Un nuevo estudio desarrollado por Ramón Velázquez, de la Universidad Estatal de Arizona (EEUU), junto con colaboradores del Instituto de Investigación Genómica Traslacional (TGen) y de City of Hope (EEUU), demuestra que los ratones que han sido expuestos al herbicida glifosato desarrollan una inflamación cerebral significativa, asociada a enfermedades neurodegenerativas.
Segun ha publicado Europapress, los hallazgos sugieren que el cerebro puede ser mucho más susceptible a los efectos dañinos del herbicida de lo que se creía hasta ahora. Y se cita a la publicación del Journal of Neuroinflammation. "Los datos destacan que la exposición al glifosato puede ser un problema de salud importante para las poblaciones humanas", señalan.
La investigación señala una ascoiación entre la exposición de ratones al herbicida compuesto por glifosato y los síntomas de neuroinflamación, así como la detección de una patología acelerada similar al Alzheimer.
Se rastrea en la investigación la presencia y el impacto de los subproductos del glifosato en el cerebro, tiempo después de la exposición, mostrando que existen efectos persistentes y dañinos sobre la salud cerebral.
Señala infosalus que, "incluso un breve contacto con un herbicida común puede causar daños duraderos en el cerebro, que pueden persisitir mucho después de que finalice la exposición directa".
Además de los daños señalados, en la investigación se ha observado muerte prematura y comportamientos similares a ansiedad, confirmando así los hallazgos que ya se habían producido previamente en otras investigaciones relacionadas con la exposición al glifosato en roedores.
Ácido aminometilfosfónico acumulado en el tejido cerebral
La investigación habría demostrado que un subproducto del glifosato, el ácido aminometilfosfónico, se acumula en el tejido cerebral, lo que ha generado serias preocupaciones sobre la seguridad de la sustancia química para la población humana.
"Nuestro trabajo contribuye a la creciente literatura que destaca la vulnerabilidad del cerebro al glifosato", ha señalado Velazquez en declaraciones recogidas por Europapress. "Dada la creciente incidencia del deterioro cognitivo en la población que envejece, en particular en las comunidades rurales donde la exposición al glifosato es más común debido a la agricultura a gran escala, existe una necesidad urgente de más investigaciones básicas sobre los efectos de este herbicida".
Desde México alertan también sobre el consumo de maíz transgénico
En el mismo sentido que el estudio citado, un nuevo análisis científico elaborado por el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencia y Tecnología (Conahcy) de México sostiene que existen riesgos inaceptables para la salud de quienes consumen maíz modificado genéticamente y las personas expuestas al glifosato.
El documento de 200 páginas con 1 mil 200 referencias –publicado aquí por primera vez en inglés– sustenta la decisión de México de 2023 de restringir el uso de maíz transgénico en tortillas y otros productos de maíz mínimamente procesados, y de eliminar gradualmente el uso de glifosato. Estados Unidos impugnó esas políticas por considerarlas prácticas comerciales desleales en el marco del Tratado Mexico-Estados Unidos-Canadá (T-MEC). Se espera una decisión en ese caso de forma inminente, según señala contralinea.com
La nueva presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha afirmado que su gobierno no permitirá el cultivo de maíz transgénico. Y anunció recientemente que intentará incluir restricciones al maíz transgénico en la Constitución mexicana; “es la mejor defensa que tenemos para la biodiversidad y para nuestra salud”, afirmó.