El Ayuntamiento de Almonte (Huelva) echa gasolina al fuego en el tema de la numerosa población migrante que reside en el municipio, mano de obra indispensable para el maná local de la producción de los frutos rojos. Lejos de aplacar los ánimos después de que vecinos del municipio hayan decidido organizarse unilateralmente vía redes sociales para realizar patrullas nocturnas de caza a los inmigrantes, a los que acusan directamente del supuesto incremento de la delincuencia y la inseguridad en el municipio, el equipo de gobierno municipal, dirigido por el independiente Francisco Bella con mayoría absoluta, del partido Ilusiona, ha sacado adelante este martes en pleno municipal, con los votos de sus 11 ediles, la propuesta del único concejal de Vox, José Joaquín de la Torre, quien asegura, sin datos oficiales que avalen su tesis, que “este incremento de la delincuencia va irremediablemente asociado al aumento de la inmigración ilegal” en este municipio onubense de unos 24.000 habitantes.
Esta moción de la ultraderecha avalada por el equipo municipal de gobierno se produce precisamente cuando la exigua plantilla de la Policía Local almonteña ha pedido la dimisión de la concejala de Seguridad Ciudadana, Ana Saavedra, al admitir que atraviesa “uno de los momentos más difíciles de su historia”, en gran medida como “consecuencia directa de una gestión ineficaz y falta de responsabilidad” por parte de esta edil municipal. Basta decir en este sentido que la plantilla de la Policía Local ha tenido tres jefes diferentes en apenas un año.
Lejos de asumir las reivindicaciones de sus agentes locales, el equipo municipal ha optado por unirse a la estrategia de la ultraderecha y votar conjuntamiente culpando exclusivamente a los inmigrantes del notable incremento de los índices de criminalidad en el municipio en el último año.
Hace solo unos días, los agentes de la Policía Local de Almonte evitaron in extremis el linchamiento de un migrante residente en el municipio por parte de un nutrido grupo de vecinos tras ser detenido por un presunto caso de agresión sexual que se investiga judicialmente.
El mismo Ayuntamiento que señala directamente a la población migrante ante el incremento de la delincuencia rechaza atender las reclamaciones de la Policía Local para incrementar la plantilla
Los datos aportados en el pleno municipal por el único concejal del partido ultraderechista en el municipio onubense han sido obtenidos, según el propio edil ultra, “a través de nuestra policía local, de nuestra guardia civil y de nuestros propios vecinos”, y le sirven para acusar directa y exclusivamente a la población inmigrante “ilegal” de Almonte de ser la causante directa y única de esta situación de inseguridad ciudadana de la que se queja la población en general.
La moción municipal del edil de Vox, aprobada por todos los concejales del equipo de gobierno local, da por cierta la cifra de un incremento del 225% de los delitos contra la libertad sexual “según los datos de cierre de 2022 y 2023 del Ministerio (del Interior)”. Y añade otro dato aún más espectacular y “alarmante”, según el concejal de Vox: el incremento de “un 550% de los delitos sexuales sin penetración”. El concejal ultraderechista asegura que “nunca las mujeres de Almonte han estado más inseguras, y esto se puede trasladar de igual manera a nuestros niños, nuestros mayores, pequeños comercios, hosteleros y a toda la población en general” porque también se han incrementado según su opinión las “ocupaciones o los robos”.
Esta moción aprobada por el consistorio almonteño choca frontalmente con la imagen de tolerancia e integración que su equipo municipal intenta trasladar a la opinión pública con campañas como la de la celebración del Día del Migrante, convocada el pasado diciembre por el Ayuntamiento “con una llamada a la integración y al respeto” con la lectura de un manifiesto en el que participaron representantes de la Asociación Islámica ASÍ Almonte y otros colectivos migrantes procedentes de países de Europa del Este y de América Latina. En Almonte reside en la actualidad una población migrante de más de una decena de nacionalidades.