Fracaso estrepitoso de la gestora

16 de Mayo de 2017
Actualizado el 02 de julio de 2024
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GESTORA ADIÓS
El traumático comité federal del pasado 1 de octubre se cerró con la dimisión del secretario general del partido y la imposición de una gestora para dirigir la transición interna hacia una nueva dirección del PSOE. El trabajo ha concluido, tras siete meses y medio de gestión, con un resultado estrepitoso. La evidencia más palpable de que esto ha sido así se pudo ver en el intenso cruce de reproches entre los dos principales contendientes en el debate de primarias celebrado este lunes en el mismo escenario, la sala Ramón Rubial de la sede federal del PSOE en la calle Ferraz de Madrid, donde aquel primero de octubre de 2016 se dirimieron las cuitas internas que han vuelto a aflorar con más intensidad si cabe en el único debate previsto para esta campaña de primarias.La gestora ha demostrado que su trabajo, al margen de haberse decantado desde muy pronto por una forma muy concreta de concebir el PSOE excluyendo todas las demás alternativas posibles y reales que se estaban poniendo sobre la mesa de debate interno por distintos sectores, ha ido incardinado a apuntalar una candidatura concreta de las tres en liza, sin acoger el sentir de buena parte de la militancia, que tras la presentación de los avales por parte de los seguidores del ex secretario general se ha demostrado que son, a priori, un tercio de los militantes, casi 60.000 avales logrados con un apoyo muy reducido del aparato orgánico del partido.Desde los primeros días de trabajo, dos figuras tomaron el timón de la gestora, asignando casi un papel testimonial al resto de los nombrados. El presidente asturiano Javier Fernández asumió el reto, pero sin ocultar su enfado por la deriva que había tomado el partido con Pedro Sánchez hacia la izquierda. “Nos hemos podemizado”, dijo en una de sus primeras entrevistas tras asumir su nuevo cargo. Nunca ha ocultado su predilección por la candidata Susana Díaz, y esta tampoco ha ocultado nunca que su “tito” Javier Fernández jamás le falla. Javier Fernández recibió cariñosamente a Díaz minutos antes del debate en Ferraz.La otra figura relevante en la gestora venía del sur. Mario Jiménez asumió la portavocía de la dirección interina del partido y en todo momento ha sido el gran muñidor de los designios del partido desde el 1 de octubre. Todo ello sin olvidar su otra función como portavoz del Grupo Socialista en el Parlamento de Andalucía. Los intereses de Susana Díaz han estado muy bien representados en todo momento por la neutral gestora. Tanto antes del 26 de marzo en que hizo oficial su candidatura como durante los meses previos entre esta fecha y el pasado 1 de octubre en que asumió el mando del PSOE.Tanto es así que las dos ponencias marco promovidas por la dirección interina para abrir el debate de contenidos entre la militancia, la ponencia política y la económica, han sido llevadas a cabo por dos hombres de la más estricta confianza de la candidata andaluza, el diputado vasco Eduardo Madina se ha encargado de la parte política –además de pulsar la afinidad hacia Díaz en territorios ‘hostiles’ como Cataluña– y el economista de corte socioliberal José Carlos Díez.Ambas ponencias han sido ninguneadas u obviadas por la candidatura de Pedro Sánchez, e incluso la de la propia Susana Díaz ha acudido al debate del pasado lunes sin tener un proyecto político de partido hecho público, algo que ha anunciado para este martes 16, aunque finalmente lo ha retrasado un día más, a solo cuatro del día decisivo del voto. Hasta este momento, la baronesa andaluza ha insistido en sus eslóganes de “cien por cien PSOE” o el de perseguir “un PSOE ganador”, pero sin explicar cómo va a lograrlo. La gestora al completo. Solo Fernández y Jiménez han tenido un papel importante en ella.La gestora ha llegado a esta campaña de primarias con numerosas lagunas sin resolver, y la más importante, la de hilvanar un nuevo PSOE con fraternidad y mano izquierda, se ha saldado con un fracaso estrepitoso, a tenor de los innumerables reproches y navajazos que se propinaron durante casi dos horas de debate los dos principales contendientes.
Javier Fernández y Mario Jiménez han representado a la perfección los intereses de Susana Díaz en la neutral gestora
Otro punto negro ha sido la de dilatar su trabajo sine die, hasta tal punto que ha prolongado su existencia durante casi ocho meses y los resultados son por todos visibles. Ocho meses en los que ha hecho oídos sordos a la convocatoria de un proceso urgente de primarias que llevara a un congreso extraordinario. La gestora se ha tomado un tiempo más que prudencial excesivo en llegar a este punto de fractura casi total.El partido está roto en dos, con dos tercios de la militancia avalando a partes casi iguales dos sentires antagónicos de concebir la socialdemocracia, una realidad que puede tornarse por completo de la noche a la mañana –aunque muchos lo dudan a estas alturas– ante la buena predisposición de los tres candidatos mostrada en el debate para ponerse fielmente a las órdenes del vencedor desde el mismo 22 de mayo.Todo dependerá de las indicaciones en este sentido que ordenen a los suyos voluntariamente los candidatos perdedores, porque la gestora no solo no ha ayudado a esta convergencia sino que ha ayudado a incrementar la fractura de forma notable.Ni que decir tiene que la gestión desde Ferraz del censo de afiliados y del proceso de altas y bajas previo a la convocatoria de las primarias ha abochornado a todos sin excepción. A las denuncias de presiones por parte de los aparatos del partido a todos los niveles para que avalaran a un determinado candidato se suma el oscurantismo de la dirección interina a la hora de hacer públicos los datos oficiales. En definitiva, casi ocho meses de trabajo en la sombra con muchas más oquedades que brillos.
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