqueza que cada día se acumula más en pocas manos y una desigualdad que está desbocada por la codicia y las falsas políticas de austeridad. Una alternativa de cambio frente a un PP en descomposición por la corrupción, pero todavía cuenta con mucho poder y con muchos gobiernos.Si el 21 de mayo sale bien, el PSOE estará más cerca de volver a ser un referente que inspire seguridad a los ciudadanos, como primer paso para que le vuelvan a otorgar el gobierno de España.El 21 de mayo el PSOE se juega ser una izquierda útil para los españoles. Esperemos que lo consiga, aunque ya pronostico que el camino interno no será fácil. 
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