Tal y como publicamos ayer en Diario16, el rey Juan Carloscreó una estructura para recibir en sus cuentas en Suiza donacionesmillonarias. En concreto, el abogado Dante Canónica recibió en el despacho delmonarca en el Palacio de la Zarzuela el encargo de crear una estructura paratransferir una donación muy importante que iba a recibir de Arabia Saudí.Canónica indicó al fiscal que la Fundación Lucum, a través de la que secanalizó la donación, fue creada en la residencia oficial del rey. Por suparte, el administrador de las cuentas en Suiza de Juan Carlos I, ArturoFassana, realizó varios viajes a Washington y Basilea tras recibir del reyinformación confidencial sobre el embajador saudí en Estados Unidos, Adel AlJubeir, quien intermedió en la “donación” de 100 millones de dólares.
La transferencia de esos millones de dólares sólo se ejecutócuando se recibió el mensaje desde Arabia Saudí de que se trataba de unadonación, aunque los investigadores creen que era el modo de tapar el presuntocobro de comisiones. Por tanto, nos encontraríamos ante un caso de presuntoblanqueo de capitales, lo que está castigado en el Código Penal con una condenade hasta 6 años de prisión.
Por otro lado, según ha publicado El Español, el gestorde la fortuna de Juan Carlos I, Arturo Fasana, declaró ante el fiscal suizoYves Bertossa que el monarca no había declarado a Hacienda los fondos de laFundación Lucum, lo cual supondría la comisión de un presunto delito de fraudefiscal, que está castigado por el Código Penal con 6 años de cárcel.
En consecuencia, el anterior Jefe del Estado se enfrenta amás de 10 años de prisión si se confirman que esos presuntos delitoscontinuaron más allá del año 2014, fecha en la que Juan Carlos I abdicó yperdió su inviolabilidad o, para ser francos, su impunidad.