Un significativo avance en la búsqueda de justicia para las víctimas de la dictadura chilena: el Tribunal Supremo de Chile ha emitido una sentencia histórica en el caso del icónico cantante y activista Víctor Jara. Este lunes, la Segunda Sala del tribunal, de manera unánime, ha confirmado la condena de siete exmilitares jubilados por el secuestro y homicidio de Víctor Jara, un evento que conmovió al mundo y que ocurrió en medio del caos del golpe de Estado de Augusto Pinochet en 1973.
Sentencia
La sentencia dictamina que los siete condenados, quienes en su momento eran parte del aparato militar de Pinochet, son responsables de los delitos de secuestro y homicidio calificado tanto de Víctor Jara como de Littré Quiroga Carvajal, el director de prisiones que también sufrió la misma suerte. Estos exmilitares retirados, Raúl Jofré González, Edwin Dimter Bianchi, Nelson Haase Mazzei, Ernesto Bethke Wulf, Juan Jara Quintana, Hernán Chacón Soto y Rolando Melo Silva, enfrentarán una pena de 15 años y un día de prisión por los homicidios, y diez años y un día por los secuestros.
50 aniversario del golpe de Estado en Chile
Este fallo histórico llega a tan solo dos semanas de la conmemoración del 50 aniversario del golpe de Estado que sacudió a Chile y al mundo entero. La decisión del Tribunal Supremo ratifica la condena previa emitida por la Corte de Apelaciones de Santiago, dejando en claro que no existieron errores significativos en el proceso judicial.
Compensaciones económicas
Junto con las condenas a los militares responsables, el tribunal también estableció compensaciones económicas para las familias de las víctimas. El Tesoro Público deberá pagar 150 millones de pesos chilenos a los demandantes, cónyuge e hijos de Littré Quiroga Carvajal, y 80 millones de pesos a sus hermanos como indemnización. Similarmente, la viuda e hijos de Víctor Jara recibirán una compensación de 150 millones de pesos.
Víctor Jara
La trágica historia de Víctor Jara se remonta al fatídico día del 11 de septiembre de 1973, cuando el golpe de Estado liderado por el general Pinochet derrocó al presidente Salvador Allende. En medio del caos y la represión, Jara fue detenido junto con otros profesores y alumnos, y llevado al Estadio Chile, que ahora lleva su nombre. Allí fue sometido a torturas inhumanas durante horas antes de ser brutalmente asesinado a balazos.
La justicia para Víctor Jara ha sido un camino largo y difícil. En 2016, un tribunal de Estados Unidos encontró culpable al exmilitar chileno Pedro Barrientos por su participación en la tortura y ejecución extrajudicial del artista, a raíz de una demanda civil presentada por su familia. Esto marcó un hito importante en la búsqueda de responsabilidad y reparación para las víctimas de la dictadura.