La revelación de que Alberto Núñez Feijóo ha estado cobrando 39.260 euros del Partido Popular en concepto de "gastos de representación" plantea serias dudas sobre la transparencia y la ética en el PP una vez más. Los populares insisten en rechazar el requerimiento del presidente del Senado, Ander Gil, para que Feijóo actualice su declaración de bienes y rentas, esta negativa evidencia la poca intención que tiene el PP en cumplir con las normas y regulaciones vigentes.
Uno de los principales problemas radica en la falta de claridad sobre la naturaleza de estos "gastos de representación". Si bien el término ha sido utilizado por el PP desde la época de José María Aznar, se ha demostrado que en el pasado se trataba de salarios ordinarios, abonados en 14 pagas e incluso incluyendo dos pagas extras. Esta falta de transparencia genera sospechas legítimas sobre si estos fondos se están utilizando de manera adecuada y si realmente están destinados a los fines alegados.
Además, la situación plantea interrogantes sobre la legalidad de recibir una remuneración adicional como líder de un partido político, cuando ya se percibe un salario como senador y/o diputado. Aunque exista una laguna jurídica en este sentido, el PP fue previamente apercibido por contravenir la Ley de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Buen Gobierno al no publicar la información sobre las retribuciones de sus máximos dirigentes. Esto indica una falta de voluntad por parte del partido para operar con transparencia y rendir cuentas a la ciudadanía.
El incumplimiento de las obligaciones establecidas en el reglamento del Senado y en la Ley Orgánica del Régimen Electoral General también es, como mínimo, llamativo. Estas normativas establecen claramente que los senadores deben actualizar sus declaraciones de actividades y bienes patrimoniales en caso de modificaciones, y tienen un plazo específico para hacerlo. La negativa de Feijóo y del PP a cumplir con estas obligaciones genera serias dudas sobre su compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas, cosa que viniendo del Partido Popular poco sorprende.
Además, el hecho de que Feijóo ocupe un despacho en Génova financiado con dinero negro deja claro la falta de compromiso serio con la transparencia y los compromisos que un responsables público debe cumplir respecto a las normas y regulaciones establecidas para garantizar la integridad y la confianza en el sistema político.
La negativa del PP a cumplir con los requerimientos de transparencia y actualización de declaraciones de bienes y rentas es grave en un sistema democrático. Feijóo debe cumplircon sus obligaciones y actuar de manera transparente.