Choque abierto en el Congreso: Rufián y Junts se enfrentan por la financiación singular de Cataluña

El debate sobre el modelo económico catalán enciende una nueva disputa entre ERC y Junts, mientras las acusaciones de traición y promesas incumplidas caldean el ambiente en el hemiciclo

26 de Septiembre de 2024
Actualizado el 27 de septiembre
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Gabriel Rufián, posrtavoz de ERC
Gabriel Rufián, posrtavoz de ERC

El Pleno del Congreso ha sido el escenario de un enfrentamiento cada vez más evidente entre Esquerra Republicana (ERC) y Junts per Catalunya (Junts). La disputa gira en torno a la financiación singular acordada entre ERC y el PSOE, un pacto que, según los primeros, representa un avance para Cataluña, mientras que los segundos lo ven como un nuevo ejemplo de promesas vacías y acuerdos sin contenido real.

En este tenso contexto, Gabriel Rufián, portavoz de ERC, no ha dudado en afear a Junts su rechazo al acuerdo de financiación que, según él, es algo que "siempre pidieron" pero que ahora desdeñan por intereses políticos. Por su parte, Josep Maria Cruset, diputado de Junts, ha lanzado duros reproches hacia el acuerdo y ha desafiado al Gobierno central a aclarar si realmente se trata de un "concierto económico" o es solo un engaño más.

Rufián vs. Cruset: una disputa con historia

El enfrentamiento entre ERC y Junts no es nuevo. A pesar de compartir el objetivo de una mayor autonomía para Cataluña, ambas formaciones han divergido en el camino que consideran más adecuado para lograrlo. La financiación singular acordada entre ERC y el PSOE ha vuelto a poner estas diferencias en primer plano.

Durante su intervención, Rufián ha recordado que el modelo acordado con los socialistas es algo que Junts también ha defendido en sus programas electorales. "Lo que hemos pactado no va en contra de nadie", ha insistido, subrayando que el nuevo sistema de financiación busca mejorar la situación fiscal de Cataluña sin menoscabar a otras regiones. En un tono directo, Rufián ha señalado a sus antiguos aliados: "Que en Cataluña se consiga un mejor sistema de financiación no va contra nadie".

Sin embargo, desde Junts la visión es muy diferente. Josep Maria Cruset ha sido contundente en su crítica, afirmando que los acuerdos alcanzados por ERC con el Gobierno central hasta la fecha no han tenido ninguna implementación real. "Siempre a cambio de nada", ha remarcado, en referencia a pactos anteriores como la mesa de diálogo, que, según él, fue más un gesto simbólico que un verdadero mecanismo de solución.

El dilema del "concierto económico"

Una de las principales fuentes de discordia entre ambas formaciones es si la financiación singular acordada es equiparable al concierto económico del País Vasco. Mientras ERC lo defiende como un paso adelante hacia una mayor autonomía financiera, Junts considera que el acuerdo no se acerca ni de lejos al modelo vasco.

Cruset ha retado a la vicepresidenta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, a que aclare si lo pactado con ERC realmente es un concierto económico. Además, ha puesto en duda que esta financiación singular suponga el fin del déficit fiscal que arrastra Cataluña desde hace décadas. "Grandes afirmaciones de ustedes ya las hemos visto antes, y se han incumplido sistemáticamente", ha declarado con escepticismo.

El enfrentamiento ha alcanzado un punto álgido cuando Cruset ha afirmado que lo que ERC presenta como un gran logro no es más que una maniobra para mantener a raya a la oposición independentista. Junts, por su parte, continúa insistiendo en que este acuerdo es insuficiente y en que la única solución real pasa por un modelo de financiación que otorgue a Cataluña un control total sobre su recaudación fiscal, similar al sistema vasco.

 

¿Una ruptura definitiva?

El enfrentamiento entre ERC y Junts es solo el último episodio de una larga serie de desencuentros que han tensado la relación entre ambas formaciones desde las elecciones de 2021. Si bien ambas comparten la demanda de una mayor autonomía para Cataluña, sus estrategias para lograrlo han sido diametralmente opuestas. ERC ha optado por un camino de diálogo y negociación con el Gobierno central, mientras que Junts ha mantenido una postura más beligerante, demandando resultados tangibles y acusando a ERC de conformarse con gestos simbólicos.

Rufián ha defendido que los acuerdos alcanzados con el PSOE son fruto de una "negociación" constante y que el pacto sobre la financiación es un paso importante hacia una mayor equidad fiscal para Cataluña. Sin embargo, la pregunta que sobrevuela el Congreso es si este acuerdo realmente beneficiará a los catalanes o si quedará, como otros antes, en un cajón sin aplicarse.

Por su parte, Cruset ha reiterado la postura de Junts: no se oponen a un mejor sistema de financiación para Cataluña, pero no creen que este acuerdo sea el camino correcto. Según él, solo un modelo de financiación similar al vasco podría satisfacer las necesidades de la región y poner fin a la situación de déficit fiscal. "Lo que se ha acordado no es un concierto económico", ha insistido, añadiendo que el Gobierno central sigue sin abordar las demandas reales de Cataluña.

¿Hacia dónde se dirige Cataluña?

El debate sobre la financiación autonómica no es solo una cuestión técnica o económica; es también un símbolo de las tensiones políticas que dividen a Cataluña y que se extienden más allá de sus fronteras. La pugna entre ERC y Junts pone de manifiesto las dificultades de una región que busca mayor autonomía dentro de un marco estatal que no siempre está dispuesto a concederla.

En este contexto, la pregunta clave sigue siendo si el acuerdo de financiación singular será un punto de inflexión para Cataluña o si, como teme Junts, no será más que otro paso en falso en un proceso que parece no tener fin. Mientras tanto, el enfrentamiento entre Rufián y Cruset no hace más que evidenciar la creciente distancia entre los dos principales partidos independentistas de Cataluña.

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