El año 2022 establece un nuevo récord de calor en España, y se esperan temperaturas aún más altas en 2023

23 de Junio de 2023
Guardar
calor

El año pasado, 2022, quedará marcado como el año más caluroso registrado en la historia de España, y los expertos advierten que en 2023 las temperaturas podrían alcanzar niveles aún más altos. Ante esta preocupante situación, la firma global de desarrollo sostenible Arup ha elaborado un decálogo de diez medidas destinadas a reducir el impacto de las olas de calor en las ciudades y proteger la salud de las personas.

La primera medida destacada por Arup es la importancia de la previsión, la planificación y la monitorización. Es fundamental contar con una buena previsión meteorológica para anticiparse a las olas de calor, así como monitorear y preparar una respuesta rápida a los diferentes eventos climáticos que puedan ocurrir. Además, se debe garantizar un suministro mínimo de agua y energía para fortalecer la respuesta frente a las altas temperaturas.

La educación y la preparación también juegan un papel crucial en la reducción del impacto de las olas de calor. Por lo tanto, Arup recomienda realizar campañas educativas que brinden recomendaciones y protocolos durante períodos climáticos extremos. La anticipación es clave, ya que las altas temperaturas llegan cada vez más temprano y con más intensidad. Es necesario implementar una planificación urbanística con perspectiva climática que reduzca el impacto de estos fenómenos, aprovechando los elementos del entorno construido como aliados efectivos.

En este sentido, Arup propone intervenir en el entorno urbano para evitar la exposición directa a la radiación solar. Se pueden incorporar elementos que proporcionen sombra, como cubiertas, toldos o árboles. Además, es recomendable aumentar la reflectividad de las superficies expuestas al sol para disminuir la emisión de calor. Los materiales con colores claros y superficies permeables naturalizadas son estrategias óptimas para mitigar el efecto de isla de calor, evitando temperaturas extremas durante el día y promoviendo el enfriamiento nocturno.

Mejorar el aislamiento de las fachadas y cubiertas de los edificios es otra medida propuesta por Arup. Esto optimiza la eficiencia energética, reduce la transmisión térmica de los cerramientos y evita el aumento de la temperatura en los espacios interiores, disminuyendo la necesidad de utilizar aire acondicionado. Además, Arup destaca el papel fundamental de la vegetación en el entorno urbano. Las áreas verdes no solo brindan beneficios ambientales, sino que también regulan la temperatura y mantienen la humedad, incrementando la sensación de confort en ambientes secos.

Es importante tener en cuenta que nuestras actividades cotidianas también tienen un impacto directo en el aumento de las temperaturas urbanas, especialmente relacionado con el uso de equipos que generan calor, como vehículos y sistemas de climatización. Arup recomienda reducir la liberación de calor proveniente de estos equipos para crear condiciones microclimáticas que eviten el uso excesivo de aire acondicionado, logrando un doble efecto positivo de enfriamiento y reducción de emisiones térmicas.

Por último, Arup sugiere implementar áreas de enfriamiento en zonas urbanas para la población general y garantizar la continuidad de las actividades en un entorno seguro. Esto implica potenciar las zonas verdes y restaurar las áreas fluviales, creando refugios climáticos como plazas con fuentes o parques junto a los ríos.

Lo + leído