El Ayuntamiento de Madrid activará este lunes 14 de julio un dispositivo temporal de emergencia con 150 plazas para ofrecer alojamiento y atención social a personas sin hogar que pernoctan en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Este recurso estará operativo durante tres meses, hasta el 20 de octubre, y se ubicará en el Centro de Acogida Temporal Pinar de San José, en el distrito de Latina, según han informado desde la propia web del Ayuntamiento.
El dispositivo, coordinado por SAMUR Social y gestionado en colaboración con los Equipos de Calle municipales, está dirigido a personas empadronadas en Madrid o que tengan seguimiento activo por parte de los servicios sociales municipales o equipos de intervención social desplegados en el aeropuerto.
Características principales del dispositivo:
Horario: Abierto todos los días de la semana, de 20:00 a 8:00 horas; 20 de las 150 plazas contarán con servicio de centro de día, operativo 24 horas
Servicios ofrecidos: Alojamiento nocturno, cena de dos platos, picnic para el día siguiente, desayuno, acceso a duchas, lavandería, consigna, ropero y transporte público financiado por el Ayuntamiento
Atención social: Acompañamiento individualizado para facilitar la transición hacia una vida autónoma o el acceso a la red municipal de atención a personas sin hogar y otros recursos especializados
Acceso: Solo podrán beneficiarse quienes vivan o pernocten en Barajas y estén empadronados en Madrid o tengan seguimiento social previo; la salida del aeropuerto y la intervención social serán voluntarias
El Ayuntamiento ha destinado 930.000 euros a la puesta en marcha de este recurso, que busca dar una respuesta social digna a este colectivo vulnerable y cumplir el compromiso alcanzado con Aena para abordar la situación de las personas que duermen en Barajas.
Antecedentes
Las medidas adoptadas por el Ayuntamiento de Madrid para activar 150 plazas de acogida temporal para personas que pernoctan en Barajas tienen su origen en una crisis creciente de sinhogarismo visible en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas desde finales de 2023.
La combinación de saturación de los recursos sociales, crisis de vivienda, precariedad laboral, falta de coordinación institucional y presión social ha forzado al Ayuntamiento de Madrid a poner en marcha este dispositivo temporal de emergencia para atender a las personas que, ante la ausencia de alternativas, habían convertido el aeropuerto en su refugio nocturno.
A continuación se detallan los principales antecedentes que han desembocado en la decisión:
Aumento drástico de personas sin hogar en Barajas: Hasta finales de 2023, había unas 177 personas durmiendo en el aeropuerto, pero en los primeros meses de 2025 la cifra se disparó hasta superar las 400, llegando a registrarse picos de 500 personas durante el invierno.
Saturación de los recursos municipales: Los albergues y dispositivos municipales de Madridse encuentran al 100% de su capacidad, lo que ha impedido absorber la demanda adicional provocada por la crisis de vivienda y la exclusión social.
Perfil diverso y precariedad laboral: Un estudio reciente reveló que cerca del 38% de quienes pernoctan en Barajas tienen trabajo, pero no pueden permitirse un alquiler. Más de la mitadestán empadronados en Madrid y llevan al menos dos años en España.
Falta de coordinación institucional y ausencia de datos oficiales: Durante meses, las distintas administraciones (Aena, Ayuntamiento, Comunidad de Madrid, Gobierno central) se han responsabilizado mutuamente de la situación, sin que se realizara un censo oficial hasta que una entidad religiosa impulsó uno propio. Señalan los analistas que esta falta de información dificultó la toma de decisiones y la atención adecuada al colectivo afectado.
Problemas de convivencia y salubridad: El crecimiento del número de personas sin hogar en las terminales generó conflictos, problemas de higiene y quejas tanto de trabajadores como de usuarios del aeropuerto, lo que llevó a Aena a endurecer los controles de acceso nocturno.
Presión social y mediática: El fenómeno se hizo cada vez más visible y objeto de debate público, con reportajes y denuncias de organizaciones sociales que reclamaban soluciones estructurales y dignas, en lugar de simples desalojos o medidas coercitivas.
Restricciones y controles recientes: Las medidas de control implementadas por Aena han reducido el número de personas que pernoctan en el aeropuerto a unas 150, pero sin ofrecer alternativas habitacionales suficientes