Las enfermedades crónicas evitables son las más letales en Europa, según Eurostat

Las enfermedades crónicas evitables son actualmente las más letales en Europa, según los datos más recientes de Eurostat y la OMS

01 de Julio de 2025
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muertes evitables: creada por IA

Las enfermedades crónicas evitables son actualmente las más letales en Europa, según los datos más recientes de Eurostat y la OMS.

En 2022, se registraron 1,1 millones de muertes evitables entre personas menores de 75 años en la Unión Europea, lo que equivale a una tasa estandarizada de 257,8 muertes por cada 100.000 habitantes.

Según la OMS, el 60% de estas muertes están relacionadas con hábitos poco saludables (tabaco, alcohol, mala alimentación, sedentarismo), y el 40% se asocia a la falta de acceso oportuno a servicios sanitarios

 

Estas muertes se dividen en dos grandes categorías:

  • Muertes tratables: 386.710 fallecimientos que podrían haberse evitado mediante una atención médica de calidad y oportuna.

  • Muertes prevenibles: 725.625 fallecimientos que podrían haberse evitado con intervenciones eficaces de salud pública, como la reducción del tabaquismo, la mejora de la dieta o el fomento del ejercicio físico.

Las principales causas de muerte por enfermedades evitables en Europa son:

  • Enfermedades cardiovasculares (especialmente cardiopatía isquémica)

  • Cáncer (pulmón, colorrectal y de mama)

  • COVID-19 (especialmente en los últimos años)

  • Enfermedades respiratorias crónicas y diabetes

Además, la carga de estas enfermedades y su mortalidad varía significativamente entre países europeos, siendo más alta en Europa del Este y más baja en países como Suecia, Italia y Luxemburgo.

Combinación de factores

Las enfermedades crónicas evitables son las más letales en Europa por una combinación de factores de riesgo modificables, envejecimiento poblacional y deficiencias en la prevención y el acceso a la atención sanitaria:

- Predominio de factores de riesgo prevenibles: El 60% de las muertes por enfermedades crónicas en Europa está vinculado a hábitos poco saludables como el consumo de tabaco y alcohol, dietas poco sanas, obesidad, hipertensión e inactividad física. Estos factores son modificables, pero siguen siendo muy prevalentes en la población europea.

- Envejecimiento de la población: Europa tiene una población cada vez más envejecida, lo que incrementa la incidencia de enfermedades crónicas como las cardiovasculares, el cáncer, la diabetes y las enfermedades respiratorias. A medida que más personas alcanzan edades avanzadas, aumenta la probabilidad de desarrollar estas patologías.

- Falta de acceso y calidad en la atención sanitaria: El 40% de las muertes evitables se atribuye a la falta de acceso oportuno o a la baja calidad de la atención médica. Mejorar la detección precoz, el tratamiento y el seguimiento podría reducir significativamente la mortalidad.

Impacto económico y social: Estas enfermedades no solo causan la mayor parte de las muertes prematuras, sino que también suponen un coste económico muy elevado para los sistemas de salud y la productividad, estimado en más de 500.000 millones de dólares anuales en Europa.

- Estancamiento en la prevención: Tras la pandemia de COVID-19, los avances en la reducción de la mortalidad por enfermedades crónicas se han ralentizado, y la región europea va camino de no cumplir los objetivos de reducción de muertes prematuras para 2025 y 2030

Desigualdades sanitarias: Existen grandes diferencias entre países y grupos sociales en la prevalencia y mortalidad por enfermedades crónicas, ligadas al acceso desigual a la prevención y a la atención médica.

Estrategias podrían disminuir las muertes prematuras por enfermedades no transmisibles en Europa

Para disminuir las muertes prematuras por enfermedades no transmisibles (ENT) en Europa, las principales estrategias recomendadas por la OMS, la Comisión Europea y expertos en salud pública incluyen:

1. Reducción de factores de riesgo modificables

  • Disminuir el consumo de tabaco y alcohol, mediante políticas fiscales, restricciones de publicidad y campañas de sensibilización.

  • Promover dietas saludables: incentivar el consumo de frutas, verduras y alimentos integrales, limitar la sal, el azúcar y las grasas saturadas.

  • Fomentar la actividad física a través de entornos urbanos saludables, educación y campañas públicas.

2. Prevención y promoción de la salud

  • Programas de prevención primaria: educación para la salud desde la infancia, promoción de estilos de vida saludables y entornos libres de humo y alcohol.

  • Cribado y detección precoz: implementar programas de cribado para cáncer (mama, colon, cuello uterino), enfermedades cardiovasculares y diabetes.

  • Vacunación y control de factores ambientales: reducir la exposición a contaminantes y promover la inmunización donde sea relevante.

3. Mejora del acceso y calidad de la atención sanitaria

  • Fortalecer la atención primaria y garantizar el acceso universal a servicios de salud, incluyendo diagnóstico temprano y tratamiento oportuno.

  • Gestión óptima de las enfermedades crónicas: seguimiento regular, adherencia a tratamientos y acceso a cuidados paliativos cuando sea necesario.

4. Enfoque integral y multisectorial

  • Políticas coordinadas en todos los sectores: salud, educación, transporte, agricultura y urbanismo deben trabajar conjuntamente para abordar los determinantes sociales y ambientales de la salud.

  • Reducir desigualdades en salud: garantizar que todas las poblaciones, especialmente las más vulnerables, tengan acceso a prevención y tratamiento.

5. Inversión y sostenibilidad

  • Aumentar la inversión en prevención: actualmente, solo una pequeña parte del gasto sanitario se destina a prevención; incrementar esta inversión puede tener un alto retorno económico y social.

  • Adopción de medidas coste-efectivas: priorizar intervenciones con alto impacto y bajo coste, como las 25 “medidas rápidas” propuestas por la OMS para Europa.

“En torno al 60% de todas las muertes evitables por ENT podrían prevenirse mediante la reducción del consumo del tabaco y el alcohol, así como siguiendo dietas más saludables y llevando una vida más activa; el 40% restante podría abordarse con tratamientos adecuados”.

Estas estrategias, si se implementan de forma coordinada y sostenida, podrían reducir hasta un 70% la carga de enfermedades no transmisibles y salvar cientos de miles de vidas en Europa

 

 

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