Las mujeres con discapacidad en la Unión Europea enfrentan una realidad alarmante: el 34% de ellas ha sufrido violencia física o sexual por parte de sus parejas o exparejas. Esta preocupante estadística fue revelada por Concha Díaz, presidenta de Fundación Cermi Mujeres. Ante esta situación, Díaz destacó la importancia de incluir a las mujeres y niñas con discapacidad en todas las directivas y leyes relacionadas con este ámbito a nivel europeo.
Díaz expresó su confianza en que la Presidencia española de la Unión Europea pueda desbloquear la Directiva europea sobre violencia de género, para lograr una mayor armonización en la legislación de todos los Estados, similar a la legislación española. En la UE, más de 40 millones de mujeres y niñas tienen alguna forma de discapacidad, representando el 16% de la población femenina. Es fundamental que se preste atención a sus necesidades y que se les dé voz en el debate público.
La exclusión y la vulnerabilidad son dos realidades que afectan de manera desproporcionada a las mujeres con discapacidad en la Unión Europea. Los indicadores muestran que el 23% de estas mujeres se encuentra en riesgo de pobreza, en comparación con el 20,5% de los hombres con discapacidad y el 16% de la población femenina en general. Además, solo el 20% de las mujeres con discapacidad tienen un empleo a tiempo completo, mientras que esta situación se da en el 28% de los hombres con discapacidad y el 48% de las mujeres sin discapacidad.
En términos de educación, solo el 15% de las mujeres con discapacidad en la UE accede a estudios de Grado, en contraste con el 18% de los hombres con discapacidad y el 31% de las mujeres en general. También se evidencia una brecha en el acceso a servicios médicos, ya que el 9% de las mujeres con discapacidad presenta necesidades médicas no cubiertas, en comparación con el 8% de los hombres con discapacidad y el 3% de la población femenina en su conjunto.
Ante estas realidades preocupantes, Díaz considera imprescindible que la Unión Europea aborde de manera prioritaria la situación de las mujeres con discapacidad en sus políticas públicas. Confía en que la Presidencia española del Consejo de la UE logre avances significativos en la agenda de la discapacidad, tal como ha ocurrido en ocasiones anteriores.
En primer lugar, se espera que se cumpla el compromiso de implementar la Tarjeta Europea de Discapacidad, que garantizará las mismas ayudas y prestaciones para las personas con discapacidad en todos los países de la UE, permitiéndoles moverse libremente. Además, se hace hincapié en la necesidad de prohibir las esterilizaciones no consentidas de personas con discapacidad en todos los países de la UE, siguiendo el ejemplo de España, que ya ha dado un paso importante en este aspecto.
Otro aspecto clave es la propuesta de declarar el año 2024 como el Año Europeo de las Mujeres y las Niñas con Discapacidad, con el objetivo de visibilizar la situación de este colectivo y promover la legislación concreta que garantice sus derechos. Además, se destaca la importancia de incluir el enfoque de género en el Centro Europeo de Accesibilidad, liderado por la Fundación ONCE, para asegurar que las mujeres y niñas con discapacidad no sean relegadas en los esfuerzos por mejorar la accesibilidad.
En resumen, la situación de las mujeres con discapacidad en la Unión Europea es preocupante, enfrentando altos índices de violencia, exclusión y vulnerabilidad. Es fundamental que se les incluya en todas las políticas y legislaciones pertinentes, y que se tomen medidas concretas para abordar sus necesidades y garantizar sus derechos en todos los Estados miembros de la UE. La Presidencia española del Consejo de la UE ofrece una oportunidad para avanzar en este sentido y lograr una mayor igualdad e inclusión para las mujeres y niñas con discapacidad.