La exministra María Dolores de Cospedal se ha negado a declarar en la comisión de investigación sobre la operación Kitchen en el Congreso de los Diputados. “Les informo, con todo el respeto a sus señorías, que tengo la intención de no emitir contestación a sus preguntas y por lo tanto me acojo a mi derecho constitucional de no declarar”, ha asegurado al inicio.
La popular, ha explicado que “existe un procedimiento judicial en el que se están tratando asuntos cuyo contenido es sustancialmente el mismo que se está dirimiendo en esta comisión de investigación” y que “en respeto al principio de división de poderes” y a “las resoluciones judiciales” no prestará declaración.
La que fuera ministra de Defensa con Mariano Rajoy iba a haber comparecido en el Congreso el pasado 2 de junio, pero su interrogatorio se suspendió en el último momento tras conocerse su imputación en el caso Kitchen.
Sin embargo, a finales de mes de julio el juez Manuel García-Castellón puso fin a la instrucción del caso concluyendo que no existían indicios de su participación en la trama que supuestamente se creó desde el Ministerio del Interior para espiar al extesorero del PP Luis Bárcenas y robarle documentación comprometedora para dirigentes del partido.
El magistrado archivó la causa respecto de Cospedal y su marido, Ignacio López del Hierro, al no encontrar pruebas de su “participación intelectual” en la operación. Respecto a sus reuniones con el excomisario José Manuel Villarejo, García-Castellón resaltó que “no se puede criminalizar el derecho de reunión”.
En sus declaraciones en sede judicial la exsecretaria general negó expresamente que hubiera realizado encargo alguno a Villarejo y explicó que, si bien se reunió con él en varias ocasiones, lo hizo por las relaciones que este tenía con los medios de comunicación.
Sin embargo, la Fiscalía Anticorrupción sostiene que la intervención de Cospedal y su marido en la Kitchen está “claramente reflejada” en las agendas personales de Villarejo y en las comunicaciones que éste mantuvo con López del Hierro.
En julio, cuando García-Castellón cerró la instrucción, los fiscales le acusaron de trazar una “línea roja” para no avanzar hacia la trama política y acotar el espionaje parapolicial a Bárcenas al Ministerio de Interior. Por ello, pidieron reabrir las pesquisas y volver a imputar a Cospedal, apuntando además a una “posible” responsabilidad del expresidente del Gobierno Rajoy.
Precisamente, tras el interrogatorio a Cospedal, la comisión ya sólo tendrá pendiente recibir el 13 de diciembre a Rajoy, que será el encargado de poner fin a las comparecencias que arrancaron el pasado mes de marzo con Luis Bárcenas. Los comisionados tienen de plazo hasta final de mes para aprobar sus conclusiones en la comisión que después habrán de elevar al Pleno para su ratificación.