Cinco trabajadores de un centro de menores en Zaragoza detenidos por torturas y agresión sexual

Los educadores, bajo la presunta dirección del director del centro, habrían sometido a los menores a tratos degradantes y vejatorios, incluyendo lesiones físicas

02 de Agosto de 2024
Actualizado el 03 de agosto
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Cinco trabajadores de un centro de menores en Zaragoza detenidos por torturas y agresión sexual

Cinco empleados de un centro de atención a menores de Zaragoza, incluido su director, han sido detenidos por presuntos delitos graves relacionados con el maltrato a los internos. La Guardia Civil ha confirmado que los detenidos enfrentan acusaciones de lesiones, torturas, agresión sexual, corrupción de menores y pertenencia a grupo criminal.

Las investigaciones comenzaron tras recibir varias denuncias en Zaragoza, donde la madre de un menor alegó que su hijo había sufrido lesiones significativas a manos de los educadores del centro. Ante la gravedad de las acusaciones, los agentes de la Guardia Civil de Zaragoza iniciaron una serie de diligencias para verificar las denuncias, lo que llevó a tomar declaraciones de empleados del centro y del propio menor afectado.

Las pruebas reunidas durante la investigación revelaron un patrón alarmante de conductas abusivas. Los educadores, bajo la presunta dirección del director del centro, habrían sometido a los menores a tratos degradantes y vejatorios, incluyendo lesiones físicas. Uno de los métodos utilizados consistía en confinar a los menores en habitaciones cerradas sin visibilidad, impidiendo que pudieran pedir ayuda.

El director del centro, lejos de intervenir para corregir estas prácticas, habría dado instrucciones para que no se registraran incidentes de este tipo en los expedientes oficiales. La falta de registros y la manipulación de informes médicos fueron también objeto de las investigaciones. En un caso concreto, se descubrió que el director había intentado presionar a un empleado sanitario para emitir un informe falso que afirmara que el menor no había sufrido lesiones.

La situación, que se intensificó a finales de junio, generó un ambiente de miedo entre los internos, quienes vivieron una creciente sensación de inseguridad. A pesar de que uno de los menores trató de buscar ayuda de una trabajadora del centro, el director no reconoció que las prácticas aplicadas fueran inapropiadas o en contra del protocolo establecido.

Investigaciones adicionales han revelado que las víctimas de estos abusos no se limitaban al menor inicialmente denunciado. Los agentes descubrieron que varios menores habían sido objeto de agresiones sexuales y corrupción, evidenciando una conducta sistemática de abuso dentro de la institución.

Ante las pruebas obtenidas, la Guardia Civil procedió a la detención de cuatro trabajadores del centro y su director. Los detenidos han sido puestos a disposición de la autoridad judicial, enfrentando cargos de lesiones, torturas, agresión sexual, corrupción de menores y pertenencia a grupo criminal.

Este caso pone en evidencia no solo la gravedad de los abusos cometidos en instituciones de atención a menores, sino también la necesidad urgente de reformar y supervisar más rigurosamente estos centros para prevenir futuros abusos. La sociedad exige respuestas y justicia para las víctimas de este escándalo de maltrato.

 

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