La emergencia humanitaria de Haití requiere "atención urgente y estrategias que vayan más allá de la emergencia". Es la conclusión a la que han llegado tres altas funcionarias de las Naciones Unidas y la Unión Europea al término de una visita al país de cuatro días.
Las representantes de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) y el Departamento de Protección Civil y Ayuda Humanitaria de la Unión Europea (ECHO) han comprobado de primera mano el impacto de la violencia constante que ha trastocado la vida cotidiana de los haitianos. “Lo que más desean los haitianos es la paz, que les permita volver a la escuela, cultivar sus campos, acceder a servicios básicos como ir a un hospital”, explica la directora de Operaciones y Promoción de la OCHA, Edem Wosornu.
Interrupción de los servicios educativos y sanitarios
Mientras continúan los enfrentamientos en el país, más de 578.000 haitianos están desplazados, y unos cinco millones se enfrentan al hambre aguda (casi la mitad de la población haitiana) con 1,6 millones en riesgo de inanición.
Además, la violencia ha paralizado el sector agrícola, una fuente clave de ingresos para las familias, y ha interrumpido la educación y la atención sanitaria. Más de 900 escuelas han cerrado desde enero, y en la capital, Puerto Príncipe, casi el 40% de los centros de salud están fuera de servicio.
La violencia ha generado la pérdida de ingresos de familias que solían ser económicamente independientes, lo que ha mermado su capacidad para alimentarlas suficientemente y proporcionarles asistencia sanitaria. La mayoría de las familias desplazadas con hijos en edad escolar no saben si volverán a la escuela.
"La comunidad internacional debe apoyar al Gobierno"
Wosornu, en compañía de la directora de Operaciones de Emergencia de UNICEF, Lucia Elmi, y la directora de ECHO, Andrea Koulaimah, se han reunido con funcionarios haitianos, entre ellos el nuevo primer ministro, Gary Conille, así como con autoridades de las ciudades de Les Cayes y Gonaïves.
Las funcionarias han subrayado que la comunidad internacional debe seguir apoyando al Gobierno de Haití en el suministro de ayuda vital y asistencia al desarrollo. “Millones de familias anhelan el fin de esta violencia implacable. Es fundamental intensificar los servicios de protección para las mujeres y los niños, que son los más afectados por esta crisis, y acelerar la asistencia humanitaria para los necesitados”, comenta Lucia Elmi.
El plan de financiación, a menos del 25%
El Plan 2024 de Necesidades Humanitarias y Respuesta para Haití solicitó 674 millones de dólares. Transcurrida más de la mitad del año, el llamamiento está financiado en menos de una cuarta parte. El coste de la inacción sería demasiado alto si la respuesta humanitaria no se amplía colectivamente ahora en apoyo de la población haitiana, señala la OCHA.
A pesar de la difícil situación de seguridad, los socios humanitarios internacionales y nacionales han logrado encontrar soluciones para acceder y asistir a la población en todo el país. Sin embargo, aunque la ayuda humanitaria es vital, los funcionarios señalann que los problemas del país se basan en años de falta de inversión en servicios sociales básicos y que la ayuda humanitaria es un parche temporal que no puede resolver los problemas estructurales profundamente arraigados del país.
“Necesitamos que la respuesta humanitaria esté anclada en la sostenibilidad y sirva de trampolín para acciones de recuperación duraderas”, sostiene la directora de Ayuda Humanitaria de la Unión Europea para América Latina y el Caribe. Andrea Koulaimah ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional "para que no desaproveche este momento único y movilice recursos para hacer frente a las acuciantes necesidades humanitarias y de desarrollo” que sufre el país.