Los gobiernos se reúnen desde ayer en Kingston (Jamaica) para debatir el futuro de la minería submarina en medio de crecientes críticas contra el secretario general de la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA, en inglés). Michael Lodge se ha enfrentado recientemente a acusaciones por sus estrechos lazos con la industria e incluso por malversación de fondos en la agencia, según informa el New York Times.
Por primera vez en la historia de la ISA, se debatirá en la Asamblea la necesidad de una Política General de protección y preservación del medio marino – el año pasado se bloqueó un debate similar durante toda la reunión de la Asamblea. España ha mostrado una postura favorable respecto a la declaración de una pausa precautoria sobre esta actividad: una Política General sería la herramienta clave para lograr esta moratoria.
El coqueteo de España con Nauru, país defensor de la minería
Sin embargo, Greenpeace demanda a la Delegación española en Jamaica que mantenga una postura coherente, después de que en las negociaciones del pasado mes de marzo, España se alineara con las propuestas de Nauru, país que promueve el comienzo inmediato de la minería, para prohibir protestas en el mar contra la minería submarina, en lugar de dedicar esos esfuerzos a proteger de forma efectiva los fondos marinos de una industria que aún no ha comenzado. La semana pasada el Tratado Global de los Océanos comenzó su proceso de ratificación a nivel nacional ya que el Consejo de Ministros lo envió a las Cortes, por lo que es esencial que el gobierno sea coherente y vele por la protección de los fondos marinos frente a nuevas industrias extractivas, recuerdan desde la organización ecologista.
"La ciencia es clara: no puede haber minería submarina sin pérdida de biodiversidad y la única solución es una moratoria. Cuanto más sabemos sobre la minería de aguas profundas, más difícil resulta justificarla. Los gobiernos de la ISA no deben bailar al son de la industria y aprobar reglamentos apresurados en beneficio de unos pocos por encima de los intereses de las comunidades del Pacífico y de la opinión de los científicos", ha declarado Marta Martín-Borregón, responsable de océanos de Greenpeace España.
Durante la reunión del Consejo, los Estados miembros de la ISA proseguirán las negociaciones sobre el proyecto de reglamento para un Código Minero, retomándolas donde las dejaron en marzo, en medio de una creciente divergencia de puntos de vista entre las delegaciones.
Un tercer mandato de Michael Lodge pondría en peligro los océanos
La elección del Secretario General de la ISA tendrá lugar el último día de la Asamblea, el próximo 2 de agosto. Envuelto en el escándalo, el británico Michael Lodge no cuenta esta vez con el respaldo del Reino Unido; no obstante, intentará asegurarse un tercer mandato con el apoyo de la isla de Kiribati, en el Pacífico. La científica marina y diplomática internacional Leticia Carvalho fue presentada como candidata alternativa por su país, Brasil.
"Es hora de reformar la ISA. Un tercer mandato de Michael Lodge no sólo pondría en peligro los océanos, sino que además podría dañar aún más la confianza pública en el organismo regulador. Las empresas mineras están impacientes por empezar y cada vez hay más pruebas de que Lodge se está extralimitando en su función supuestamente neutral para alinearse con los intereses comerciales. La ISA debe escuchar a millones de personas y al creciente número de gobiernos que piden que se ponga fin a la minería de aguas profundas. Ha llegado el momento de situar la conservación en el centro de la labor de la ISA", ha declarado Marta Martín-Borregón.
Pueden presentarse otros candidatos hasta el último día de la reunión del Consejo, el 26 de julio. Aunque Lodge quiere ser considerado un "defensor internacional de la igualdad de género", la ISA celebra este año su 30 aniversario y nunca ha tenido una mujer como Secretaria General.