Cuando David Foster Wallace se rindió ante las fauces de la depresión y se colgó de una viga legó quizá un bonito cadáver y también nos dejó a todos los amantes de la buena literatura huérfanos para siempre de un genio que hubiera dado muchas tardes y noches y días completos de gloria literaria. Pero eso ya nunca será posible. Solo queda el consuelo de disfrutar de su arte como si de pequeños sorbos del mejor bourbon se tratara, qué duda cabe que estamos ante un narrador hipnótico, genial, único.
Literatura Random House presenta ahora una rareza, una de esas curiosidades literarias que dejan entrever la versatilidad del autor nacido en Ithaca (Nueva York) en 1962 y fallecido en 2008 (Claremont, California). El tenis como experiencia religiosa reúne dos ensayos en torno al deporte de la raqueta, del que el autor de La niña del pelo raro o La broma infinita siempre se declaró no sólo un seguidor entregado sino también un practicante de cierto nivel, que llegó a disputar torneos regionales en su país. Fueron publicados entre 1996 y 2006.
Foster Wallace veía en este deporte razones para argumentarlo con leyes físicas y metafísicas. En Democracia y comercio en el Open de Estados Unidos entra de una manera completamente atípica en el universo del gran torneo de tenis por excelencia en Estados Unidos.
En su otro trabajo, Federer como experiencia religiosa, publicado originariamente en el New York Times, declara una absoluta devoción al tenis practicado en las pistas por el suizo Roger Federer frente al que ha sido durante muchos años su gran oponente, el español Rafael Nadal.
