El presidente de Castilla-La Mancha, y Secretario General del PSOE en la región, está liderando las voces más críticas desde dentro del propio partido contra el escándalo que se ha dado a conocer esta semana, tras la filtración de unos audios en los que la imagen del partido queda seriamente dañada.
El presidente Page ha confiado en que Sánchez esté ya preparando las querellas que, a su entender, deberían presentarse por las acusaciones tan graves vertidas en su contra, para poder defender la imagen del PSOE que ha resultado dañada, así como de las instituciones que gobierna.
En el inicio del pleno de las Cortes de Castilla-La Mancha, donde se aprobará el nuevo estatuto de autonomía de la región, el presidente ha afirmado que "no hay otro camino que el de plantar cara", después de que una serie de audios se haya filtrado y en los que se cita expresamente al presidente del Gobierno y al secretario de Organización, Santos Cerdán, como supuestos líderes de una trama.
«La única defensa que tiene la honorabilidad del PSOE y del propio Gobierno y de los afectados es plantear una querella con todas las de la ley y confiar en el sistema judicial», ha incidido García-Page, según ha recogido la agencia EFE.
«No se puede poner cara de póker» ante estas acusaciones, ha subrayado el secretario general de los socialistas castellanomachegos, que ha advertido de quien «puede pensar que en la vida y en la política la mejor estrategia es que vale todo, al final termina consiguiendo que nada valga».
García-Page ha considerado que en la actualidad se vive «una etapa de degradación sin igual en la política», algo que ha reconocido que es «muy triste» y que él sufre «como español y como socialista». El presidente ha vaticinado que esto «es solamente el comienzo», en referencia a los mensajes que se han podido ver.
hace unos meses definió al empresario Víctor de Aldama como «una bomba lapa», pero ha considerado que «realmente es una bomba de racimo, que tenía conexiones por todos los lados» y ha afeado que «incluso va presumiendo por ahí de que eran trampas» que había plantado al PSOE.
«Creo sinceramente que ni la dirección del partido ni el Gobierno pueden haber confiado en gente de este tipo y de esta calaña», ha afirmado García-Page, que se ha mostrado convencido de que «se terminará demostrando» que no ha sido así, pero ha incidido en que para ello, «hay que reaccionar».