Los contratos a dedo de la Xunta en tiempos de Feijóo no son el único bochorno para aquella tierra. Las purgas en la Sanidad pública van camino de convertirse en otro escándalo para el hoy líder del PP. “En la misma época en la que el hoy presidente del PP ascendió a su prima en los hospitales de Ourense, y en la que ésta adjudicó una plaza a su marido, los nuevos gerentes de las áreas sanitarias nombrados por el entonces presidente de la Xunta destituyeron también a varios jefes de servicio de los hospitales públicos, para sustituirlos por médicos afines a la nueva dirección de la Administración sanitaria. Esos puestos nunca habían tenido adscripción política hasta que Alberto Núñez Feijóo llegó a la presidencia en Galicia”, publica el diario Público.
Según este medio digital, “uno de los afectados fue el doctor Evaristo Varo, cirujano y jefe la Unidad de Transplantes Abdominales en Santiago, quien había denunciado que el Sergas se negaba a facilitar la medicación que prescribía a pacientes de hepatitis C que fallecieron sin recibirla. Su plaza fue entregada en concurso-oposición a Manuel Bustamente, esposo de Rocío Mosquera, primera gerente del Sergas con Feijóo y posteriormente conselleira de Sanidade”.
El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia declaró ilegal aquel procedimiento porque entendió que había sido amañado para dar a Bustamente el puesto de Varo, añade Público. Este no llegó a recuperarlo, “pero Feijóo recolocó a Rocío Mosquera en la gerencia de Galaria, una empresa pública de prestación de servicios sanitarios de alta tecnología donde cobra un salario cercano a los 70.000 euros”. El mismo tribunal anuló también los concursos mediante los que fueron retirados de sus puestos en los hospitales de Pontevedra los doctores Víctor Pedreira, jefe del servicio de Psiquiatría; Enrique Vázquez Astray, jede de Digestivo; y su compañero Enrique Temes, jefe de Neumología.
¿Hay purgas en la Sanidad pública gallega para colocar a personajes de la cuerda del PP? No faltan historias que hablan de abusos e injusticias. Otro afectado por aquellas purgas “fue José María Borro, jefe de Cirugía Torácica en A Coruña y fundador de Batas Blancas, quien sufrió una campaña de desprestigio y persecución profesional tras denunciar que varios médicos de su servicio derivaban pacientes a clínicas privadas donde les cobraban por operarles”. Fue expedientado, sancionado, destituido de su cargo en el hospital y apartado de su plaza de profesor en la universidad. “Tres tribunales distintos le dieron la razón en otras tantas ocasiones. Borro, impulsor del programa de trasplantes de pulmón en A Coruña, decidió hace años dejar Galicia para ejercer su profesión en otra comunidad autónoma”, añade Público.
El clientelismo y el nepotismo no son el único cáncer de la Sanidad pública en Galicia. Las privatizaciones corroen el sistema. En sus primeros cuatro años de mandato, el líder del PP redujo un 8,6 por ciento el presupuesto sanitario, una rebaja que se dispara al 16,5 por ciento si se tiene en cuenta la depreciación del dinero en ese período y se actualizan las cantidades con las herramientas que ofrece el Instituto Nacional de Estadística. En 2009, Feijóo se hizo con la presidencia de la Xunta de Galicia. El Gobierno bipartito del PSOE y el BNG había dejado ese año un presupuesto de 3.719 millones de euros para el Sergas. Pocos meses después el líder popular lo recortó a 3.679 millones para el 2010. Y al año siguiente, a 3.498 millones. Y al siguiente, a 3.482 millones. Y al otro, a 3.372 millones. Sobran datos oficiales para concluir que la Sanidad pública gallega está en peligro con el PP en el poder.
Curiosamente, varios de los jefes de servicio de hospitales públicos que rechazaban aquellos recortes en defensa de la Sanidad de todos fueron sustituidos al poco de que Feijóo llegara al poder por otros más dóciles y afines al PP. “Los recortes en la sanidad pública matan”, recuerda un manifiesto de SOS Sanidade Pública, que agrupa a asociaciones de sanitarios, pacientes y usuarios, sindicatos partidos y organizaciones civiles.